Llegada a Berlín
Por fin llegaba el día de despegar rumbo a Berlín. La tarifa que teníamos con Iberia no incluía maleta en bodega a la ida, así que, después de desesperarme con el tetris maletil durante una hora, desisto e intento pagar los malditos 15€ y hacer el check-in en la web de Iberia. Como no tengo impresora en casa elijo la opción de obtener la tarjeta de embarque en el móvil. Al entrar a hacer el check-in no me deja añadir maleta, así que me toca llamar a Iberia (y su maldito 902) para que me ayuden. Menos mal que me atienden al momento y en 2 minutos está todo arreglado.Llegamos con tiempo al aeropuerto, pero mientras estamos haciendo la cola de facturación me doy cuenta que Mr. Knook se ha dejado la bufanda en casa, algo fundamental en Berlín en diciembre. Así que después de facturar le toca volver a casa a buscarla. Llega justo cuando empiezan a avisar de megafonía del embarque de nuestro vuelo. Efectivamente cuando llegamos ya están entrando todos los pasajeros.
El vuelo hacía escala en Madrid, pero apenas esperamos una hora en la T4 hasta que nos tocó volver a embarcar. Ya sentados en el avión nos avisaron de que había dos pasajeros que no se habían presentado y que tienen que localizar las maletas, con lo que acumulamos unos 40 minutos de retraso, y en vez de salir a las 16:10 salimos a las 16:50. 3 horas después, a las 19:30, aterrizamos en el aeropuerto de Tegel (TXL). La primera impresión es que es muy pequeño y la zona de recogida de maletas se ve bastante cutre. La zona de fuera está un poco mejor.
Nos dirigimos hacia la zona de los autobuses tras una breve parada en los baños, donde nos llama la atención una máquina de lentillas.
Máquina de lentillas en el aeropuerto de Tegel, ¡inventazo! |
Transporte del aeropuerto de Tegel al centro de Berlín
El metro no llega al aeropuerto así que la mejor manera de conectar con el centro de la ciudad es en autobús. Hay varias autobuses que conectan la ciudad con el aeropuerto. A nosotros nos convenía el X9, pero no encontrábamos la parada, así que le preguntamos a un alemán que había por allí, convencidos del buen nivel de inglés de todos los alemanes. El señor nos dio unas señas chapurreando dos o tres palabras de inglés y muchas de alemán, y repetía drei (tres en alemán) y luego intentaba decirlo en inglés thrrree. Le agradecimos la ayuda y nos fuimos hasta la marquesina número tres.El billete de autobús no se compra en el propio autobús, sino en las máquinas expendedoras que suele haber en las paradas de bus, U-bahn (metro) o S-bahn (tren de cercanías). En este caso había una máquina justo al lado de la parada, donde compramos dos billetes. Dicho billete es válido para todos los medios de transporte, y durante 2 horas, previamente validado. Para validarlo el propio autobús tiene máquinas, así como en la propia parada. Para llegar al hotel tuvimos que bajarnos en Ernst-Reuter Platz y desde allí tomar la línea U2 del U-bahn. La estación me pareció bastante pequeña, el metro es estrechito y tiene decoradas las ventanas con uno de los símbolos de Berlín: la Puerta de Brandeburgo.
Un hotel maravilloso
Nos bajamos en Mendelssohn-Bartholdy-Park. En cuanto giré mi cabeza para situarme al salir de la estación reconocí inmediatamente el hotel (Scandic Berlin Potsdamer Platz: mi crítica en Tripadvisor aquí).Esta foto es de otro día, pero sirve a modo ilustrativo. |
El hotel es de una cadena hotelera sueca y el estilo escandinavo se respira por doquier. Además es muy nuevo (se inauguró en 2010). Hicimos el check-in, nos dieron nuestra habitación y ya enseguida subimos porque era tarde y al día siguiente madrugábamos. Al llegar nos encantó la decoración de la habitación y el baño.
Otra de las cosas que nos encantó es que en el hotel hay una pequeña tienda 24 horas donde puedes comprar útiles básicos como desodorante, cepillos de dientes, chocolate, café, sandwiches y demás. Como estábamos bastante cansados decidimos coger algo de la tienda y cenar en el propio hotel. Nos decidimos por un wrap de parmesano y salmón que resultó estar buenísimo y un preztel gigante. En la habitación teníamos una botella de agua de cortesía. Después intentamos dormir, aunque a mi se me hizo bastante difícil y no me entraba el sueño. Lo único que había hecho en todo el día era estar en aeropuertos y aviones y apenas me había movido :(
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