Cracovia día 2: Barrio judío y el gueto

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Iglesia de San Pedro y San Pablo

Comenzamos el día visitando la Iglesia de San Pedro y San Pablo, una de las más imponentes de la ciudad en cuanto a dimensiones, de estilo barroco. Se encuentra en la animada Calle Grodzka, desde la cual llaman la atención al templo las estatuas de los doce apóstoles que lo custodian. Data del siglo XVI.
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Exterior de la iglesia
Su interior es de los más grandes de la ciudad, razón por la cual se usa como sala de conciertos.
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Al lado se encuentra la pequeña Iglesia de San Andrés, una de las más antiguas de Polonia, del siglo XI. Es una iglesia pero más bien parece una fortaleza, y es que tenía carácter defensivo y en alguna ocasión los ciudadanos se refugiaron aquí de las invasiones externas.
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El interior llama la atención por lo recargado de su decoración, especialmente los tonos rosas del techo y el curioso púlpito en forma de barco.
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Detalle de la decoración interior
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El púlpito-barco, a la izquierda.
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La calle Grodzka
Siguiendo la calle Grodzka se llega hasta otra mini iglesia, la  Iglesia de San Adalberto, en plena Plaza del Mercado y también del siglo XI (más antigua que la propia plaza). El exterior se reconstruyó en estilo barroco en el siglo XVII. Su interior es minúsculo, y está a un nivel inferior del resto de la calle, testimonio del nivel original. Las sucesivas pavimentaciones la han dejado algo hundida.
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Iglesia de San Adalberto

Tour del barrio judío

En la Plaza del Mercado nos acercamos hasta la compañía que ofrecía los tours que habíamos hecho el día anterior. Esta vez queríamos una vista al barrio judío. De nuevo la guía era bastante escasa y queríamos empaparnos de información.

Aquí el barrio judío tiene nombre propio: Kazimierz (en español, Casimiro). Se llama así porque esta parte de la ciudad la fundó en el siglo XIV el rey Casimiro III. Por aquel entonces no pertenecía a la ciudad, si no que era otra parte independiente.A finales del siglo XV los judíos fueron expulsados de Cracovia y obligados a instalarse aquí, convirtiéndose así en el barrio judío.

El corazón del barrio es la calle Szeroka y la Plac Bawól. En esta última se encuentra la sinagoga vieja, la más antiguas de todas las que se conservan. Durante la II Guerra Mundial los nazis la arrasaron y posteriormente se reconstruyó, aunque no como sinagoga. Hoy día acoge el Museo Judío.
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Sinagoga vieja
A pocos metros se encuentra la Sinagoga Remuh, la única que queda en servicio en la ciudad y que visitaríamos por nuestra cuenta un poco más tarde.
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Sinagoga Remuh (exterior)
El ambiente hebreo se respira por todas partes. Los restaurantes ofrecen comida kosher y la decoración de los jardines es con forma de menorah.
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Detalle de la decoración con menorahs.
Sin embargo, la historia de este barrio ya sabemos que no es tan bonita: más de 60.000 judíos de los que aquí vivían fueron exterminados. Algunos consiguieron sobrevivir y son personajes de renombre con este oscuro pasaje en su historia. Los gurús del mundo de la cosmética Max Factor, Helena Rubenstein o el director de cine Roman Polanski son algunos de esos judíos polacos que han sufrido de una manera o de otra los horrores del anti-semitismo. Hoy en día se les recuerda con una placa en medio de la plaza.
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Monumento a los judíos asesinados
Al lado de la sinagoga Remuh se encuentra la estatuta de Jan Karski, miembro de la resistencia polaca, que terminó como prisionero de guerra nazi y pasó información de las atrocidades que estaban cometiéndose en Polonia a los aliados y al gobierno en el exilio. En reconocimiento a su labor el pueblo judío le otorgó el título de Justo entre las Naciones.
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Monumento en honor a Jan Karski
En la ciudad se rodaron algunas escenas de la película de Spielberg "La Lista de Schindler". A pesar de que la historia real tiene lugar en el gueto, Polanski decidió rodar en el barrio judío porque el primero tenía demasiada carga emocional y estaba peor conservado. En este patio interior, entre las calles Józefa y Meiselsa se rodó una de las escenas más populares:la del desalojo del gueto que da comienzo a la película.
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Localizaciones de la película
Pero no sólo había judíos en Kazimierz, también había muchos cristianos. En la Plac Wolnica llama la atención el antiguo ayuntamiento, hoy museo etnográfico.
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Cruzamos el Puente Bernatek que comunica el barrio judío y el gheto, ya en el barrio de Podgórze. Este puente fue lugar de exposición temporal de unas curiosas estatuas que aparecen suspendidas del mismo. Debido a su éxito, han pasado a formar parte de el de forma permamente.
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Puente Bernatek
Al otro lado del puente nos recibe la imponente Iglesia de San José, un templo bastante moderno, a pesar de lo que pueda parecer.
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El gueto fue el lugar donde se enviaron a los judíos durante el nazismo. Se trataba de un pequeño barrio en el que fueron hacinadas muchas familias, llegando a vivir cuatro en cada piso y algunas de ellas directamente al raso porque no había casas para todos. Además, también se rodeó de un muro lo bastante alto para no poder escalarlo pero lo bastante bajo como para que no diera sensación de agobio y albergaran cierta esperanza (por aquello de que no armaran una revuelta, claro). Originalmente la población judía de Cracovia sobrepasaba las 60.000 personas, de las cuales se permitieron quedar sólo a 15.000. De estas 15.000 personas se seleccionaron los válidos para trabajar que fueron enviados a campos de concentración, principalmente al de Płaszów, a sólo unos cuántos kilómetros. Los inválidos para el trabajo se llevaron a campos de exterminio. La historia de los judíos de Cracovia y el gueto pone los pelos de punta. Y ver las fotografías de estos rincones durante la época sigue impactando.
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Antiguas casa del gueto, aún sin restaurar.
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Restos del muro que rodeaba el gueto (I)
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Restos del muro II
La Plaza de los Héroes del gueto era el punto clave del gueto. En origen era la plaza del mercado, pero durante la Segunda Guerra Mundial fue escenario de la espera de los judiós para saber qué macabro destino les aguardaba. Hoy en día las sillas vacías que aquí se encuentran representan este destino en función de su orientación: el campo de concentración, el de exterminio o la farmacia del Águila cuyo farmacéutico ayudo a algunos judíos a escapar.
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Garita nazi en la plaza
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Plaza de los Héroes del Gueto
El tour guiado terminaba allí. A pocos metros se encuentra la Fábrica de Oskar Schindler, historia en la que se basa la película. Oskar Schindler era un empresario alemán que en un primer momento se aprovechó de la baratísima mano de obra judía y acabo ayudando a muchos de ellos a escapar de un horrible destino. Hoy en día su fábrica está convertida en museo y se puede visitar, pero al igual que el campo de concentración de Auschwitz es una de las visitas más demandadas por los turistas. Por ello es preciso reservar con antelación. Nosotros no pudimos verla porque las entradas estaban agotadas desde varios meses antes.

El tour había durado mucho, más de 3 horas, estábamos los tres agotados y con pocas ganas de seguir Necesitamos hacer un descanso.

Decidimos volver al barrio judío para comer allí, ya que habíamos visto sitios que tenían buena pinta. Al final terminamos en un israelí donde probamos algunas delicias y nos relajamos un rato (Restaurante Hamsa: mi crítica en Triapadvisor aquí).
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Hummuse y Muhammara
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Tahine
Al acabar la comida quisimos explorar un poco más el barrio judío, ya que con el tour nos habíamos quedado con ganas de ver cosas. Por desgracia sólo pudimos visitar dos sinagogas, porque ya era muy tarde y cerraban pronto.

Sinagoga Remuh

La Sinagoga Remuh es una pequeña sinagoga que todavía sigue funcionando a día de hoy. Remuh era un rabino de Cracovia en el siglo XVI. Su interior es minúsculo, y aunque en teoría es obligatorio ponerse el kipá para entrar en cualquier sinagoga en activo, creo que se olvidaron de decírnoslo. A su lado se encuentra el cementerio judío.
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Entrada a la sinagoga y cementerio, a la derecha.
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Interior de la sinagoga
El cementerio anexo a la sinagoga fue expoliado por los nazis, que usaron las tumbas como material de construcción. Posteriormente, tras la guerra, aquellas lápidas que se pudieron recuperar fueron devueltas. Pero, obviamente, tan sólo son una parte. El cementerio no está activo en la actualidad.
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En las paredes exteriores de la sinagoga se recuerdan los nombres de las víctimas:
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Sinagoga Tempel

La otra sinagoga que pudimos visitar fue la Sinagoga Tempel. Aunque al principio no encontramos su entrada principal y pensamos que estaba cerrada. Por ello terminamos en un parque anexo en el que dejamos disfrutar un rato a la pitufa.
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Después descubrimos que la entrada era por otro lado y pudimos acceder. Por suerte el horario de cierre era más tardío de lo que habíamos leído, así que pudimos disfrutarla sin prisas.
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Exterior de la Sinagoga Tempel
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Interior
  Ya no teníamos más fuerzas para seguir explorando la ciudad, llevábamos muchos kilómetros recorridos con la peque encima y decidimos volver al hotel a cenar y relajarnos mientras veíamos la puesta de sol desde el balcón de nuestro hotel. 

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