Un último desayuno en la terraza

La mañana amaneció soleada, así que aprovechamos para tomar el último desayuno en la terraza. Mientras desayunábamos un pájaro nos vigilaba desde lo alto de uno de los árboles, esperando que acabáramos para lanzarse a por nuestras sobras. Como veía que tardábamos mucho, no se pudo resisitir y fue directo a por el zumo de naranja de mi madre. Tuvimos que espantarlo y volvió a su árbol, a seguir esperando...

Nos despedimos de la terraza con mucha pena. A parte de la mesa donde desayunábamos, había también una jaima donde se estaba la mar de bien. Que pena que no hiciese el buen tiempo suficiente para poder disfrutarla por las noches.

Trámites de salida con Ryanair

A la hora convenida nos trasladaron al aeropuerto de Menara (RAK). Es un aeropuerto muy pequeñito y muy luminoso, aunque nosotros preferimos pasar el tiempo fuera, al sol, sabíamos que lo echaríamos mucho de menos al volver.

Los trámites de salida con Ryanair son un poco especiales pero nada complicados. Primero hay que dirigirse al mostrador de facturación, se tengan o no maletas para facturar, para que te sellen la tarjeta de embarque, requisitos sin el cual no te dejarán pasar el control. Nosotros teníamos sólo equipaje de mano, y tuvimos la suerte de que no hubiera nadie en la cola (a pesar de que el avión iba lleno), así que apenas tardamos un par de minutos. Después se coge una de las "Tarjeta de Embarque/Desembarque" (las mismas que hubo que cubrir al entrar al país) y se cubren de nuevo para entregar en el control de pasaporte. [Tip: Si se quieren acelerar los trámites se pueden coger varias cuando aterrizas (porque es la misma que tienes que cubrir para entrar) y llevarla ya rellenada a la vuelta.]

Con la tarjeta de embarque sellada se va al control de seguridad, donde se pasa el control rutinario de siempre, y justo después, al control de pasaporte, donde te piden el pasaporte y el papelito de inmigración (la Tarjeta de Embarque/Desembarque) y pondrán otro sello de salida. Y ya por fin se accede a la zona de embarque. Una vez allí nos entretuvimos mirando las tiendas, pero nos horrorizó ver que todos los precios eran europeos, es decir, carísimos, de nivel de 6€ por un sandwich o 2€ por un café.

Cuando despegamos, pudimos ver perfectamente desde el avión los Jardines de la Menara, que no nos había dado tiempo a visitar, enormes y espléndidos (otra cosa que nos queda pendiente para otra visita). Acababa nuestra aventura marroquí, con un gran recuerdo y muchas ganas de volver. Un paraíso tan cercano que a veces olvidamos que lo es precisamente porque está tan cerca.

Epílogo

El susto de la rabia

Si recordáis me había arañado un gato en Marruecos. La rabia es endémica allí, y la enfermedad se contagia mediante la saliva de los animales infectados (mamíferos normalmente) cuando entra en contacto con la sangre de la víctima mediante mordeduras, cortes, etc. Como todos sabemos los gatos se lamen las garras, y mi herida, aunque superficial, sí había llegado a sangrar. Después de leer sobre la enfermedad, las formas de contagio y los síntomas, me asusté bastante, así que cuando volví a Santiago me fui al médico para que me inspeccionaran la mano.

El período de incubación de la enfermedad puede ser de 3 días a 1 año, y los síntomas incluyen fiebre, vómitos, cefaleas... Y me asusté tanto porque a los dos días de volver me subió la fiebre y me empecé a encontrar fatal del estómago.  El médico, lejos de tranquilizarme, se asustó también, diciendo que no tenía medios para mirarme nada y que tenía que ir al servicio de medicina preventiva del CHUS, el hospital clínico de Santiago.  Allí me examinaron la herida, pero como era un arañazo pequeño, que apenas había sangrado y que no se había infectado descartaron hacer cualquier tratamiento contra la rabia, pero sí me pusieron un recordatorio de la vacuna antintetánica. Al día siguiente me encontraba fatal y tuve que volver al médico, que me diagnosticó una gastroenteritis, y lo achacó todo a mi viaje.

En la foto apenas se aprecia el resto del arañazo, sólo el puntito. Os aseguro que escocía de lo lindo

La verdad es que de momento todo se queda un susto, en principio no pasó nada, pero como digo, es una enfermedad bastante grave con un período de incubacion tan largo que hasta dentro de un año no estaré tranquila.