New York Day 5 (day): Gospel Mass, eating at Silvia's, Columbia University
Nota: Para que el post no sea muy largo lo he dividido en dos partes.
Ya era nuestro 5º día en la ciudad y nos sentíamos como en casa. Habíamos llegado con muchas ideas preconcebidas. Pensábamos que por ser la capital del mundo iban a tenerlo todo resuelto y descubrimos que no era así. Por ejemplo, no tienen cobertura en el metro (actualmente la están poniendo), las zonas de wifi gratis son escasas y para conectarse primero hay que abrir el navegador y aceptar las condiciones (no conecta y ya está como aquí). Además para ser una ciudad que visitan millones de turistas al año carece de toda señalización. Olvidaos de esos magníficos letreros londinenses señalando dirección y minutos (muy certeros por cierto). Aquí no hay nada. Nada de nada. Ni una simple flecha que te diga que el Rockefeller Center están a tu izquierda, ni un simple letrero que diga que estás en Times Square. Vas por tu cuenta, y eso también tiene su encanto. Además el sistema de calles es facilísimo de entender, en un abrir y cerrar de ojos estás perfectamente orientado, sabes dónde estás y adónde quieres ir. La gente es increíblemente amable, siempre te hablan con una sonrisa, te ayudan, todos, hasta el que tiene el peor trabajo, el más repetitivo, tiene una palabra agradable para ti. Esto contrasta mucho con la situación en algunas ciudades de España, donde a veces entras en tiendas y parece que no te quieran vender, te ponen mala cara como para que te vayas, o vas a un bar a gastarte tu dinero y te tratan mal. En fin, la noche y el día.
Poco a poco nos íbamos imbuyendo del espíritu de la ciudad y nos sentíamos menos turistas, las calles, las gentes, los lugares iban dejando su huella en nosotros, y al final vi ese sentimiento reflejado en una camiseta, es gracioso, pero es cierto. No era la típica de "I ♥ NY", no era "NY ♥ me" y eso era precisamente lo que yo sentía, me sentía querida, me sentía a gusto en la ciudad, y ése es precisamente su encanto.
Era domingo e iba a ser un día casi perfecto. Empezamos el día como siempre desayunando en el Midtown, aunque empezábamos a estar un poco hartos de la camarera, era un poco rayante...Ya el primer día tuvimos un incidente con ella porque yo pedí una cosa y se olvidaron de traerla, luego me dijo que no lo había pedido e insistió que poco menos la culpa era mía. En fin, que desde ese día no nos caía muy bien a pesar de que salvo ese incidente se comportaba correctamente con nosotros. Yo repetí bacon & eggs porque me había gustado mucho el día anterior y Mr. Knook se tomó un Montecristo, que eran unas french toast con jamón y queso por encima. La combinación dulce-salado del plato no nos convenció a ninguno de los dos.
French toast saladas (al fodo) y huevos revueltos con bacon y patatas. |
Un domingo espiritual: Misa gospel en Harlem
Como era domingo decidimos empezar el día en Harlem, para ver una misa gospel. Yo tenía mis dudas porque en todas partes te dice que Harlem es muy peligroso. De hecho la guía que llevábamos decía que no fueras por tu cuenta sino en un tour organizado para evitar peligros. Sin embargo yo había leído opiniones de mucha gente que lo había hecho, incluso chicas solas, así que vencimos nuestros miedos y allá fuimos, a coger un metro rumbo a 125th street.
Con el trayecto en metro no hubo ningún problema, había todo tipo de gente, pero cuando nos bajamos del metro y salimos a la superficie la cosa cambió. Todo lo que se veía eran edificios bajitos con las puertas del sótano destrozadas, escombros y suciedad. Apenas había tráfico y había muchos negros gritándo de una ventana a otra en plan barrio. Era como estar en otra ciudad y nos sentimos fuera de lugar. Además la zona también estaba llena de mendigos que venían con cargamentos de latas vacías y las metían en unas máquinas que les daba dólares a cambio de las latas. Los dos nos sentíamos un poco tensos y no nos atrevíamos ni a sacar las cámaras de fotos.
Seguimos andando y pasamos a la siguiente manzana, allí ya era todo diferente. Para empezar había un Starbucks xD. Aquello ya tenía otro ambiente, había más gente y algún turista haciendo fotos y buscando iglesias como nosotros. Intentamos entrar en un iglesia cercana, de la que yo había oído muy buenas críticas, pero no nos dejaron pasar porque ya estaba todo lleno y tienen un aforo de turistas limitado.Las misas suelen empezar sobre las 11 y ya eran, hay que ir temprano si queréis asegurar, a nosotros nos llevó bastante tiempo entre que cogimos el metro (que es bastante trayecto) y después buscar la iglesia. Tampoco es que nos importara mucho, sino habríamos estado allí bien puntuales, os lo aseguro. Un grupo de turistas también españoles preguntó al de la iglesia dónde había más, y éste les respondió que a lo largo de toda la manzana cada poco íbamos a encontrar iglesias.
Empezamos a subir otra calle y había otra iglesia, bueno, más bien era una casa de oraciones. Entramos -junto con el grupo de españoles- y lo único que había era un cura negro y un montón de turistas sentados. Nos sentamos y al minuto decidimos que eso no era lo que queríamos ver y nos fuimos. El grupito se quedó.
Cambiamos de calle y vimos el famoso Apollo Theater.
Al final de la calle divisamos otra iglesia y decidimos probar suerte. Nos dejaron pasar y aunque no había mucha gente tampoco había muchos turistas. Mr. Knook fue a investigar mientras yo descansaba un poco y volvió diciendo que tenían comida en la parte de atrás y había visto a varios españoles comiendo.
La iglesia en la que decidimos entrar |
Parecía que había acabado una misa pero como entraba gente decimos esperar a ver si empezaba otra. Al principio nos sentamos bastante atrás, pero un miembro de la iglesia nos dijo que nos acercáramos más (básicamente para hacer bulto).
En los bancos, como siempre, había misales y así nos enteramos del nombre de la iglesia: Metropolitan Baptist Church.
La cosa pintaba bien, iba llegando gente y había miembros con vestidos morados que supusimos eran el coro. También había instrumentos que estaban afinando, una batería, un bajo y un órgano.
Al principio empezó una señora hablando que no sé que era, pero después ya siguió el pastor. La misa era muy amena y todos estaban contentos, no hay ese ambiente oprimido que hay aquí, aquello era un día de celebración, la señoras iban de punta en blanco y tenían una sonrisa de oreja a oreja.
El tema del día era "Homecoming" o "vuelta a casa" y celebraban la reunión con aquellos miembros de la familia y los amigos que habían vuelto al hogar. El discurso del pastor debió durar unos 10 minutos y después cantaron varias veces. Nos dieron un programa donde venían todos los actos, y también se decía si teníamos que estar sentados o levantarnos. Como también estaban las letras de las canciones y todo el mundo cantaba, yo me animé y canté también. A Mr. Knook le dio más vergüenza.
El reverendo, que estaba lleno de energía. |
A medida que iba aumentando la misa todos se emocionaban más, el coro cantaba con más pasión, el pastor gritaba (tanto que me tuve que tapar los oídos alguna vez, ¡qué chorro de voz tenía el hombre!), los asistentes se levantaban y bailaban dando gracias. "Thank you Jesus" y "Praise the Lord" eran las frases más repetidas durante toda la misa.
Hubo un tiempo para testimonio, donde la gente se levantaba y hablaba sobre la familia, los amigos y el hogar.
Al final nos preguntaron a los pocos turistas que estábamos de dónde veníamos y al contestar nos respondían con un "God bless you". Al acabar la misa nos invitaron a compartir con ellos la comida y hasta nos recitaron el menú. Yo me hubiera quedado de buena gana pero queríamos seguir viendo más cosas y además había un restaurante típico al que queríamos ir. Al salir les dejamos un donativo de 5$. Mientras bajábamos las escaleras de la iglesia, las personas con las que nos encontrábamos nos saludaban con un "God bless you".
Una comida sureña en Silvia's
Como ya era bastante tarde (sí, no sé por qué la hora de la comida siempre se nos echaba encima) fuimos a buscar el restaurante Silvia's, famoso por sus especialidades sureñas y su brunch de los domingos.
Las casa típicas de la zona (creo que todo el mundo tiene esta foto xD) |
Al llegar había mucha cola pero no nos desanimamos y nos apuntamos en la lista a la espera de una mesa. Unos 15 minutos después nos llamaron para comer en la terraza (dentro hay más cola porque durante la comida hay sesión en directo de música gospel). Nada más sentarnos nos pusieron "pan de maíz" con una crema para untar. En realidad no era pan, sino una especia de bizcocho muy rico.
Cola en Silvia's |
Probando el pan de maíz |
Nos costó bastante entender la carta. La camarera llamó a otra compañera que hablaba español para que nos ayudara y ella nos recomendó lo más tipico. Yo pedí el southern style fried chicken (o sea pollo frito estilo sureño) con collard greens (una especie de col) y candied yams (boniato confitado). Mr. Knook pidió las Silvia's World famous, talked about bar-b-que ribs (se llaman así en serio, sino mirad la carta) que son costillas a la barbacoa. De acompañamiento unos black eyed pies (un tipo de alubia) y garlic mashed potatoes (puré de patata). Como el menú incluía gratis una bebia pedimos un Bloody Mary y un Mimosa. El Mimosa estaba bien pero el Bloody Mary era puro Tabasco. La propina está incluida, así que no tuvimos tampoco ningún problema.
Bloody Mary y Mimosa |
Pollo frito, costilla y demás acompañamientos. |
La Catedral de San John y la Universidad de Columbia
Después de la comida cogimos el metro dirección downtown para visitar la Cathedral Church of Saint John the Divine. Se supone que será la catedral más grande del mundo, si es que algún día llegan a acabarla. Se empezó a construir en 1892 y más de un siglo después aún le siguen faltando los traseptos. De hecho se veía perfectamente por dentro que el cierre era temporal y estaba sin recubrir, precisamente en aquellos puntos desde donde debía nacer el trasepto. Creo que es la primero vez que veo tan claramente el esqueleto de una iglesia, y descubrí que en realidad las piedras que después quedan a la vista no son más que ornamento.
La catedral no era nada espectacular, ni por dentro ni por fuera. De hecho por fuera estaba bastante sucia. Por dentro nos encontramos con este detalle:
Al próximo americano que me diga que no le suena de nada Commposte ¡lo mando a Saint John! |
Muy cerquita estaba Columbia University, una de las 8 de la Ivy League, así que nos acercamos a verla.
También visitamos la pequeña iglesia de la Universidad, donde estaban ensayando con el órgano.
Colándonos sin querer en la Riverside Church
Aprovechando que la Riverside Church estaba cerca, nos acercamos hasta allí y tuvo lugar un episodio de lo más extraño. Decidimos ir porque en la guía ponía que se podía subir a lo alto de la torre, que había muy buenas vistas. Así que haciendo caso a la guía fuimos.
Riverside Church |
La entrada era extraña, parecía más un centro social que una iglesia. Nadie nos dijo nada, así que fuimos a buscar el ascensor para subir a lo alto de la torre (sí, ¿qué clase de iglesia tiene ascensor? Era la primera vez que lo veríamos). En el ascensor sólo pudimos llegar al piso 20, porque la torre estaba cerrada por obras. Pero en el piso 20 había una ventana y un chino sacando fotos. También había una habitación con la puerta abierta donde había varias personas reunidas como si fuera un curso o algo. Nosotros nos pusimos a sacar fotos, la vista lo merecía. Acto seguido empezó a sonar un teléfono que estaba justo al lado de la ventana, no paraba de sonar. Mientras tanto salió del ascensor un negro que empezó a decir algo como "you're not supossed to be here" varias veces mientras cogía el teléfono. Yo no sabía si nos hablaba a nosotros o al del teléfono. Al final colgó y nos dijo que no podíamos estar ahí, que quién nos había dejado entrar, etc. Todo muy correctamente y sin gritar, pero con cara de pocos amigos. Le explicamos que subimos porque nadie nos avisó de lo contrario (y eso que nos habíamos encontrado varias personas en la entrada y en el ascensor). El negro llamó el ascensor, nos hizo entrar a los 3 y bajamos de nuevo a la entrada. Allí preguntamos cuándo se podía visitar la torre y nos dijeron que estaba cerrada. En fin, surrealista total, al final arriba sólo nos dio tiempo a sacar esta foto mientras esperábamos que el chino se apartara para poder encuadrar mejor:
La dichosa vista desde la iglesia. |
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