Hotelazo en Sevilla
¡Por fin íbamos a visitar el sur de España! Teníamos muchísimas ganas de conocer Andalucía, yo ya había visitado las principales ciudades en la excursión de fin de curso de B.U.P., hacía ya 14 años, pero guardaba un gran recuerdo y me apetecía volver a verlo con ojos "de mayor". Para Mr.Knook y sus padres era la primera vez (bueno, sus padres ya habían estado en Nerja y Málaga), y mentiría si dijera que no estaban emocionados.El vuelo transcurrió sin incidencia. Lo único destacable fue que, como éramos el último vuelo del avión, rebajaron la comida a bordo al 50%. Yo aproveché para cenar un bocata, ya que aterrizaríamos casi a media noche y no sabía si iba a haber algo abierto.
Rondando la media noche aterrizamos en Sevilla, y tuvimos que dar una vuelta casi por fuera del aeropuerto para salir a la zona de llegadas, ya que el avión aterrizó lejos y no nos pusieron autobús ni nada (íbamos con Ryanair). Para llegar al hotel cogimos un taxi, y en pocos minutos estábamos ya en la calle del hotel. El taxista era majo, y, aparte de hablarnos de fútbol y del mundial (el tema de moda en ese momento) nos comentó que el sábado la Virgen de la Macarena procesionaría todo el día para celebrar el 50 Aniversario de la Coronación Canónica. A mi suegra se le abrieron los ojos: ¡qué suerte!. Por desgracia el sábado estaríamos en Córdoba, y no sabíamos si nos iba a dar tiempo (al final si que nos dio, pero eso os lo cuento más adelante).
El hotel, (Las Casas de la Judería: Mi crítica en Tripadvisor aquí), era impresionante. A parte de que estaba en pleno barrio de Santa Cruz, era enorme y laberíntico. Eran varias casas de la antigua judería conectadas entre sí por patios. Para llegar hasta nuestra habitación nos tuvimos que subir primero, después bajar, coger varios ascensores, cruzar un par de calles y patios y finalmente estábamos en nuestra habitación. Después aprendimos que se podía salir a la calle de una forma más corta y directa, pero con ese recorrido consiguieron impresionarnos.
Pasadizo del hotel |
Pasadizos decorados |
Patio |
Otro patio |
Mi suegra se moría de hambre, así que la acompañaron a tomar algo. Las calles que habíamos visto estaban super animadas (a pesar de ser miércoles y a pesar de ser tan tarde). Yo preferí quedarme en el hotel, porque estaba bastante cansada y ya era la una de la mañana.
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