Escoger el destino siempre es complicado

Berlín era un viaje que llevaba en mi lista de pendientes desde hacía muchísimo tiempo. Parecía que después de Londres, París y Roma fuese el destino siguiente, pero el hecho de no tener ninguna conexión directa hacía que los vuelos se encarecieran mucho y lo fuésemos posponiendo por éste y otros motivos.

Este año sufrí bastante para poder irme de vacaciones y me fue imposible coger los días en septiembre/octubre, unido a que empecé un curso de francés en la escuela de idiomas (en la que cuentan la asistencia para poder presentarte al parcial) me tuve que plantear coger los días en el mes de diciembre, coincidiendo con las vacaciones escolares de Navidad.

Nos planteamos algunas alternativas cálidas, pero la idea de pasar una Nochevieja disfrutando del frío, el glühwein y los mercadillos navideños de Berlín nos atraía mucho. Así que después de darle muchísimas vueltas nos decidimos a comprar los vuelos con Iberia y escala en Madrid (pagando una pequeña fortuna por ser en esas fechas, eso sí).

La elección del hotel

El hotel empezamos a buscarlo en el mes de octubre, y encontré bastantes opciones decentes. Tenía echado el ojo a dos hoteles cerca de AlexanderPlatz, pero en una visita al foro de los viajeros en busca de opiniones me recomendaron el Scandic Berlin Potsdamer Platz. Después de echar un rápido vistazo a la web y ver que tenían habitaciones libres a 79€ la noche, parecía bonito y estaba bien situado muy cerca de la Puerta de Brandeburgo, reservé con ellos las 7 noches y no puedo estar más contenta con la decisión. El hotel nos encantó, la ubicación era perfecta y en relación calidad-precio es el mejor hotel en que hemos estado, que se dice pronto.

La reserva del Reichstag

Para visitar el edificio del Reichstag, sede del Parlamento Alemán o Bundestag, hace falta reservar con antelación por la web. En el enlace de la reserva online ofrecen 3 tipos de visitas y todas ellas acaban con la visita a la cúpula.

Cuando empecé a mirar en octubre apenas quedaban horas libres, así que reservé lo que había libre: una visita guiada a la cúpula en español a las 18:30 del lunes 31 de diciembre. Era imposible reservar una visita sólo a la cúpula o un tour que en español que no fuera a esa hora. La hora no me gustaba nada (a esas horas ya era de noche y no se vería mucho) pero no había más posibilidades. Unos días antes de irnos se me dio por volver a mirar, y esta vez sí tenían horas libres el día que yo quería, así que reservé para el lunes 30 de diciembre a las 8:15 de la mañana.

La reserva no es inmediata. Una vez que has escogido tu hora tienes que esperar a que te envíen un mail confirmando la hora y la fecha y te adjuntan una carta con todos los detalles necesarios. Es obligatorio presentarse con algún tipo de identificación con foto.

La carta de confirmación de la visita al Reichstag con el molón logo de la Bundesadler, el águila federal alemana.

El tour gratuito

Otra cosa que tenía ganas de probar era hacer un tour gratuito. Me decidí por el de Sandemans y lo reservamos por la web. En realidad no hace falta reservar, basta con que te presentes allí a la hora indicada, pero resultó que hicimos bien, porque ese día estaban tan saturados que llevar la reserva fue la única manera de asegurarnos la fecha y hora que queríamos. Alguna gente que no tenía reserva tuvo que posponer el tour para otro hora o para otro día. [Tip: En este tipo de tours es recomendable reservar en fechas señaladas como navidad o festivos, por la alta cantidad de turistas]