Burgos día 2: Covarrubias, Desfiladero de la Yecla, Monasterio de Santo Domingo de Silos y Lerma

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Covarrubias

El segundo día de visita en Burgos decidimos acercarnos hasta el pueblo de Covarrubias, del que dicen que es uno de los pueblos más bonitos de España. Se encuentra formado por las características casas de adobe y entramado de madera vista que ya por sí solas son un paisaje de postal.
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Casas típicas de Covarrubias
Pero luego el lugar tiene más historia de lo que podría parecer a simple vista. Se le considera la cuna de Burgos. Fue fundada por el rey visigodo Chindasvinto y se convirtió en el primer Infantado de Castilla gracias al primer conde de Castilla, Fernán González. Debido a ello, su hija Urraca se convirtió en la primera abadesa del señorío eclesiástico.

La Colegiata de San Cosme y San Damián es sin duda una de las joyas del pueblo que bien merecen una visita guiada. Aunque la primitiva iglesia se cree que fue mandada construir por Chindasvinto, la configuración actual como colegiata data del siglo XV.
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Exterior de la excolegiata, hoy iglesia parroquial
Su interior sorprende por su magnificencia. Aquí encontramos los sepulcros de Fernán de Castilla y su esposa, así como uno de los órganos más antiguos de Castilla todavía en funcionamiento (siglo XVII) y que tuvimos el privilegio de poder oír porque estaban haciendo pruebas para el día siguiente (misa de domingo).
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Nave central de la colegiata
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El órgano
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Sepulcro de Fernán González
A la visita guiada llegamos de casualidad y la recomendamos mucho. El hermoso claustro del siglo XVI sólo se puede ver así, así como el maravilloso tríptico del que hablaremos más adelante.
  Sin título Aunque hemos de confesar que nosotros entramos atraídos por la historia de Kristina de Noruega. Fue una princesa del siglo XII que se casó con el infante Felipe de Castilla, aspirante al trono del Sacro Imperio Romano Germánico. Y todo por el deseo de su padre Hakoon IV de establecer alianzas con el trono castellano y abrirse a Europa. Pasó gran parte de su vida en España en Sevilla y se dice que murió de melancolía de su país natal, sin descendencia.

La historia de Kristina se sumió en el olvido y no fue hasta el siglo XX cuando su sepulcro se redescubre en Covarrubias. Una mujer alta (1,70 metros, inusual para las españolas de la época pero no para las noruegas), pelo rubio y uñas pintadas. Desde entonces se le han rendido sucesivos homenajes y tiene hasta una fundación en su honor que cumplió en 2011 con el deseo de la princesa de construir una capilla en memoria de San Olav, en Covarrubias.
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Sepulcro de la princesa Kristina en el claustro de la colegiata
Su estatua se encuentra presidiendo la entrada a la colegiata, y en su honor se celebra también un festival de música noruega y un mercado de productos noruegos cada septiembre.
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Estatua de la princesa Kristina a la entrada de la colegiata
Aunque en honor a la verdad, la visita guiada apenas habla de la historia de la princesa, vale la pena sólo por ver el museo, con varias piezas de excelente factura que el guía explica pormenorizadamente. Sin duda la obra maestra del museo es el tríptico de la adoración de los reyes magos, atribuido a un discípulo de Gil de Silóe. Se trata de un tríptico en tres dimensiones, que nos sorprendió mucho porque pocos habíamos visto así (curiosamente veríamos alguno más en nuestro siguiente viaje a Budapest).
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El magnífico retablo
Por último, otra de las obras maestras del pequeño museo, es el cuadro atribuido a Van Eyck, la Virgen del Libro.
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La Virgen del Libro, desde lejos...
Otras cosas que se pueden hacer en esta bella villa es visitar el Torreón de Fernán González (a nosotros nos cuadró cerrado), dar un paseo a lo largo del río o apuntarse a una de las visitas guiadas por el casco histórico. Si se da un paseo a lo largo del río se pueden observar los restos de las antiguas murallas: Sin título
Nosotros decidimos poner aquí punto y final a nuestra visita, pero el lugar es muy agradable para pasar el día entero conociendo más de sus bellos rincones.

Desfiladero de la Yecla 

Tras salir de Covarrubias y camino de Silos nos desviamos en un sitio que en un principio no teníamos pensado, pero que nos habían recomendado en la oficina de turismo. Se trataba del Desfiladero de la Yecla, una garganta profunda enclavada en un paraje natural que se puede recorrer gracias a los puentes colgantes y pasarelas. Para acceder dejamos el coche en una de las entradas del túnel. Se entra a un lado del túnel y se sale por el otro.
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Túnel de la Yecla
El recorrido es cortito (600 metros) y se puede hacer perfectamente con la niña en la mochila. Hay algunas zonas muy estrechas y hay que ir en fila de india casi todo el recorrido, pero fuera de ahí no es nada problemático.
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En una de las partes mas anchas, a mitad de camino
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Posando a la salida
Todo el lugar es zona de especial protección para las aves (ZEPA), y se pueden ver a simple vista buitres leonados sobrevolando la garganta.
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Un buitre leonado, a simple vista
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Buitre leonado en pleno vuelo

Monasterio de Santo Domingo de Silos

La siguiente parada fue Santo Domingo de Silos, para visitar el monasterio. Primero paramos a comer en un matahambres que ya sabíamos que no iba a ser gran cosa, pero tras llamar y comprobar que todos los restaurantes de Silos y alrededores estaban o bien reservados o no había sitio, nos tuvimos que conformar con ese (Silos 2000: mi crítica en Tripadvisor aquí).
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El Monasterio de Santo Domingo de Silos pertenece a la Orden de San Benito que se rigen por la famosa Regla de San Benito del ora et labora, de tal forma que reparten las 24 horas del día en 8 de oración, 8 de trabajo y 8 de descanso. El monasterio adquiere notoriedad cuando en el siglo X Santo Domingo, un monje riojano, se convierte en abad del mismo.

El claustro es básicamente lo que se visita, y no es poco, porque es un claustro espectacular. La visita se hace con guía, que va contando la historia del monasterio y de la construcción del claustro. Se trata de un claustro de doble planta de unos 30 metros aproximados en cada lateral, es decir, bastante grande. Se construyó en dos fases, cada una con diferentes estilos que se pueden apreciar en los fustes y capiteles del conjunto. En concreto en los capiteles se encuentran diversas decoraciones fantásticas en forma de zarcillos, grifos, celosías, sirenas... El ciprés que adorna el patio tiene más de 200 años.
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Vista del patio del claustro y el ciprés
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Lateral
También son dignas de mención los ocho relieves que adornan las esquinas.
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Relieve de "El descendimiento"
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"La Duda de Santo Tomás"
A poca distancia de Silos se puede visitar el Cementerio de Sad Hill. Se trata de uno de los escenarios de la película El bueno, el feo y el malo de Sergio Leone protagonizada por Clint Eastwood. Nosotros teníamos curiosidad pero tampoco somos demasiados fans de la peli, y como suponía una desviación en la ruta que nos impediría ver otras cosas, no fuimos.

Lerma

Nuestro siguiente destino fue Lerma, supuestamente otro de los pueblos más bonitos de España. Su fama está estrechamente relacionada con el Duque de Lerma, primer ministro y valido de Felipe III. Lerma era la corte de recreo donde acudían los personajes más ilustres, se construyeron monasterios, una imprenta real, conventos...

Nos da la bienvenida al pueblo el arco de la cárcel, resto de una de las antiguas puertas de la muralla que rodeaba la ciudad y que fue ampliado en tiempos del duque para servir de cárcel.
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Arco de la cárcel, la entrada a Lerma
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Paisaje de Lerma

Uno de los edificios más conocidos de Lerma es el Palacio Ducal, que se encuentra en la Plaza Mayor. La verdad es que llegar aquí nos dio bastante bajón, porque la plaza era un aparcamiento de coches que le quitaban cualquier atisbo de grandiosidad al conjunto. Sólo te podías fijar en los coches :(

El Palacio Ducal es de estilo herreriano y recuerda mucho a El Escorial. En la actualidad es un parador de turismo pero se construyó para acoger a la familia real en sus viajes de caza por la zona, y como residencia del duque. Aunque ahora se vea deslucido entre tanto coche, originalmente se encontraba rodeado de jardines. Fue mandado construir por el Duque de Lerma, como muestra de su riqueza, para atraer personalidades a la corte  y para exhibir su poder.
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Palacio Ducal de Lerma, presidiendo la Plaza Mayor
Nos pareció mucho más bonita y recogida la Plaza de Santa Clara y el Mirador de los Arcos, que comunica el palacio con la Colegiata mientras a sus pies se extiende la llanura castellana.
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Vista de la plaza desde el mirador
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Panorámica de la vega del Arlanza
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El bonito mirador
Efectivamente siguiendo el mirador llegamos hasta la Colegiata de San Pedro, que dependía directamente de Roma y totalmente independiente del arzobispado de Burgos, por obra y gracia del duque. No pudimos, sin embargo, entrar al interior, porque a esas horas ya estaba cerrada.
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Exterior de la colegiata
En la plaza delante de la colegiata se encuentra sentado en un banco José Zorrilla, que vivió en una casa cercana. Es posible hacer un paseo literario por las calles en las que el poeta y dramaturgo pasó parte de su vida y se inspiró para algunas de sus obras.
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Casa donde vivió Zorrilla
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Versos de Don Juan Tenorio, de Zorrilla, al lado de la casa
Después del paseo por Lerma nos volvimos a Burgos donde cenamos en un restaurante al lado del hotel que estaba bastante bien (La Tesorera: mi crítica en Tripadvisor aquí)

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