Setúbal día 1: Excursión a Troia
Llegada a Setúbal
Con el nacimiento de peque 2 y la pandemia tuvimos que posponer nuestro tradicional viaje de verano con los suegros. No pudimos hacer hasta octubre, aprovechando el puente del pilar. La peque tenía tan sólo 4 meses y prometían días de calor, así que nos acercamos hasta la zona de Setúbal en coche para disfrutar de 4 días en familia.El trayecto en coche era largo (5h30min) y lo hicimos casi de una tacada después de comer. Las peques se portaron bastante bien, aunque los últimos kilómetros se hicieron infinitos porque ya estaban muy cansadas de coche. Habíamos alquilado un apartamento por primera vez porque nos pareció lo más práctico y barato. Llegamos por la noche y la mañana del día siguiente nos dedicamos a hacer algo de compra.
Excursión a Troia
Con la compra hecha no nos planteamos mucho ese día más que una excursión a la Península da Troia, una de las costas del alentejo que dicen que es de las más bonitas. Para acceder tan sólo hay que coger el ferry en la propia ciudad de Setúbal, y en unos 20 minutos te deja en el puerto de Troia tras atravesar el estuario del río Sado.Ferry atracado en Troia |
Vistas de Setúbal desde el Ferry |
Nada más llegar lo primero que hicimos fue ir a comer (Restaurante Ribamar Troia: mi crítica en Tripadvisor aquí), porque en Portugal los horarios, ya lo sabemos, no son los españoles, y aunque eran las dos de la tarde allí ya empieza a ser tarde (los horarios suelen ser de 13 a 15 como en Francia).
Troia es un lugar de vacaciones, por ello básicamente lo que encontramos son restaurantes, un puerto y casas de veraneo. Al ir en octubre, estaba todo muy tranquilo, pero nos imaginamos sin problema el bullicio y el ambiente que debe haber en pleno agosto.
Troia es un lugar de vacaciones, por ello básicamente lo que encontramos son restaurantes, un puerto y casas de veraneo. Al ir en octubre, estaba todo muy tranquilo, pero nos imaginamos sin problema el bullicio y el ambiente que debe haber en pleno agosto.
En el puerto se ofrecían muchos barcos para excursiones por el estuario para avistar delfines, una de las actividades más populares aquí.
No obstante, una vez abandonas la zona urbanizada siguiendo los senderos de madera, la cosa cambia. Da la impresión de estar en una isla y no en una península, pues todo lo que ves a tu alrededor es agua y playas kilométricas de arena fina.
Y a eso fue a lo que nos dedicamos el resto de la tarde, a disfrutar del sol y de la playa con las niñas. Se estaba de fábula: la temperatura era ideal y no había mucha gente en la playa.
Otras actividades que se pueden hacer en Troia son las ruinas romanas de Cetóbriga, una población especializada en la época en la salazón de pescado, pero que están bastante alejadas de la zona de playa. Nosotros, al no ir en coche, no pudimos visitarlas.
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