New York Day 1: Knowing the 5th avenue
En taxi del aeropuerto a Manhattan
¡Ya estábamos en el taxi rumbo a la gran manzana! El taxista nos había dicho que era el peor día para venir a Nueva York, porque había conferencia de las Naciones Unidas y, además de varios presidentes de varios países, está Obama, con lo que hay muchas calles cortadas y mucha policía. Nos dijo que haría todo lo posible por dejarnos lo más cerca del hotel, pero no sabía si podría conseguirlo. También nos dijo que la tarifa fija del aeropuerto a cualquier punto de Manhattan son 45$ y "a good tip for me, ok?".
Yo me esperaba un viaje en el típico taxi newyorkino mientras la ciudad iba apareciendo a los lejos. Nada más lejos de la realidad. El taxi sí era típico, el amarillo por supuesto, pero en la parte de atrás vas como si fueras en un búnker y al conductor apenas le oíamos.
De la ciudad no se ve nada porque el aeropuerto JFK, en el que aterrizamos, está en Queens, a 19 kilómetros de Manhattan. En esta imagen extraída de Wikipedia podéis ver su situación y la de los distintos boroughs o distritos de Nueva York . La mancha azul grande debajo de Queens es el JFK.
1: Manhattan
2: Brooklyn
3: Queens
4: The Bronx
5: Staten Island
Efectivamente ese día había grandes atascos en la entrada de Manhattan, pero nuestro taxista -que creo que era armenio o algo así- se las ingenió para meterse por todos los huecos, invadiendo salidas de vía y adelantando coches. Mientras tanto, en el asiento de atrás no se veían más que coches y coches, nada de esa idílica vista que yo me había imaginado. Cuando por fin empezamos a vislumbrar el Empire State y el Chrysler a lo lejos, el taxi giró para enfilar el puente de Queensboro, que enlaza Queens con Manhattan. Si pensáis que esa era un buena vista, ésto era en realidad lo que se veía.
Al fin entramos en la 3ª avenida, y enfilamos la calle 55 donde estaba nuestro hotel. Yo ya lo había visto en Google Maps, así que cuando lo visualicé le dije al conductor "Aquí, es aquí, es éste!!" Al final, no tardamos tanto tiempo, unos 50 minutos cuando la media son 45 no está mal. Nos bajamos, cogimos las maletas y le dimos un billete de 100$ porque no teníamos más pequeños. El taxista nos devuelve 40$ y se queda mirando a Mr. Knook mientras preguntas "It's ok?". Entre el cansancio y las ganas que teníamos de ir ya al hotel le dijo que sí, aunque luego nos lamentamos de la generosa propina que le dejamos, cosas de principiantes.
Llegada al hotel
Nuestro hotel (Carvi Hotel: mi crítica en Tripadvisor aquí) tenía hora de check-in a partir de las 15 y tan sólo eran las 14, con lo que yo tenía mis dudas de si no tendríamos que dejar las maletas y volver más tarde. En el hall nos recibieron muy amablemente, hablaban castellano perfectamente (el hotel es portugués), nos dijeron que a pesar de llevar todo pagado teníamos que pagar a mayores una tasa de 3,5$ por persona y noche (la famosa tasa de ocupación que impone la ciudad) y nos pidieron una tarjeta de crédito para hacer un depósito de 120$, tras lo cual nos dieron la tarjeta de nuestra habitación: la 301 en el tercer piso. El hotel no es muy grande, tan sólo tiene 7 plantas (es el que parece como enrejado en la foto) pero estaba muy bien situado.
Nuestro pequeño hotel, rodeado de rascacielos |
La habitación no era muy grande pero estaba limpísima y la cama era comodísima. No tuvimos ningún problema de ruidos ni nada y todo el staff del hotel nos trató fenomenal.
La verdad es que llegar y ver que el hotel estaba tan bien nos dio nuevas fuerzas para salir a explorar la ciudad. Eran las 14:30 hora local, las 20:30 en España. Llevábamos ya 16 horas despiertos y aún nos quedaban unas cuantas más antes de volver al hotel.
Explorando las avenues
Empezamos cruzando avenidas. Nosotros estábamos entre la 3ª y Lexington, con lo que tuvimos que cruzar por las archiconocidas Lexington, Park Avenue, Madison Avenue para llegar, por fin, a la 5ª avenida. ¡¡El hotel estaba bien cerca!!
Seguimos bajando hasta la Biblioteca Pública de Nueva York (o NYPL por sus siglas en inglés), pero ese día estaba cerrada, así que nos contentamos con verla por fuera.Desmontando mitos
La primera impresión fue un poco...rara. Yo me esperaba una ciudad muy glamourosa, con edificios enormes, todo a lo grande...y no. Hay edificios grandes, sí, pero también hay edificios de 4 plantas y hasta de 2. Las avenidas son anchísimas, con lo que no da ningún agobio ir por la calle porque se ve mucho horizonte, no estás encajonado entre edificios como yo creía. La mayoría de las avenidas y calles son de un sólo sentido para el tráfico, algo que nos llamó la atención. A pie es una ciudad muy normal, tampoco tenía mucho tráfico ni había muchísima gente, sino que era como cualquier otra ciudad. En los pasos de peatones cruzamos con el semáforo en rojo muchas veces porque no venían coches (bueno, nosotros y todos los demás, eh!). También nos llamó la atención todo ese humo que salía del metro (luego sufrimos el horrible y pegajoso calor del metro, pero eso vendrá más adelante).
Paseando por la 5ª avenida
Comenzamos a bajar la 5ª hasta llegar a Saint Patrick's Cathedral, la Catedral de San Patricio, bonita y recogida teniendo en cuenta donde está. En los bancos había libros en inglés y español para poder rezar, algunos tenían hasta las partituras de la música.
Justo al lado de la catedral una enorme concentración de policías, porque esa calle daba a la zona de las Naciones Unidas, pero eran todos muy majos y se hacían fotos con la gente. También nos llamaron la atención todos esos coches cuadradotes que se llevan en USA, y si no fijaos en ese autobús de policía de la segunda foto.Seguimos bajando hasta Times Square, y empezamos a ver las luces, los anuncios y los muchos teatros que hay por esta zona, pues Times Square es una conjunción de la 7ª avenida con Broadway. Ahí entendí lo de las "luces de Broadway", definitivamente, llamaba la atención.
Después subimos de nuevo la 5ª y llegamos hasta el Rockefeller Center, donde se encuentra el Radio City Music Hall, la NBC y la famosa plaza donde en invierno ponen el árbol y la pista de patinaje. Aquí me llevé un chasco porque la famosa estatua de Atlas no era tan grande como nos quieren hacer creer en esas fotos de contrapicado. Y sí, Mr. Knook también la hizo. En otro post os pondré como se veía en realidad, porque es tan diferente que yo no la reconocí.
La ¿impresionante? estatua de Atlas |
Después nos llevamos otro chasco, y es que la Rockefeller plaza con la dorada estatua de Prometeo estaba tapada por un horrible toldo por culpa de una exposición y así se iba a quedar todo el tiempo que estuviéramos allí (o al menos eso ponía el cartelito). Nos tuvimos que conformar con echar un vistazo rápido por una abertura...
La plaza tapada con una lona |
Prometeo asomando la cabeza |
Después atravesamos de este a oeste Central Park South hasta Columbus Circle. Ahí se puso a lloviznar e instantes después diluviaba, así que nos metimos en el metro y regresamos al hotel. Pingando por supuesto.
2 comentarios
Me tienes enganchadísima a tu blog con estos post sobre tu viaje a New York. ¿Para cuando la próxima entrega?
ResponderEliminarMe alegro Lina. Los post van poco a poco, que parece que no pero entre hacer memoria, redactar y elegir las fotos pierdo mucho tiempo.
ResponderEliminarA ver si el lunes tengo otra nueva ;)