Rusia día 0: Llegada a Moscú
De SCQ a DME
Por fin llegaba el día de embarcar rumbo a Rusia. La parte menos divertida fue levantarse a las 4 de la mañana para coger el primer vuelo destino Madrid con Iberia. El día anterior había reservado un taxi para no tener que molestar a nadie tan temprano. El taxista fue muy majo, y hasta nos dio un bombón a cada uno. Yo, tonta de mi, pensé que no tendría hambre a esas horas (me suele pasar) y como sabía que nos iban a dar de comer temprano en el avión, ni desayunamos ni llevábamos nada preparado. Por supuesto fue llegar al aeropuerto y entrarme ganas de desayunar, así que nada, a pagar 6,50€ por un café, un croissant y un zumo.Lo peor era tener que cargar con el abrigo de plumas, las botas y la ropa de invierno cuando en Santiago las máximas eran de 25 grados. Esperando el avión nos encontramos con dos compañeros de baile que se iban a Tenerife, vestidos de pantalón corto y chanclas, ¡menudo contraste que hacíamos! xD
Tanto el vuelo como la escala en Madrid transcurrieron sin novedad. Despegamos puntuales tanto de Santiago como de Madrid y a las 13:00 horas ya nos estaban dando de comer. [Tip: en los vuelos de Iberia que superan las 3 horas se incluye comida gratuita.]
Hummus, pasta con berenjenas y pimientos, pan, mantequilla y tarta red velvet. |
La aduana y el timo del cambio de dinero
Tras cinco horas de vuelo aterrizamos en el aeropuerto de Domodedovo, en Moscú, a las 17:30 hora local. Lo primero que hicimos nada más bajar fue cambiar euros a rublos, pero escogimos fatal el sitio. Fuimos al primero que vimos dentro de la zona de embarque y no sólo nos clavaron 100€ de comisión (cuando lo normal son 30€), sino que además tuvieron la indecencia de darnos todo en billetes pequeños, de forma que, literalmente, ¡no nos cabía el dinero en la cartera!. Vamos, que es como si aquí cambian 200€ y lo dan todo en monedas de 1 y 2€. ¡Imaginaos!. Además, cualquiera le reclamaba algo a la rusa, que a parte de no hablar inglés hasta parecía que lo había hecho a propósito...Grrrrrrrrrr. [Tip: Cambiad dinero en la zona pública del aeropuerto y obviar los carteles de "express" si no queréis que os pase como a nosotros] Vale que picamos por pardillos, ¿pero no os parece muy fuerte que claven semejante comisión cuando justo a la salida del aeropuerto hay puestos más baratos?, ¡que por menos expulsamos a los judíos en su día!Parece mucho dinero y en realidad no lo es: 50 rublos=1€, 100rublos=2€. Es decir, desplegado en la parte de arriba podía haber 40€ tan solo. |
Una vez fuera con las maletas, nos dirigimos al aeroexpress, el tren que enlaza el aeropuerto de Domodedovo con la estación de Paveletski en unos 45 minutos.
Mr. Knook enfadado con los ruskis por el tema del cambio. |
El funcionamiento del metro
Una vez en la estación de Paveletski enlazamos con la línea de metro, pero no fue tan fácil como imaginábamos. ¡Y es que todos los letreros estaban en cirílico! Menos mal que llevaba la lección aprendida y sabía descifrarlos sin problema. Aún así el sistema es un pelín diferente a los otros metros.El ticket de metro, que se compra en las máquinas expendedoras y las ventanillas (ninguna admite tarjeta), es muy barato, apenas 0,40€ al cambio. El camino hacia los andenes es muy característico y es prácticamente igual en todas las estaciones: tres filas de escaleras mecánicas con mucha pendiente (ya que la gran mayoría de las estaciones están a bastante profundidad), iluminadas por unas características lámparas.
Al final de las escaleras solía haber un puesto de control, que invariablemente estaba ocupado por mujeres que supervisaban a los viajeros en la pantalla. Un trabajo que parecía bastante aburrido.
Si la parada de metro era de las más transitadas, solía estar divivida para cada sentido de circulación con unas vallas. En el andén hay bastante carteles que confunden un poco, ya que no informan de la línea que pasa por ese anden, sino de dónde se encuentran los accesos a las otras líneas que tienen conexión con esa estación. Por eso nos quedamos varios minutos mirando el cartel de abajo, frustrados porque no encontrábamos la parada a la que teníamos que ir, hasta que comprendimos que el cartel no ser refería a la línea que pasaba por ese andén, si no a otra que tenía conexión un poco más adelante.
Normalmente los trenes de las direcciones opuestas desembocan en el mismo vestíbulo pero en diferente andén, y no suele estar indicada la dirección en el vestíbulo principal. Hay que meterse en los andenes para, ahí sí, encontrar la línea desglosada con sus paradas y conexiones (y como mucho hay un par de letreros para todo el largo de la estación, así que a veces hay que andar un poco porque no se ve desde todas partes).
Cartel informativo con las paradas de la línea 4 y sus conexiones. Como se ve, todo en cirílico. |
Andén de metro con el cartel que indicaba cuándo había pasado el último tren. Es decir, en 10 segundos pasaba otro. |
Ya en la zona del hotel, reconocimos su exterior gracias a Google Street View (qué inventazo) y nos ahorramos muchas vueltas, ya que en el exterior los hoteles apenas suelen estar indicados (Hotel Kitay-Gorod: mi crítica en Tripadvisor aqui). [Tip: Conviene saber que отел es hotel en cirílico]. La habitación era pequeñita, se oía la música del bar de abajo, le faltaban unas persianas, y estaba a 500 grados, pero qué importaba, estábamos en Rusia y deseando descansar para que se hiciera de día y poder empezar con las visitas :)
2 comentarios
Bufff y la gente se queja de Japón y el poco ingles!!! O.O al menos, en las principales, las estaciones están en nuestro ABC!!! y lo del cambio y la comisión...ni hablemos!!
ResponderEliminarEso si, que gracia que creyeran que eras rusa jajaja
Bueno, con ganas de ver las visitas que realizasteis ^_^
un saludo
Jajajaja eso mismo pensé yo. Mucho más fácil el metro japonés, con sus avisos en inglés y todo. Aunque una vez que te habitúas las verdad es que es super eficiente. En San Petersburgo ya sí que hay más letreros en alfabeto latino y muchas más cosas en inglés.
Eliminar