Suiza día 2: Berna

by - 10:35

Desayuno con vistas

Comenzamos el día con un desayuno con vistas maravillosas al Lago Lemán. A pesar de que el día estaba un poco gris fue realmente agradable empezar la jornada de esta forma tan tranquila y con plena luz natural. Las montañas se adivinaban a lo lejos y el lugar invitaba a disfrutar el desayuno. Tras el desayuno nos dirigimos a la estación de tren para descubrir la capital del país, Berna.
Sin título

Conociendo Berna

El sistema de trenes en Suiza funciona muy bien, aunque es muy caro. Los billetes de ida y vuelta a Berna nos costaron unos 60€ por persona. El trayecto era de aproximadamente 1h20. Desde la estación enseguida se llega al centro de Berna, con sus características calles medievales porticadas, jalonadas de fuentes y atravesadas por las vías del tranvía.

Calles porticadas y fuentes

Berna es la capital de Suiza, aunque su población no alcanza los 150.000 habitantes. Su casco histórico es Patrimonio de la Humanidad por lo bien conservado que está y, como digo, lo más característico son los más de 6 kilómetros de soportales bajo las casas. Pero también llaman la atención sus numerosas fuentes del siglo XVI, que a veces parecen estar colocadas en el sitio donde más estorban, prueba de que ellas estuvieron antes que el tráfico.
Sin título
Calle Aarbergergasse con la fuente de Ryfflibrunnen
Sin título
Fuente de Anna-Seiler-Brunnen, en Marktgasse
Sin título
Fuente de Schützenbrunnen, también en Marktgasse
Sin título
En los soportales las antiguas bodegas o kellers hoy en día acogen pubs, cines, restaurantes...Al ser domingo la gran mayoría estaban cerradas cuando llegamos, aunque pudimos ver algunos abiertos antes de irnos.
Sin título

Catedral, reloj y Parlamento Federal

La catedral de Berna o Münster es la más grande de Suiza, y, sin embargo, salvo su torre, pasa bastante desapercibida. Es de estilo gótico y su pórtico es lo que más sorprende del exterior, junto con la torre, de unos 100 metros de altura.
Sin título
Exterior de la catedral de Berna
Sin título
Pórtico de la catedral
El acceso lo tuvimos que hacer por una puerta del lateral de la fachada por la que entrabas a la tienda de recuerdos, porque estaba en obras (no sé si siempre se entra por ahí). En el interior destacan las vidrieras y la sillería del coro.
Sin título
Interior de la catedral
Sin título
Órgano
Sin título
Vidrieras tras el altar
Sin título
Detalle de la decoración de la bóveda
De entre las vidrieras llama la atención aquella que representa la "Danza de la Muerte", un género artístico medieval que representa a la muerte en forma de esqueleto bailando con diferentes personas en distintas etapas vitales y diferentes posiciones sociales. El objetivo es recordarnos que la muerte nos iguala a todos.
Sin título
Admirando la vidriera de la "Danza de la muerte"
El Ayuntamiento de Berna se encuentra muy cerca, y es un edificio bastante singular para ser un ayuntamiento.
Sin título
Fuente Vennerbrunnen en la Plaza del Ayuntamiento
Sin título
Edificio del ayuntamiento, izquierda.
Aprovechando que iban a ser las dos en punto nos acercamos hasta la Torre del Reloj (Zytgloggeturm), aunque el reloj se pone en marcha cuando minutos antes de la hora y por eso lo vimos sólo a medias. Primero suena la campana de lo alto de la torre, después se ponen a dar vueltas los osos y así siguen turnándose las figuras. Nos perdimos la parte de los osos, pero el resto pudimos verlo.
Sin título
Al lado del reloj mecánico también hay un reloj astronómico del estilo del de Praga pero más nuevo, del siglo XVI.
Sin título
Y también en esta torre se encuentran las medidas oficiales por las que se regían los ciudadanos antiguamente.
Sin título
Las medidas oficiales, en el lateral de la torre.

El Parlamento Federal es la sede del gobierno del país. Acoge el Consejo de Gobierno (el órgano ejecutivo) y la Asamblea Federal (el órgano legislativo, formado por dos cámaras). Nos falta el poder judicial, porque cada cantón tiene su propia tribunal y en Lausanne se encuentra el Tribunal Federal.
Sin título
El Parlamento federal
La plaza que se sitúa delante del edificio es una explanada enorme donde las 26 fuentes de agua representan a cada uno de los cantones. Al llegar no estaban funcionando pero un ratito después ya las pudimos ver en acción. Aprovechamos también para sacar dinero en uno de los bancos que se encuentran la plaza. A Mr. Knook le parecieron muy coloridos los billetes, así que les sacó una foto. La verdad es que sí que llamaban la atención:
Sin título Sin título
Con el dinero en efectivo volvimos a la catedral para subir a la torre (no admitían tarjeta y no teníamos suelto anteriormente). Desde arriba los inclinados tejados a dos aguas conformaban un paisaje de cuento: Sin título Sin título
Sin título
Plaza de la catedral desde arriba
Saliendo de la zona vieja hacia el puente Nydeggbrücke nos encontramos con el Bärengraben, el foso de los osos. El oso es el símbolo de Berna, ya que la leyenda dice que debe su nombre a este animal por su escritura en alemán. Sea como fuere, hoy en día este símbolo está en las matrículas, los souvenirs para turistas, el escudo de la ciudad, etc. Al principio el espacio de los pobres osos se reducía al foso que se ve en la foto, pero hoy en día está conectado con un parque bastante más grande para que puedan disfrutar de algo más de libertad.
Sin título Sin título

Rosengarten

Siguiendo el camino ascendimos la empinada colina en dirección al Rosengarten. Es una jardín de rosas desde el que se puede obtener una vista magnífica del meandro del río Aare y la ciudad vieja. Si además tienes la suerte, como nosotros, de ir en primavera, podrás apreciar los cerezos en flor (y menos mal porque las rosas aún no habían florecido y fue lo que vimos).
Sin título
Vistas desde el Rosengarten
Sin título
Pitufa disfruntando de las vistas desde lo alto del parque
En medio del camino se encuentra la estatua de Einstein, que vivió en Berna durante 7 años y al que le gustaba mucho venir al jardín a pasear con su mujer.
Sin título
Estatua de Albert Einstein en Rosengarten
Sin título
Variedades de rosas plantadas I
Sin título
Variedades de rosas plantadas II
En lo alto del parque se encuentra un icónico restaurante en el que nos paramos a comer, sobre todo porque poco más había en los alrededores (Restaurante Rosengarten: mi crítica en Tripadvisor aquí). La carta era curiosa porque tenía muchos platos vegetarianos, probamos el hummus, la sopa de lentejas y la harira marroquí. Pero sin duda lo que merece la pena son las vistas.
Sin título
Vistas de la ciudad vieja
Sin título
Vistas del río
Sin título
Nos gustaría haber ido a visitar el Paul Klee Zentrum, pero cuando acabamos de comer pasaban de las 16:30 y el museo cerraba a las 17. Decidimos coger el tren de vuelta a Lausanne, pero antes paramos en el supermecado Migros de la estación. Esta compañía es el mayor empleador de Suiza y el mayor detallista, hay un Migros en cada esquina, básicamente, y está muy bien porque tiene productos bio y comidas preparadas de muy buena calidad a un precio asequible. Además cuenta con una minizona para comer (de pie). Le echamos el ojo a unas ensaladas muy completas y unas quiches y así solucionamos la cena para más tarde en el hotel.

El camino de vuelta en el tren fue muy agradable, ya que había menos gente y pudimos disfrutar de las preciosas vistas del lago a lo largo de todo el recorrido.
Sin título Sin título

El puerto de Lausanne

Ya de vuelta en Lausanne nos acercamos a la zona de Ouchy, el puerto. Aquí está también la zona olímpica (Lausanne es sede del COI y del Museo Olímpico) y la parada de metro Ouchy-Olympique nos lo recuerda. En el techo las distintas selecciones olímpicas de los distintos países, y en el suelo una calle de atletismo.
Sin título
Detalle del suelo de la estación, a modo de calle de atletismo
Sin título
Decoración interior del vagón
Sin título
Selecciones olímpicas en el techo de la estación
En Ouchy se respira otro ambiente diferente al del centro de Lausanne. Lo primero que te encuentras es el omnipresente lago. Al fondo, las imponentes montañas de los Alpes, amarrados, las embarcaciones deportivas y, por el paseo, un montón de gente haciendo deporte. Se respiraba paz y tranquilidad y nos quedamos allí un buen rato disfrutando el momento, sin prisas.
Sin título Sin título Sin título
Sin título
La escultura "Eole"
Cuando empezó a hacer más frío nos volvimos al hotel, no sin antes fijarnos en que los parques infantiles que habíamos visto¡eran la caña!. Las instalaciones eran super originales y el suelo solía ser de madera o de tierra (no de neumático reciclado horrible como en Galicia). Los tres parques que habíamos visto hasta ahora (en Ginebra, Berna y Lausanne) eran chulísimos. Aunque algunos los pudimos disfrutar más que otros porque no siempre nos cuadraba que la peque estuviera despierta.
Sin título
Al llegar al hotel disfrutamos de lo comprado en la Migros y de un pastel también muy típico, el carac.
Sin título

Te puede interesar

0 comentarios