Egipto día 5: Filae y Aswan
Al fin un día más relajado, tan sólo teníamos una excursión programada por la mañana y toda la tarde libre. La tarde la teníamos libre porque nuestro vuelo de Aswan al Cairo salía a las ocho de la tarde. Otras personas tenian vuelos a primera hora de la mañana, a mediodía o a primera hora de la tarde.
Pero eso era por la tarde. Por la mañana tocaba el madrugón acostumbrado. Nos teníamos que levantar a las 05:30 a.m. y a las 6:00 estábamos desayunando para salir a las 6:45 al Templo de Filae. Antes teníamos que dejar el camarote y dejar las maletas en la zona de recepción. Otros se tenían que ir con ellas porque tenían el vuelo a continuación de la visita y no les daba tiempo a volver al barco a por ellas.
El Templo de Filae
Para visitar Filae nos llevaron en bus y luego en barco, puesto que está en una isla. Es uno de los templos que se han trasladado, junto con Abu Simbel. Antiguamente el templo estaba en la isla de Filae (ahora sumergida). El actual se encuentra en la isla de Agilkia.La visita la hicimos con Willy, el guía del otro grupo, que era un crack. Hablaba español con acento andaluz y había vivido en España alguna temporada. El templo es de la época ptolemaica y nos encantó a todos. Es muy bonito y está muy bien conservado. Parte del encanto reside en su localización. Además a esas horas (7:30 a.m.) éramos los únicos en la isla. Impagable.
Templo de Filae, desde el barco. |
Dentro del templo podemos ver muchos grabados con las caras machacadas, pero donde se aprecia perfectamente como los ptolemaicos se representaban como descendientes de la diosa Isis, la gran diosa madre que les daba de mamar en los grabados:
En casi todos los templos de Egipto tiene lugar un espectáculo de luz y sonido. Quizá el más popular sea el de Abu Simbel, pero en Filae también hay uno, para lo cuál habían dispuesto un montón de asientos.
Regresamos al barco para volver a tierra. Mientras nosotros estábamos yéndonos, había muchos otros barcos que estaba llegando. De vuelta en el barco nos sacaron un montón de collares y pulseras para ver si picábamos. Me gustaba una, pero no estaba dispuesta a pagar más de 10LE por ella y al final no llegamos a un acuerdo.
El grupo en el barco, de vuelta. |
Los barcos para llegar a la isla, todos del mismo estilo. |
El paseo era agradable, aunque había algo que no me gustaba nada en general de Egipto, y es que se podía fumar en todas partes: en el crucero, en los bares...Y yo, que ya estaba acostumbrada a vivir libre de humos, cuando alguien se ponía mi lado y encendía un cigarrillo tenía que soportarlo con buena cara :(
Después del barco nos llevaron hasta una fábrica de esencias. Nos enseñaron el perfume de flor de loto, de papiro y de flor de saqqara que son la flores locales. También nos enseñaron mezclas que imitan a los perfumes comerciales (Chanel nº5, Cacharel, Armani), esencias mentoladas que despejan la nariz, esencias de eucalipto que curan el dolor de cabeza y otras tantas. Al final estuvimos un montón de tiempo allí, aunque pocos se animan a comprar. Aquí ya nos despedimos de mucha gente. A los que se iban al desierto blanco y a Hurghada los recogieron allí mismo. Los que se iban al aeropuerto por la mañana también. A los que se iban a mediodía los recogerán más tarde en el barco y los que nos íbamos por la tarde-noche fuimoslos únicos que volvimos al barco para comer. Al final nos quedamos un grupo de unos 15 y acordamos dar un paseo por el mercado de Aswan para hacer tiempo hasta la hora de comer.
El mercado de Aswan
El mercado era muy pintoresco, además de muy fotogénico.Durante todo el paseo se oía una especie de sermón por los altavoces de la mezquita:
Paramos a comprar especias en alguna tienda.
Compramos por 1€ un paquete en el que vienen varias. Uno de los paquetes contenía un tinte para la ropa y en un regateo con otro vendedor el paquete se rompió y se me cayó por encima. Mis pies, mis zapatos, mis piernas, la camiseta...todo teñido de azul. El vendedor al que se le rompió nos lo cambió, pero mi estado no le preocupa lo más mínimo así que tengo que arreglármelas frotando con unos pañuelos y rezando para que no sea permanente. Afortunadamente después de varias sacudidas parece que todo está bien. Ufff.
Siguiendo por el mercado nos encontramos una panadería donde nos dejaron entrar para ver el todo el proceso y hasta nos dejaron probar el pan. He de decir que estaba muy bueno, y debíamos de ir muertos de hambre, porque casi nadie se fijó en la limpieza del local hasta que vimos las fotos. De cualquier forma el pan nos sentó fenomenal.
De camino hacia el barco nos pararon dos egipcios que se quisieron hacer fotos con todos nosotros. Eran dos hombres y caminaban de la mano. Por lo visto es muy común entre los árabes profesarse este tipo de muestras de afecto y a los ojos occidentales se nos hacía raro pero bonito.
Una vez en el barco decidimos comer todos juntos, descansar un rato y volver a dar un paseo por la tarde. Quedamos a las 16:00 en la recepción para quien quisiera venir. Antes nos fuimos a las piscinas y nos bañamos, el calor era agobiante y un chapuzón nos refrescaría antes de volver a salir. También compramos postales y sellos y las entregamos en recepción para que las manden. A día de hoy (21-11-12), casi 3 semanas después no tengo noticias de que hayan llegado :(
Actualización (19-01-2014): Las postales jamás llegaron :(
Un paseo en calesa por Aswan con intento de timo incluido
A las 16:00 tan sólo estábamos abajo 5 personas. Los demás se quedaron descansando. Nuestro plan inicial era dar un paseo, pero al salir del barco nos abordaron ofreciéndonos una calesa y con el calor que hacía la idea nos pareció maravillosa. Acordamos un precio de 10€ por una hora y allá que nos subimos los cinco y el conductor. El pobre caballo apenas podía con nosotros. Para colmo, a los 5 minutos se subió otra persona, que debía de ser amigo del conductor, y allá fuimos los 7: el amigo montado en el caballo, otros dos montados junto con el conductor y otros tres detrás.El primer sitio donde les pedimos que nos llevasen fue a la mezquita.
Mezquita de Aswan |
No, no me he comido un elefante, es la chilaba, en serio. |
Iglesia copta |
Interior de la iglesia |
Al terminar el paseo nos pidieron 200LE (25€) por hora y media. Ante nuestro enfado protestaron porque el caballo estaba muy cansado y llevaba mucho peso. Como habíamos acordado 10€ por una hora, nos parece que lo justo son 15€, pero aún así y por no discutir accedemos a darles 150LE (18,75€). Mr. Knook es el único que tiene libras egipcias, así que le toca a él hacer el pago por todos. Le dio un billete de 100LE y cuando fuimos a darle el resto nos dicen que sólo les habíamos dado 10LE. Nos quieren hacer la jugada del cambiazo pero estamos superseguros de que les habíamos dado el billete de 100, de hecho, ya conocíamos casos de cambios de 1€ por 1LE, porque las monedas se parecen muchísimo. Discutimos durante 15 minutos, algunos más nerviosos que otros. Ellos juran y perjuran que son musulmanes y que no pueden mentir ni robar. Nos dicen que los registremos y se sacan las cosas de los bolsillos para demostrar que no lo tienen. Al final uno de los del grupo se acercó por detrás y descubrió el billete arrugado y tirado detrás de la acera. Al verlo nos dijeron que lo tiramos nosotros (¿?). Le dimos el resto del dinero y nos vamos, bastante aliviados de haber podido salir airosos de la situación.
Vuelo a El Cairo
Los guías se habían ocupado de que en el barco pudiésemos disponer de dos camarotes para los chicos y dos para las chicas durante toda la tarde,e para ducharnos o descansar. Yo aproveché para ducharme antes de irnos.Nos vinieron a buscar a las 18:30 para llevarnos al aeropuerto, nuestro vuelo salía a las 20:00. Nos pidieron que controlásemos nuestras maletas, y antes de subir al bus nos hicieron señalar cuáles eran para que no se olvide ninguna. De camino al aeropuerto vimos colas infinitas en las gasolineras.
El aeropuerto es muy pequeñito. Aprovechamos para cenar allí porque intuimos que llegaremos muy tarde. El vuelo transcurrió sin incidentes salvo la llegada. No sabemos por qué pero una vez aterrizados tardaron mucho en abrir las puertas, y no sé si por la falta de oxígeno o el cansancio, pero a unos cuantos les entró la bobera y la risa tonta, nos fueron contagiando la risa a los otros y acabamos riéndonos sin parar unos 15 minutos hasta que abrieron las puertas, para desgracia del resto del avión, que no paraba de mirarnos. Además, se me ocurrió gritar que había wi-fi en el aeropuerto, así que todo el mundo intentó conectar a la vez, con el resultado de que no conectamos ninguno.
Una vez en la terminal nos tocó volver a esperar a que salieran las maletas, otros 15 minutos más.
Nos recogieron en autobús para llevarnos al hotel. El aire acondicionado estaba a todo trapo y nos estamos congelando. Le pedimos que lo apagasen, a lo que el conductor accedió a regañadientes (¡lo que les gusta el aíre frío a estos egipcios!). Se notaba que habíamos llegado al Cairo, había un caos de tráfico tremendo. El representante de la agencia que ibacon nostros en el autobús nos explicó que no había semáforos, y que cuando los hay tampoco se respetan. Tampoco hay líneas pintadas en las carreteras, stops o cedas. No se usan los intermitentes ni las luces (aún siendo noche cerrada) pero se abusa de la bocina y de dar las largas. Tras una hora y media de atasco para recorrer 40 kilómetros, llegamos al hotel a las doce de la noche. El hotel estaba en la zona de las pirámides y las habitaciones eran como bungalows. Tuvimos la suerte de que casi todo el mundo había escogido ese mismo hotel. Tan sólo otra pareja se queda en un hotel céntrico. Reventados nos fuimos a la cama porque, por supuesto, al día siguiente había que madrugar.
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