Una oferta muy tentadora

Este año ha sido un año extraordinariamente prolífico en cuanto a viajes. Nunca había viajado a tantos países en un año! Y el proceso también fue extraordinariamente inusual. Los vuelos a Estambul los cogimos el día antes de marcharnos a Marrakech (esa noche no pegué ojo de la emoción), y los de Rusia unos días antes de irnos a Estambul. Mirando combinaciones de viajes en Iberia me topé con una oferta irresistible de poco más de 100€ i/v desde Santiago con escala en Madrid. Dudé mucho si cogerla o no, porque era en Octubre, con las clases de Mr. Knook y mis clases de la Escuela de Idiomas empezadas y en plena semana de IVA. Pero Mr. Knook dijo que adelante, que para qué le daba tantas vueltas y no me hice de rogar mucho más, ¡porque lo estaba deseando! Rusia era un destino con el que llevábamos mucho tiempo en mente, así que esa noche apenas pegué ojo (otra vez). Después me puse a informarme del visado y los requisitos y me arrepentí de haber sido tan rápida, ¡parecía que los rusos no tenían ningunas ganas de que les hiciéramos una visita!

¿Cuántos días ir a cada ciudad?

Con el visado en nuestra manos (os cuento cómo conseguirlo aquí), sólo teníamos que decidir cuántos días pasar en cada ciudad. Teníamos 8 días completos y teníamos claro que queríamos visitar Moscú y San Petersburgo sí o sí. Después de informarnos un poco dividimos los días a partes iguales, de forma que nos quedaríamos 4 días en Moscú y 4 en San Petersburgo, y creo que fue una opción muy acertada. Para Moscú hace falta por lo menos dos días completos, pero nosotros queríamos además reservar un día para visitar el Monasterio de Sergiev Possad y una mañana para el Convento de Novodevichi. Lo principal de San Petersburgo también se puede ver en dos días completos, pero queríamos acercarnos hasta el Palacio de Peterhoff y al de Catalina, así que añadimos un día más para cada palacio.

El tren de Moscú a San Petersburgo

Para moverse entre ambas ciudades se puede coger un avión, que tarda una hora y media de vuelo más el tiempo de llegar y salir del aeropuerto. Es la forma más rápida, pero también la más estresante. Nosotros teníamos claro que era mejor hacer el trayecto en tren.

Hay varios trenes al día, el Сапсан o Sapsan (el halcón), el tren más rápido, tarda 4 horas más o menos en hacer el trayecto, pero como se viaja de día nos quitaba tiempo de visitas, así que nos decidimos por un tren nocturno.

Hay varios trenes nocturnos también, unos más normales, y otros más "temáticos": el Smena A. Betancourt (del ruso "Sucesores de A. Betancourt" llamado así por el rector español de la Universidad de Ferrocarriles de Rusia Agustín Betancourt), el Afanasy Nikitin, el Tolstoi, el Megapolis, el Dos Capitales... El más conocido es el  Кра́сная стрела́ (Krasnaya Strela) o Flecha Roja. Este icónico tren data de 1931 y fue el primero donde aparecieron los compartimentos de primera clase. Es uno de los trenes más antiguos que todavía están en circulación, y era el que usaban los dirigente soviéticos y aquellos allegados de Stalin. Podéis ver fotos del interior del tren en ésta página. Debido a la gran demanda, tiempo después se puso en circulación el llamado Flecha Roja 2, que actualmente se conoce como Express y otro más lujoso todavía llamado Grand Express. La gran ventaja de los trenes nocturnos es que nos ahorrábamos un noche de hotel y además el viaje lo hacíamos por la noche, con lo que no perdíamos tiempo.

Posando con el Flecha Roja, tras haber pasado la noche en él

Comprar los billetes

Para comprar los billetes hay que entrar en la página web de los ferrocarilles rusos. Antes la cosa era más complicada porque estaba sólo en ruso, pero ahora ya cuentan con una versión en inglés. Recomiendo usar el conocido tutorial del blog de Edu y Eri, que tiene información muy útil como el número de los trenes, los compartimentos a evitar, etc. Una vez registrados, seleccionamos el horario que nos venga bien y el tren que queramos, el tipo de clase/camarote e incluso las literas que queramos. Nosotros reservamos a la ida un camarote privado de primera clase para dos personas en el tren Express (que es un pelín más barato que el Flecha Roja), y a la vuelta un camarote mixto de 4 personas (2ª clase) en el Flecha Roja con una litera arriba y otra abajo. Es importante saber que el cargo en la tarjeta lo hacen en dos pasos, es decir, cobrarán primero los billetes de ida y cuando acabe el proceso los de vuelta, así que es importante no cerrar la página mientras tanto ni asustarnos si vemos dos cargos diferentes. Es raro, pero es así. Ambos billetes tenían el desayuno incluido, un desayuno bastante abundante, además de una botellita de agua y una toalla por pasajero, y ciertas amenidades como zapatillas o cepillos y pasta de dientes.

Normalmente el billete es electrónico y se puede imprimir directamente desde la web. Es decir, no hace falta después cambiarlo en las taquillas ni hacer nada, tan sólo dirigirse al tren si más. Ojo! Puede no ser así para todos los trenes, y en ese caso en vez de un billete electrónico obtendríamos un resguardo que sí habría que cambiar por los billetes en taquilla.

Reserva de los billetes y links para su impresión desde la página web de los ferrocarriles rusos

Usos y costumbre en el tren nocturno

Para aquellos que (como nosotros) no habéis viajado nunca en tren nocturno y no sabéis como desenvolveros esta es más o menos la cronología:

• En cada vagón hay una provodnikí o azafata que sólo te dejará entrar una vez haya comprobado que tu nombre está en su lista. Para ello deberás entregarle el pasaporte y ella te dirá tu camarote y literas.

• Os vendrán a preguntar qué queréis de desayuno y a qué hora lo queréis. Hay 3 tipos de desayuno a elegir: huevos, blinis y el tercero creo que era yogur pero no recuerdo bien. También os preguntarán qué queréis beber (té, café o zumo). Os recomiendo que sepáis como se dicen estas palabras en ruso para que os suenen. En nuestro caso tuvimos la opción de elegir en al web el desayuno en el billete de clase superior (con fotos) pero no en el de segunda clase.

Al llegar al tren la parte "fría" del desayuno ya está servida: naranjas, yogures, magdalenas, pan, chocolate, mantequilla y mermelada, y agua.

Desayuno de primera clase. A la hora convenida traen e lresto del desayuno: blinis con salmón, queso, embutidos, zumos y/o té o café (obviemos mi cara hinchada de no haber pegado ojo)

Desayuno en segunda clase: blinis y té en unas jarras bien majas. Al fondo la cajita con pan, magdalenas, embutido, mantequilla y mermelada.

• Si el camarote es privado todo será maravilloso, y como la clase es superior os encontraréis con un montón de detallitos como revistas, zapatillas, chocolate y hasta una tele. En nuestro caso teníamos un armario para dejar las maletas y un pequeño lavabo. Normalmente las camas serán dos sofás convertibles o bien un sofá y una litera que habrá que bajar. La escalera en nuestro caso se encontraba en el lateral del armario.

Amenidades de primera clase: zapatillas, calzador, costurero, cepillo de dientes... En segunda clase sólo ofrecían zapatillas y cepillo de dientes.

La litera de arriba plegada

El pequeño lavabo que se escondía tras una de las puertas

• Si vais en camarote compartido empezará a aparecer la gente con la que compartís vagón. En este tipo de camarotes hay 2 literas arriba y dos asientos abajos que se transforman en cama, además de una mesa en la que estará ya dispuesto una parte del desayuno del día siguiente (bollos, mantequilla, mermelada, agua y salchichón en una pequeña cajita). La provodnikí os preguntará qué quereis desayunar. Las opciones suelen ser huevos, yogur o blinis. Las maletas se guardan debajo del asiento, y hay espacio suficiente para dos maletas medianas. Hay un colgador al lado de cada litera y las escaleras están escondidas, de forma que hay que retraerlas para poder subir. Lo normal es que a partir de ahí cada uno se cambie a la ropa de dormir, lo que se suele hacer quedándose uno dentro y saliendo los demás a esperar al pasillo por turnos, o bien ir al baño a cambiarse. Hay una toalla de mano por pasajero, zapatillas y cepillo y pasta de dientes.

Espacio para guardar las maletas debajo del asiento

Las escaleras de la litera, que normalmente están recogidas para que no molesten

• Durante la noche los accesos a los otros vagones se cierran, para que no entre nadie. Los camarotes se cierran por dentro también. En cada vagón hay dos provodniki, un hombre y una mujer, y siempre estará despierto uno de los dos, con lo que la seguridad es bastante alta.