La Grand Place

Empezamos el día caminando a pie desde la zona desde nuestro hotel hasta la Bourse, la Bolsa de Bruselas, que data de 1801.

Edificio de la Bolsa

En sus bajos se exponen los restos de un convento que data del siglo XIII:

La verdad es que poco nos fijamos en el edificio, porque nuestro destino era la magnífica Grand Place.


La Grand Place o Grote Markt, una joya arquitectónica que era la plaza del mercado en la época medieval y que está flanqueado de casas gremiales. Aquí se celebraban justas, mercados, ferias y desfiles, era, y sigue siendo a día de hoy, el corazón de la ciudad.

El Ayuntamiento de Bruselas tiene su sede aquí, en un magnífico edificio de estilo gótico y techos de pizarra, y rematado con una torre campanario que, por desgracia, no supimos captar bien en ninguna de las fotos (por aquel entonces aún éramos principiantes en fotos y en viajes, hemos progresado mucho desde entonces xD). El edificio se construyó a finales de siglo XV, y es sin duda la joya de la plaza.

Fachada del ayuntamiento

Torre del ayuntamiento

La fachada del edificio está decorada con multitud de estatuas que representan nobles y santos:

Detalle de la decoración de la fachada I

Detalle de la decoración de la fachada II

Justo enfrente del ayuntamiento se encuentra la Maison du Roi, la casa del rey. Aquí residieron los monarcas reinantes durante muchos años, y actualmente acoge el Musée de la ville de Bruxelles, donde se guardan todos los trajes del famoso Manneken Pis.

Maison du Roi

Detalle de la fachada de la Maison du Roi.

 Entre ambos edificios se alzan las diferente casas gremiales como Le Renard (el zorro, el gremio de los camiseros), Le Cornet (el gremio de los banqueros) y la Maison des Boulangers (el gremio de los panaderos).

Estatua de un zorro (renard) que da nombre al edificio

La casa de los panaderos está rematada por seis esculturas que representan los seis elementos con los que se fabrica el pan.

Detalle de tres figuras de la casa de los panaderos

Y las otras tres.

Estatua de la Fama, coronando la casa de los panaderos.

El edificio del gremio de los banqueros tiene ornamentación naútica, y la última planta imita la popa de un galeón:

Le Cornet, con su característica fachada imitando la popa de un galeón

El centro de la plaza se decora en verano con un tapiz de flores cada dos años, en lo que tiene que ser un tremendo espectáculo visual que se puede contemplar desde el balcón del ayuntamiento, por aquello de tener mejor perspectiva. Pero el resto del tiempo el centro permanece vacío.

El Manneken Pis

Galeries Royales de Saint-Hubert

También paramos en la Rue des Bouchers, la antigua calle de los carniceros que hoy en día acoge animados restaurantes y que, a esas horas, estaba desierta.
Cuando encontramos el famoso Manneken Pis, nos sorprendió su pequeño tamaño.Esta pequeña estatua de bronce mide tan sólo 61 centímetros. Los orígenes de la estatua y la fuente son un poco inciertos, y hay varias leyendas sobre quién y por qué se erigió la estatua. Es tradición vestir a la estatua con diferentes trajes en fechas señaladas. Nosotros nos lo encontramos vestido como Cristóbal Colón, que por algo era 12 de Octubre, ¡día de la Hispanidad!

Manneken Pis vestido como Cristóbal Colón

Mont des Arts

Después fuimos a la zona del Mont des Arts, donde se encuentran el Musee Magritte, el Museo de Bellas Artes de Bruselas y el Museo de Instrumentos Musicales (MIM).

Aquí llama mucho la atención el reloj de la la fachada del Archivo General del Estado. Este reloj automático consta de 24 campanas en su parte baja, y de 12 figuras históricas en su parte superior asociada a cada hora.

El curioso reloj

Detalle de las figuritas del reloj

Nosotros centramos nuestra visita en el Museo Magritte, que reconocimos desde lejos por su original ventana en forma de réplica de uno de los cuadros más famosos del autor.

La original ventana del Museo Magritte, ¡Inconfundible!

Para los despistados: ahí está

Disfrutamos muchísimo la visita, y es que a los dos nos encanta la pintura surrealista de Magritte. Además el museo tenía muchos guiños al artista, como la propia ventana que se aprecia desde fuera o los espejos del baño:

Los espejos del baño, con la caracterísica forma del hombre del sombrero de los cuadros de Magritte.

Como el Museo de Bellas Artes estaba cerrado, aprovechamos para visitar el MIM, el Museo de los Instrumentos Musicales. El exterior del edificio llamaba mucho la atención por su estilo modernista. En su interior pude tocar un piano de verdad (estaba intentando aprender algo de piano por aquel entonces).

Exterior del MIM

El último piso tiene un restaurante con buenas vistas donde hicimos una pausa para comer.

Pasta con ensalada

Quiche de verdura (buenísima) con ensaladita.

Atomium

Por la tarde fuimos hasta el famosisímo Atomium (parece que no, pero Bruselas está llena de símbolos, ¿o no?). Esta gigante estructura en forma de átomo, se creó para la Exposición Universal de 1958. Como les sucedió a otras construcciones del estilo, sólo fue pensada para exponerse de forma temporal, pero al final la popularidad hizo que se convirtiera en una atracción turística permanente.

Entrar al interior no vale mucho la pena y es bastante caro, pero ya que estábamos allí queríamos verlo por dentro. Primero subes en un ascensor que te lleva a uno de los átomos, y desde allí conectas con los demás por medio de escaleras mecánicas.

Ascensor del Atomium

Interior de uno de los átomos

Escaleras que conectaban los distintos átomos

En uno de los átomos había réplicas para pasar la noche dentro. Ideal, ¿no?

Después volvimos al centro de Bruselas donde nos comimos un rico gofre y vimos de nuevo al Manneken, pero esta vez sin traje.

Gofre con chocolate. Imposible no caer en la tentación

Manneken Pis desnudo.

Después, volvimos paseando tranquilamente hasta el hotel, donde cenamos unos sandwiches comprados en un supermercado cercano.