Huelva día 2: Santarem y llegada a Huelva

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Santarem

Ese día tras desayunar dedicamos la mañana a ver Santarem, la capital del gótico de Portugal y del Ribatejo. Fue una importante ciudad romana, centro administrativo de Lusitania hasta su invasión por los bárbaros. Después pasó a manos visigodas como Santa Irene, de donde se cree  que viene el actual topónimo. Ya en manos musulmanes formó parte del califato de Córdoba y, una vez conquistada como plaza cristiana, pasó al Reino de León. Es en esta época, durante los siglos XIII y XIV, cuando se construyen la mayoría de los palacios, conventos e iglesias que le han valido el nombre de "capital del gótico" y que dan fe de la importancia que llegó a tener en la Edad Media. 

La ciudad fue creciendo hasta convertirse en la ciudad más poblada del país después de Lisboa y Oporto pero tras el terremoto de 1755 y las invasiones francesas, comenzó su declive. A día de hoy no llega a 30.000 habitantes.
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Praça da Sá Bandeira

Sé de Santarem

La Sé de Santarem o Catedral de Santarem, también conocida como Igrexa do Seminario,  era un antiguo colegio de jesuitas con su iglesia. Se trata de un templo del siglo XVII sobre un antiguo palacio real abandonado, curiosamente, de fachada barroca debido a su construcción posterior. Con la expulsión de los jesuitas se instaló un seminario y no fue hasta el siglo XX cuando fue consagrada como catedral. Desde luego, el blanco edificio de líneas rectas sobresale en la Praça Sá da Bandeira, centro neurálgico de la ciudad.
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Al ser domingo, se estaba celebrando misa en su interior y sólo pudimos echar un breve vistazo. El interior tiene planta única con ocho capillas adosadas, cuatro de cada lado y está decoarado con mármol y madera.

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Interior de la sé
Llegamos justo cuando los oficiantes salían de la sacristía dando la vuelta a toda la iglesia y entrando por el pasillo central, donde nosotros estábamos apostados. Uno de ellos aprovechó para bendecir a la peque que tenía en brazos mientras me decía cuánto se alegraba de que los jóvenes fuéramos a misa. Y yo -cero católica, cero bautizada, mis hijas igual- manteniendo el tipo jajaja.
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Misa en el interio de la catedral

Iglesia de la Misericordia

Después llegamos a la Iglesia de la Misericordia, una pequeña iglesia del siglo XVI situada en una estrecha callejuela y dedicada a la Virgen de la Visitación. El exterior recuerda más bien a un palacio o una casa señorial, con tres ventanas en su fachada que son las del coro.
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Sin embargo, el interior sorprende por sus tres naves y sus columnas de estilo toscano. Estábamos solos en su interior y se nos acercó un chico (supongo que alguien relacionado con la iglesia) que nos estuvo explicando la arquitectura, el arte y los tesoros que guardaba esta iglesia. 
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Iglesia de Santa Maria de Marvila

La siguiente iglesia que visitamos fue la Iglesia de Santa María de Marvila. Su exterior estaba todo levantado por obras, pero su interior era otra maravilla. Esta iglesia fue fundada por templarios en el siglo XII y después se fue enriqueciendo a lo largo de los años. Su interior destaca por la decoración azulejada.
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En realidad, aunque parezca lo contrario, no íbamos buscando iglesias, pero la ciudad está tan plagada de ellas que era difícil no toparse con una. Nosotros entramos en esas tres porque fueron las que encontramos de camino pero también encontramos otras cosas curiosas como el antiguo Teatro Rosa Damasceno, una sala de espectáculos que ardió en el año 2007 y ahora está abandonada.
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Jardines de las Puertas del Sol

El punto final de nuestro recorrido fueron las Portas do Sol y sus jardines que aún conservan parte de la antigua muralla. Hoy en día es un agradable parque con unas vistas impresionantes al río Tajo.
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Vistas del Tajo
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Puente ferroviario sobre el río
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Parte de la antigua alcazaba defensiva

Llegada a Huelva

Después nos tocaban casi 4 horas de camino hasta nuestro hotel de Huelva (NH Luz de Huelva: mi crítica en Tripadvisor aquí). Cuando llegamos, dejamos las maletas y nos fuimos a estirar las piernas por la Alameda de Sundheim que estaba al lado y terminamos cenando unas gambitas de Huelva, un jamoncito muy rico, ensaladilla, cuerpos y ortiguillas (El chiclanero: mi crítica en Tripadvisor aquí)
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Avenida Martín Alonso Pinzón, antigua Gran Vía
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Gambitas de Huelva y "cuerpos" (patas de cangrejo)
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Jamoncito rico

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