Japón Día 11: Nara y Kioto (Gion)
En tren a Nara
Hoy nos dividimos de nuevo porque R. y B. querían dormir un poco más, el cansancio empezaba a hacer mella en ellos después de tantos días. Yo también estaba muy cansada, pero a pesar de que tenía el despertador puesto para las 08:00, a las 07:30 estoy totalmente despierta debido a la luz que entraba por la ventana. En el hotel no había persianas, y las cortinas no tapaban demasiado, así que ya no conseguí volverme a dormir. Como Mr. Knook también estaba también despierto, nos pusimos en marcha aunque con bastante calma.En hyperdia consultamos los horarios de los trenes para Nara, había un rapid service que salía a las 08:45. Al contrario que los otros días, esta vez no habíamos reservado asiento, así que podíamos elegir cualquier tren.
Fuimos andando hasta la estación central, compramos desayuno para llevar en el café de siempre y nos subimos al tren que concordaba con lo que habíamos mirado en hyperdia. Después entraron otros turistas que preguntaron por el tren que iba a Nara y les recomiendaron el tren del otro andén. Nos quedamos un poco moscas, y decidimos seguir su ejemplo. Nos bajamos de ese tren y nos subimos en el otro, aunque no demasiado seguros de haber cogido el tren correcto, porque al fin y al cabo ¡ese no era el que salía en hyperdia! Cuando pasamos por Tofukiji (donde habíamos comido el día anterior) ya nos quedó claro que definitivamente sí íbamos a Nara. Desayunamos en el tren y fuimos viendo el paisaje y bosques de bambús que se sucedían tras la ventanilla.
Mi cara resumen perfectamente el cansancio acumulado después de tantos madrugones |
Bosques de bambú por todo el camino |
En el tren y en la estación nos encontramos muchos españoles y turistas de otras nacionalidades y nos llamó la atención, ya que los días anteriores apenas habíamos visto turistas que no fueran japoneses.
En la estación están reparando las máquinas de billetes, lo que dejaba una singular estampa:
Fijaos en el ornitorrinco pidiendo disculpas |
Calles de Nara |
Nara, la capital medieval
Nara era la antigua capital de Japón en la era medieval, y es uno de los destinos turísticos más importantes por sus numerosos y antiguos templos, que forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Además era el lejano destino oriental de la Ruta de la Seda. Tan sólo tiene 300.000 habitantes (digo "sólo" en comparación con otras ciudades, ¡porque es el triple que Santiago!) y es bastante manejable para recorrer a pie.La primera visita que hicimos fue el tempo de Kofuku-ji, al que se accede por una escalinata desde el estanque de Sarusawa. Estaba en obras y la verdad es que no nos conquistó demasiado. También visitamos el Pabellón Dorado o Tokon-do , con varias estatuas de enorme valor, pero que también nos dejaron un tanto indiferentes.
Tokon-do (pabellón) a la izquierda y pagoda de 5 pisos a la derecha |
Pagoda de 5 pisos y edificio en restauración a la izquierda |
Cementerio con ofrendas en color rojo para alejar demonios y enfermedades |
El parque de Nara y los ciervos
Los templos se encuentran desperdigados en el Parque de Nara. Más de mil ciervos shika, considerados mensajeros de los dioses, merodean libres por el parque. En Miyajima no se le podían dar de comer, pero aquí venden unas galletitas especiales para ellos. Debido a esto se se acercan más a la gente y algún turista se llevó un susto y tuvo que soltar las galletas de golpe por el acoso al que se vio sometido. No sé si soy la única que lo noté, pero huelen mucho peor que los de Miyajima.Ciervos en el parque |
Turista repartiendo galletas. |
Posando con los ciervos |
El buda de Nara
El siguiente templo que visitamos fue el Todai-ji. Este es el templo más famoso de Nara, pues en su interior aloja la imagen del Gran Buda de Nara, que se construyó para consolidar la posición de la ciudad como capital y centro budista.Guardianes de la puerta de acceso al templo de un lado... |
....y del otro |
Puerta secundaria de acceso al templo |
Pabellón de Buda |
El Pabellón actual es menor que el original, ya que se ha reconstruido numerosas veces a causa de incendios y terremotos |
Estatua del Gran Buda de bronce |
La figura de bronce es la más grande del mundo y la más grande de Japón, por delante de la de Kamakura |
La estatua mide 15 metros (sin contar el pedestal) y pesa 250 toneladas |
Turista intentando ver si es capaz de alcanzar el nirvana |
Niño saliendo por el agujero |
En la libreta estampan el sello rojo del templo en cuestión, el nombre del mismo, la deidad y la fecha de la visita |
El ciervo te puede morder, patear, empujar o embestirte |
El santuario Kasuga
La siguiente parada fue el Santuario de Kasuga. El camino hasta el mismo está rodeado de faroles de piedra y, por supuesto, de ciervos.Camino de acceso al santuario |
Parejita de ciervos |
Barriles de sake, que se usan como ofrenda en los templos |
El camino estaba flanqueado por faroles de piedra |
Puesto de omikuji en el santuario Kasuga |
Posando con mi omikuji de buena fortuna |
Como ya era la hora de comer, paramos en un sitio de teppanyaki que encontramos por el camino (del que no recuerdo el nombre) y probamos unos yakisoba de calamares muy ricos y unos okonomiyaki.
El acogedor sitio donde comimios |
Yakisoba y okonomiyaki en el tepanyaki individual que había en la mesa |
De tiendas por Naramachi
Después de comer paseamos por Naramachi, que alberga casas de mercaderes tradicionales que en su mayoría hoy en día son galerías y tiendas de artesanía. En una de las tiendecitas había unas señoras que vendían sus propias manualidades, sobre todo cosas hechas con papel como marcapáginas, sobres, etc. Dentro de la tienda tenían un sello (otro más para la colección!) que me encargué de estampar en mi diario y Mr. Knook le pidió a una de las vendedoras un papel para estampar otro sello y llevárselo a B.Callejuelas de Naramachi |
Puesto de artesanía |
Las alcantarillas estaban decoradas con ciervos |
Al fondo se pueden distinguir los gatos debajo de la lámpara |
Arriba 3 calcetines tipo tabi y debajo 3 pares de pinkis de colorines. Los pinkis además están acolchados en la planta. |
En nuestro trayecto nos encontramos con una panadería con una pinta increíble y decidimos probar a ver qué tal se les daba hacer estas masas. Compramos un bollo de crema y nueces que está muy bueno, aunque poco dulce (el estándar en Japón, vaya).
La panadería tenía su propio obrador y sus hornos al fondo del local |
Bollo de crema y nueces |
Vuelta a Kioto y paseo por Gion
Cogimos el tren de las 16:24, el primero que pasaba con destino Kioto, pero nos bajamos en Tofukiji porque era la opción más fácil para hacer trasbordo hasta la zona de Kioto donde queríamos ir. De ahí cogimos un metro para llegar hasta Gion. Al llegar no pudimos salir del metro porque no teníamos suficiente saldo en la Suica, y en previsión de su uso los próximos días en Tokio, la recargamos con 1.000Y. Una vez cargada ya nos dejaron pasar por el torno y salir de la estación.Otra vez el ornitorrinco, la mascota de ICOCA |
Correas de cámara "Mede in Japan" |
El sandwich de fresas es un clásico japonés, de hecho los sandwiches de fruta triunfan en general. |
Esto....voy a entrar un momentito ahí, ¿vale? |
Souvenirs de samurais |
Tiendas y puestos de artesanía varios |
Tienda de abanicos |
Kimonos y sandalias tradicionales |
¡¡¡Kokeshis!!! ¡¡¡Las quiero todas!!! |
¿Un trocito? |
Las calles y las tiendas de esta zona estaban también muy animadas: Al final llegamos hasta el santuario de Yasaka, que con la iluminación nocturna daba otra impresión. Los farolitos encendidos eran muy chulos:
Desde allí, deshicimos el camino andando hasta el hotel. Era un camino largo, pero mereció la pena para ver ambientillo de la ciudad por la zona de Kawaramachi. Vimos un montón de tiendas y entré en un Zara para cotillear la ropa que vendían allí. Como esperaba, faldas muy cortas pero camisetas y blusas sin escote, tal y como van las japonesas.
Nos reunimos con R. y B. (que ya habían regresado de Osaka y estaban en el hotel) en la estación de Kioto para ir a reservar los billetes del shinkansen. Al día siguiente regresaríamos a Tokio. El viaje estaba acabando ya, parecía increíble que ya hubieran pasado más de 10 días y que sólo nos quedasen 2 días más en Japón. Teníamos muy pocas ganas de que se acabase. A pesar de los terribles dolores de pies y los madrugones estaba siendo un viaje maravilloso y tremendamente interesante a nivel cultural e histórico.
Una vez reservados los billetes pretendíamos ir a cenar, pero era tan tarde (las 21:50) que todo estaba ya cerrado. Cogimos cosas en el 7-Eleven y cenamos en el hotel. Yo me pillé unos sandwiches, sushi y una ensalada que a pesar de que no tenía aliño ninguno me supo a gloria. Me apetecía un sabor fresco y simple, empezaba a saturarme de tanto umami.
1 comentarios
Cuando yo fui al kiyomizu, esa callecita estaba a reventar de gente e imposible ver apenaslas tiendas xD tengo que volver jeje
ResponderEliminarEl ornitorrinco de la ICOCA es genial xDD me parto jaja