New York Day 7: Brooklyn Bridge, Chinatown, Tribeca & SoHo
Decidimos desayunar en otro sitio y fuimos a La Baguette, que estaba cerca del hotel. Allí los dos desayunamos yogur con frutas y muesli, ya que nos apetecía algo fresquito después de tanto carbohidrato. Por supuesto las frutas eran gigantescas (moras y fresas como puños) pero eran totalmente insípidas. Más o menos como la mayoría de las verduras que habíamos comido allí. Yo ya empezaba a desear un fruta jugosa y un buen tomate para variar. Mr. Knook quiso probar un bagle, pero no se entendía con los de la tienda. El pronunciando ba-gel y resulta que no entendían nada. Al final se lo dieron y le repitieron bei-gl. No nos gustó nada el sitio y no repetimos.
Cerca del hotel había una oficina de correos, así que pasamos por allí para echar las postales que habíamos comprado el día anterior.
City Hall Park
Después cogimos un metro rumbo al City Hall Park, en el Civic Center, en donde se encuentra el Ayuntamiento de Nueva York.El infinito Puente de Brooklyn
Muy cerquita está ya el puente de Brooklyn.
Todo el área alrededor del puente estaba en obras, con lo que fue un poco difícil llegar hasta la orilla para poder sacar las fotos. Fue una distancia considerable que después tuvimos que deshacer para poder subir, ya que sólo se entra por un sitio concreto al principio de todo y casi al lado del City Hall. Para cuando entramos en el puente, entre el cansancio acumulado y el calor que hacía yo ya estaba rendida. El puente es muy chulo, pero es bastante largo, con lo que fue un poco sufrimiento. Menos mal que a medio camino el cielo se nubló un poco y el sol nos dio un respiro. Los dos sudábamos del calor y la humedad que hacía.
El puente tiene un carril para ir andando y otro para bicis, y ¡ay¡ de aquel que cruce al que no es, porque cada pocos metros tienen una persona vigilando. Los coches pasan por los lados, en un nivel inferior. Al llegar a los arcos siempre había algún puesto de bebida fría.
Nuestra idea era pisar Brooklyn, pero cuando llegamos al otro extremo del puente vimos que también estaba en obras y decidimos no bajar, sino dar la vuelta. Estábamos agotados.
En la estación de metro Mr. Knook comprendió de dónde viene el apodo del famoso rapero Jay-Z, nacido en Brooklyn.
Chinatown
Nos bajamos en Canal Street para visitar Chinatown. Carteles en chino, puestos de frutas y de pescado fresco y edificios bajosEn un puesto de la calle compramos unos Hong Kong Waffles, 15 unidades por 1$.
Puesto de Honk Kong Waffles |
Little Italy y Nolita
Little Italy está pegada a Chinatown. Perpendicular con Canal Street está Mulberry Street, donde da comienzo este conocido barrio italiano del que cada vez queda menos, debido sobre todo a la fuerte expansión de su barrio vecino, Chinatown.
A mediados del mes de Septiembre tiene lugar la fiesta de San Gennaro, durante la cual la calle de Mulberry Street se corta al tráfico y el barrio se engalana. A pesar de que las fiesta ya había acabado, aún quedaban restos de los festejos por toda Little Italy.
También dimos una vuelta por Nolita (North Little Italy), principalmente porque Mr. Knook quería, necesitaba, deseaba un tipo de calzado deportivo minimalista que sólo vendían en una tienda de allí.
Comida en Max Brenner
Para comer cogimos el metro y nos acercamos hasta Max Brenner, que a pesar de su fama de chocolatería también tiene platos salados. La verdad es que nada más entrar se te hace la boca agua viendo los platos dulces de la carta. Pedimos un pollo thai (que son brochetas de pollo con salsa de cacahuete y coco) y una ensalada césar. De beber probamos el Ginger Ale, el famoso refresco de gengibre.
De postre compartimos un gofre de plátano con helado, aunque tenía mejor pinta en la foto de lo que luego sabía.
Tribeca y Soho
Por la tarde nos acercamos hasta Tribeca y SoHo. Aquí las casas también eran bajitas, y en los bajos había muchas galerías de arte, tiendas de ropa de diseñadores y sitios muy chic donde tomar una copa de vino.En el SoHo entramos en el Dean & Deluca, que es un supermercado gourmet muy famoso.
Como estábamos muertos de tanto andar volvimos a cenar al hotel. Cerca de nuestro hotel había un banco de la Wells, Fargo & Co. que tenía esta curiosa diligencia:
Para cenar comida árabe del restaurante de al lado del hotel, Omar, que estaba muy buena. Baba Ganoush, hummus, pollo especiado, ¡¡rico, rico!! Y otra Ginger Ale, por qué no.
0 comentarios