Empezamos el día desayunando en la Plaza Mayor, aunque no nos convenció demasiado la relación calidad-precio del sitio que elegimos.

Las dos catedrales de Salamanca

Nuestra primera visita fue la catedral. Salamanca tiene dos catedrales: la vieja y la nueva. La Catedral Nueva era la que habíamos estado viendo el día anterior por fuera, esta vez la visitaríamos por dentro. La catedral es de estilo gótico-barroco y la visita es gratuita. Se construyó porque la catedral vieja había quedado pequeña frente al aumento de la población y se apoyó en uno de los muros de la vieja. Por dentro es amplia
y muy luminosa:

El acceso a la Catedral Vieja está dentro de la Catedral Nueva y cuesta unos 5€. Es de estilo románico-gótico. Es mucho más pequeña y en su interior destaca el Retablo Mayor. 
El brazo norte está cortado, consecuencia de la construcción de la nueva, mientras que en el brazo sur se encuentran varios sepulcros y pinturas.
Por el brazo sur se accede al claustro, donde se encuentran una serie de capillas. La primera capilla que visitamos fue la Capilla de San Salvador o Talavera, la más antigua de todas y con una cúpula de influencia islámica. Como curiosidad en esta capilla se sigue celebrando la misa desde el siglo XIV bajo el Rito Mozárabe. En una de las paredes pueden verse las festividades según este rito.

El señor de la derecha...¿no os recuerda a Thom Yorke?

En la Capilla de San Bartolomé o de Anaya está enterrado Diego de Anaya, arzobispo de Sevilla y fundador del Colegio Mayor de Anaya (o Palacio de Anaya). El sepulcro de alabastro se encuentra rodeado de una reja gótica de impresionante factura.

En esta capilla también se encuentra un órgano -dicen que de los más antiguos de España- sobre un podio de estilo mudéjar.

La Universidad y las Escuelas Mayores

La siguiente visita fue la Universidad de Salamanca, esta vez por dentro. Para entrar tuvimos que pagar 10€ cada uno -un auténtico timo-. Los tickets hay que comprarlos en una máquina situada en la entrada de la fachada de las Escuelas Mayores, y sólo admite efectivo.

El germen de la universidad se remonta al siglo XII y es aquí donde se discute sobre el descubrimiento de América, los derechos de los indígenas, etc. Por sus aulas han pasado personajes ilustres tanto como profesores o alumnos: Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Antonio de Nebrija, Luis de Góngora, Calderón de la Barca, Unamuno...

Se accede directamente al claustro y se pueden ir viendo las diferentes y antiguas aulas de cada disciplina: derecho, medicina, gramática...

En la primera planta nos encontramos con que no se puede acceder a la biblioteca, sino verla a través de la puerta de cristal. Con nosotros hay un guía y dos japoneses que sí entran en la biblioteca y cierran la puerta delante de nuestras narices.

Después salen por otro puerta mientras el guía les dice "Su Alteza Real entrará por esa puerta", y Mr. Knook y yo nos miramos con cara de "¿Acabas de oir lo mismo que yo?". Días más tarde nos enteraríamos de que el príncipe heredero de Japón, Naruhito, visitará la ciudad el próximo mes. ¿Qué os parece la coincidencia?
En la primera planta estaba el paraninfo y en la planta baja la capilla de las Escuelas Mayores.
 

La verdad es que no salimos demasiado satisfechos con la visita, vale que el edificio está bien y tiene mucha historia, pero los 10€ de entrada nos escocieron mucho.

A la salida visitamos el patio de las Escuelas Menores y "El Cielo de Salamanca", una pintura mural del siglo XV que originalmente se encontraba en la bóveda de la antigua biblioteca (hoy capilla) y que en el siglo XX se traslada a su actual ubicación.
La entrada de la Universidad daba acceso también a visitar las Escuelas Mayores, así que decidimos ir para sacarle el mayor rendimiento a la carísima entrada. Los edificios estaban un poco más lejos y nos confundimos el Colegio de Fonseca con el Palacio de la Salina, que también se llama de Fonseca y que es sede de la diputación salmantina. El guarda de la diputación, muy majo, nos ayudó a encontrar el Colegio en el mapa, nos indicó varias iglesias que visitar que destacaban por sus pinturas y nos dijo que no nos fuéramos sin ver el patio del edificio. La verdad es que era muy bonito y en las escaleras al sol se estaba maravillosamente :)

Seguimos las indicaciones del guarda e hicimos un alto en la Iglesia de la Purísima para ver las pinturas de José Ribera en el Retablo Mayor. Un ratito después llegamos al Colegio Mayor de Santiago o de Fonseca, visitamos la capilla que no nos dijo nada y su claustro.

Una comida típica en la Rúa Mayor

Como ya era la hora de comer decidimos volver a la Rúa Mayor y comer al sol en la terraza de alguno de los restaurantes de por allí. Nos sentamos en el que tenía mejor pinta y pedimos lo platos más típicos que había. Papas meneás y revuelto de farinato (embutido típico) de primero y de segundo cuchifrito. Nada estaba especialmente bueno pero por lo menos estábamos al aire libre y hacía sol, y mola tanto comer de terracitas!! :)

Nuestra idea por la tarde era visitar el Convento de San Esteban. De camino nos encontramos la Torre del Clavero, resto de una antigua casa señorial de la que sólo queda esta torre.

Cuando llegamos al Convento de San Esteban comprobamos que todavía no estaba abierto, así que nos conformamos con verla por fuera de momento. La fachada-retablo de estilo plateresco es impresionante.
El convento estaba rodeado de cipreses altísimos que se erguían majestuosos entre tanta piedra. Me encantaban.

Ieronimus: Salamanca desde las alturas

Como teníamos tiempo hasta que abriera el convento nos acercamos de nuevo hasta la catedral y aprovechando que el día estaba despejado decidimos visitar la exposición Ieronimus, que te permite subir a las torres de la catedral y visitar las dos catedrales por dentro y por fuera.
Mientras vas subiendo por las torres puedes ver el interior de la Catedral Vieja y arriba de todo sales a un mirador impresionante desde donde puedes ver el cimborrio de la Catedral Vieja y como la Nueva se apoya en ella.

Después puedes atravesar la Catedral Nueva desde las alturas obteniendo unas vistas impresionantes del interior.
    Salías por el otro extremo de la catedral y se podía ver perfectamente las grietas que dejó el terremoto de Lisboa de 1755, y a tal altitud daba bastante respeto porque algunas de las barandillas de piedra por las que pasabas estaban aseguradas con grapas :S
Desde el otro lado otro mirador desde donde divisar las casas de piedra y tejado rojo y las muchas cigüeñas, que hacían una bonita estampa.


Tras la visita nos acercamos hasta el Archivo General de la Guerra Civil (básicamente porque era gratis y estaba abierto a esas horas y todo lo demás aún no) y vimos una exposición sobre la Masonería.
Al salir nos acercamos hasta el Puente romano, símbolo de Salamanca, que cruza el río Tormes y era el único acceso a la ciudad hasta hace poco. Además aprovechamos para coger una amapola, son tan vistosas y en Galicia se ven tan poco que me encantan.

Art nouveau y Art Decó en un espectacular edificio

Deshicimos el camino y visitamos el Museo de Art Nouveau y Art Decó Casa Lis que ahora sí estaba abierto. El edificio ya lo habíamos visto antes por fuera y nos había encantado, pero por dentro era también muy chulo.
Sólo dejaban hacer fotos en la cafetería y nos hubiera encantado quedarnos a tomar algo pero estaba todo dispuesto para la inminente llegada de una excursión.
Muy cerquita estaba el Huerto de Calixto y Melibea, donde se dice está ambientada la novela de La Celestina.

La amapola que había cogido no duró nada, se puso mustia enseguida :(

Los Conventos de San Esteban y Dueñas

Fuimos después al Convento de San Esteban, que ya estaba abierto. Visitamos el claustro y, como en los demás que habíamos visitado, en este también tenían espejos para poder apreciar mejor los detalles. La verdad es que eran muy prácticos y además muy divertidos por la curiosa perspectiva que le daban a todo.

El claustro era muy original con sus arcos divididos por tres parteluces en la planta baja.

Desde la primera planta se accedía al coro, elevado sobre la iglesia y desde allí se tenía una buena vista del Retablo Mayor.
 
Para llegar a la iglesia se va por la Escalera de Soto, una escalera de piedra que parece sostenerse en el aire.
Antes de entrar en la iglesia se pasa por la sacristía. Para una persona como yo, no bautizada y por tanto totalmente ajena a la iglesia, acceder a esta parte tan íntima de la iglesia fue una experiencia de lo más singular.

Tras acabar la visita nos fuimos al Convento de las Dueñas, que está al lado. El convento tiene un precioso claustro que a esas horas, con los últimos rayos de la tarde iluminándolo, lo hacen todavía más bonito.

Mientras estamos en la planta superior vemos como algunas monjas salen al jardín, al fin un convento con vida dentro.




Los capiteles representan toda clase de monstruos pero son impresionantes.

En el patio habíamos visto una placa conmemorativa de Teresa Chikaba "La Negrita" y en la planta alta estaba su antigua habitación. Era una princesa guineana que fue raptada por un barco español y vendida como esclava en España. Más tarde se convirtió en monja dominica, soportanto el racismo de la época. Con el tiempo se ganó el respeto y simpatía de la comunidad
  
Deambulamos por las calles y sin saber cómo llegamos a la Casa de las Muertes, sobrenombre con el que se conoce por los asesinatos cometidos en su interior y las calaveras de la fachada.

Decidimos terminar el día cenando en un árabe pero aún era bastante temprano para la cena, así que hicimos tiempo en un café de los alrededores (Café Bar Mandala: mi crítica en Tripadvisor aquí). Nos quedaba poco que ver y aún teníamos dos días por delante, además de estar bastante cansados de andar.
Cuando nos aburrimos del café nos fuimos para el restaurante (Restaurante Salam: mi crítica en Tripadvisor aquí), un pequeño lugar donde nos atendieron muy amablemente. La carta era corta pero todo sonaba bien. Nos decidimos para tomar de primero por una crema de almendras y langostinos, muy rica, y un calabacín con cordero y hierbabuena, que hizo las delicias de Mr. Knook.

De segundo probamos la ternera al curry (buenísima) y el rodaballo con cuscús y aguacate, que también estaba bueno. De postre tomamos unas milhojas de crema aderezadas con azafrán, que a mi no me convencieron mucho (no soy nada fan del azafrán) pero a Mr. Knook le chiflaron.