Edimburgo día 3: Palace of Holyrood, Parlamento escocés, Calton Hill.

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Palace of Holyrood

Hoy nos tocaba visitar el Palacio de Holyrood, residencia oficial de los reyes en Escocia desde el siglo XVI (básicamente, desde que se dejó de usar el Castillo de Edimburgo para esas mismas funciones). Se encuentra en uno de los extremos de la Royal Mile, mientras que el castillo está en el extremo opuesto.Sin título
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Marmite
Pero antes, a la hora del desayuno, probamos una "delicia" autóctona: el marmite. Su sabor es...peculiar. Según el dicho Love it or hate it, claramente nosotros lo odiamos porque fuimos incapaces de entender a qué rayos sabía eso más allá de salado y para qué rayos vas a querer usarlo para dar a sabor a nada teniendo mermeladas, quesos y otros untables mil veces más ricos, sanos y nutritivos.
Los orígenes del Palacio de Holyrood están ligados a la contigua Abadía de Holyrood (Holy Cross) que fue fundada en el siglo XII por David I, el mismo monarca que inauguró el Castillo de Edimburgo como residencia real. Sin embargo, el palacio no se usó como residencia real hasta el siglo XIV y se abandonó como sede de la corte en el siglo XVI cuando Jacobo VI se va a vivir a Londres como rey de Inglaterra. En el siglo XVII se cae el tejado de la abadía contigua y no fue hasta el siglo XX cuando Jorge V, abuelo de Isabel II,  renueva y transforma este palacio y lo devuelve a la vida. 

Con la entrada te dan una audioguía y este simple hecho que nosotros ni le damos importancia puso contentísima a nuestra mayor ¡porque a ella también le dieron! Su audioguía era la versión de niños y tenía también juegos interactivos (pena que no supiera leer todavía). En cualquier caso fue feliz durante toda la visita escuchando y pulsando los números y riñéndonos si nos saltábamos alguno xD
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Felicísima con su audioguía
 El palacio se dispone alrededor de un patio a cuyos lados se encuentran los apartamentos reales. A partir del siglo XX se designó como residencia oficial del monarca en Escocia y era el lugar elegido para celebrar eventos, audiencias, banquetes y fiestas en sus amplios jardines... La reina Isabel II se alojaba el palacio durante una semana cada verano de camino a Balmoral.
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Patio central

State Apartments

La visita comenzaba por los Apartamentos Reales o State Apartments. La primera habitación es el comedor real, donde se exhibe una mesa perfectamente puesta para el banquete.  

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El Salón del Trono se utiliza para recepciones y otras ocasiones fastuosas como la ordenación de los Caballeros y Damas de la Orden del Cardo. Está panelado en madera de roble y cuenta con dos pequeños tronos encargados por el rey Jorge V. De las paredes cuelgan retratos de antiguos reyes, entre ellos, el hipnótico cuadro de Carlos II con los estandartes reales.

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La Cámara privada se utilizaba para audiencias privadas con el Primer Ministro de Escocia y dignatarios visitantes. Esta sala también se conocía como el Salón de la Mañana en la época de la Reina Victoria.
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Según se va avanzando en el recorrido y a medida que nos acercamos a la Sala del Rey las habitaciones se van volviendo más grandes y están más decoradas.Sin títuloSin títuloLlaman la atención las fotografía familiares decorando alguna mesa. Desde luego la Casa Real británica es una máquina del márketing.Sin título
La sala más grande del palacio es la Gran Galería, de color verde, en la que se exponen los retratos de 95 reyes de Escocia de la longeva Casa Estuardo y a la única reina de esta dinastía, María I -Mary, Queen of Scots.Sin títuloTambién se exponen condecoraciones militares propias de Escocia como la famosa Orden del Cardo, el más alto honor en Escocia y la segunda en todo el país después de la Orden de la Jarretera. En concreto se expone el collar, la insignia, la banda y parte de la capa. El cardo es la flor nacional de Escocia.
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Condecoración de la Orden del Cardo. A la derecha la Reina Isabel II ataviada con toda la parafernalia.
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Otras condecoraciones
La audioguía es bastante amena y desde luego se entiende mucho mejor toda la historia de los monarcas escoceses que durante la visita al Castillo de Edimburgo. Los fans de Outlander gustarán especialmente de visitar las habitaciones de María I y el Bonnie Prince Charlie. 

Apostentos de María Estuardo

A las habitaciones de María Estuardo se accede a través de una empinada y sinuosa escalera para acceder a la torre. Aquí podemos ver su habitación, la sala de cena o una habitación exterior donde hacía su vida. También se exponen objetos personales de la reina mientras se va profundizando en su vida.
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Cámara exterior de los aposentos

Mary, Queen of Scots

María I de Escocia tiene un historia tan trágica como interesante. Fue la única monarca escocesa, hija de Jacobo V. Ascendió al trono con 6 días de vida tras la muerte de su padre. Pasó su niñez en Francia y allí se caso con el delfín francés, siendo reina consorte. Su matrimonio duró poco y una vez enviudó volvió a Escocia para casarse con su primo Enrique con el que tuvo a su hijo Jacobo VI, posterior rey de Inglaterra y Escocia. Gobernó durante el siglo XVI, un periodo especialmente turbulento por la confrontación entre católicos y protestantes (ella era católica, habiéndose criado en Francia) y la sucesión al trono de Inglaterra, marcado también por estos tintes religiosos. Su propio marido, inglés, desconfiada también de ella y quería para sí más poder. Por ello auspició el asesinato de su secretario privado David Rizzio en este mismo palacio. En la sala de cena fue donde tuvo lugar el asesinato y en el suelo una supuesta mancha de sangre recuerda esta tragedia.
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Tras este acontecimiento, huye, embarazada, al Castillo de Edimburgo, donde da a luz a su único hijo. Su segundo marido morirá poco después y ella volverá a casarse con el conde de Bothwell, implicado en la sospechosa muerte de su anterior marido. Esta unión no sentó tampoco demasiado bien a un pueblo ya de por sí dividido. María fue apresada por adúltera, asesina y otras lindezas y huyó a Inglaterra en busca de refugio y ayuda de prima hermana y regente Isabel I de Inglaterra. Sin embargo Isabel ordenó una investigación y acabo encerrada. En esta estancia se muestras algunos bordados que realizó durante su encarcelamiento.
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Pasó encerrada los siguientes años de su vida hasta que la decapitaron por conspirar -aunque las pruebas ofrecían muchas dudas- para asesinar a Isabel.
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María Estuardo

Boonie Prince Charlie

Carlos Eduardo Estuardo, el Bonnie Prince Charlie, fue un pretendiente al trono de Escocia e Inglaterra. Nacido en el exilio, En Italia, volvió a Escocia para reclamar el trono de Gran Bretaña para su padre, Jacobo III. Reunió un numeroso ejército con base en highlanders escoceses y controló parte del territorio. Cuando quiso hacer lo mismo en Inglaterra comprobó que ni tenía tanto apoyo popular allí como pensaba ni Francia le mandaba la ayuda prometida. Los ingleses les vencieron en la Batalla de Culloden y tras la victoria se promulgaron leyes para erradicar el sistema feudal de clanes en Escocia y se prohibieron los elementos tradicionales idiosincráticos de las Tierras altas como las gaitas o el kilt en represalia al apoyo dado a los highlanders al aspirante jacobita. Las aspiraciones de la dinastía Estuardo de volver al poder en Escocia terminaron aquí. Murió en el exilio también, en Italia, y está enterrado en el Vaticano.
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Bonnie Prince, vestido con el kilt
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Un joven Carlos Estuardo

Abadía de Holyrood

Una vez abandonado el palacio nos dirigimos a los jardines donde se encuentran los restos de la antigua abadía. La Abadía de Holyrood, como comentamos anteriormente, fue construida en el siglo XII por el rey David I. Fue una de las abadías más importantes de Escocia. Hoy en día está abandonada y normalmente se puede visitar con la audioguía para conocer más de esta construcción. Sin embargo, en ese momento de nuestra visita estaba en obras, así que sólo la pudimos ver por fuera. Está pegada al actual palacio.
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Restos de la abadía, pegadas al palacio.
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En los jardines del palacio la Reina Isabel II celebrara una fiesta anual. Además se han celebrado también banquetes de boda y fiestas de compromiso.

De vuelta en el palacio nos adentramos en la sección para niños y menudo rato más entretenido pasamos allí. Una cocinita regia, un set de té y pasteles, un despacho para posar como la reina y hasta disfraces para jugar a ser una Estuardo. Las niñas lo gozaron y nosotros también, para qué nos vamos a engañar.
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La nueva María Estuardo y su hija heredera
Cocinita real

La hora del té con la abuela

Parlamento escocés

Justo enfrente de Holyrood se haya el Parlamento Escocés. Aunque Escocia tuvo parlamento propio como país independiente desde el siglo XIII, cuando se unión a Inglaterra en el siglo XVIII lo perdió, pasando a estar incluído en el Parlamento del Reino Unido, sito en Westminster. Sin embargo, en 1998 y tras la celebración de un referendum se le devolvieron algunas competencias a Escocia y el nuevo parlamento inauguró sus reuniones en 1999. El actual edificio, visitable, data del año 2004 y es obra de un arquitecto español, Enric Miralles. Como sucede con todas estas obras faraónicas generó mucha polémica. A los escoceses no les convencía el lugar, el diseño ni la compañía constructora. Por si fuera poco, tenía que estar terminado en 2001 pero no se finalizó hasta 2004, multiplicando el coste inicial previsto.
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Entrada al Parlamento, en Holyrood.
El diseño es muy moderno e intenta evocar el paisaje escocés, así como el famoso cuadro The Skating Minister o El Reverendo patinando en algunos paneles de las ventanas. 
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Detalle exterior del parlamento
En el interior también las formas y los diseños, a veces metafóricos, son curiosos. En general es una visita interesante y gratuita, que tiene como fin acercar la política a los escoceses. La exposición del vestíbulo profundizaba en este aspecto.
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Vestíbulo
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Techo de la cámara del parlamento
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Cámara del parlamento
Paramos a comer en un Oink en Cannongate, famoso por sus bocadillos de cerdo asado (Oink: Mi crítica en Tripadvisor aquí). Tienes que pedir en la barra alguna variante, eligiendo el pan, el tamaño, el relleno y la salsa de acompañamiento. De acompañamiento nos decidimos por el que llevaba el famoso haggis, ya para probarlo. Así en bocata, no estaba mal.

Volvimos hacia la zona del hotel y decidimos pasar la tarde en Calton Hill. De camino nos encontramos el Regent Bridge, un puente construido a principios del siglo XIX y que forma parte de la carretera de entrada a la ciudad.
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Regents Bridge

Calton Hill

Calton Hill es el nombre de la colina con las que tal vez sean las vistas más icónicas de Edimburgo. Esta visita estaba en my bucket list particular desde hacía mucho, y me hizo mucha ilusión subir. Aunque las vistas, al final, no me entusiasmaron tanto, sí me sorprendió la cantidad de monumentos que había allí. Era como un mini parque de atracciones de arquitectura.

El primer monumento que llama la atención es el Monumento a Dugald Stewart, un pequeño templo circular dedicado a este filósofo que se construyó en el siglo XIX.
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Vistas de Edimburgo desde Calton Hill y el Monumento a Dugald Stewart a la derecha
El monumento de mayor tamaño es el National Monument of Scotland o Monumento Nacional de Escocia, un memorial a los escoceses caídos en las guerras napoleónicas. Es una construcción de estilo neoclásico que data del siglo XIX, construido a semejanza del Partenón de Atenas.

A su derecha se encuentra el Monumento a Nelson, una torre que conmemora la victoria de este almirante sobre las tropas francoespañolas en la Batalla de Trafalgar. También data del siglo XIX. Y también de este siglo es el antiguo edificio del Observatorio, hoy reconvertido en centro de arte.
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Monumentos de Calton Hill
También hay unas magníficas vistas de Arthur's Seat, el pico de las colinas al otro lado de la Royal Mile. También nos hubiera gustado subir ahí, pero la caminata era bastante larga con las niñas y no nos atrevimos.
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Desde cualquier punto de Calton Hill las vistas son preciosas, pero es que Edimburgo lo es desde cualquier parte.
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Las niñas también disfrutaron mucho tirándose a rolos por la hierba, subiendo a todas partes y hasta jugando con otros niños de por allí.
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Para terminar el día nos acercamos hasta el OMNi, un centro comercial que llamaba la atención por su estética externa acristalada.
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De vuelta a nuestro hotel pasamos por el Hotel Balmoral, del que a estas alturas ya sabíamos unas cuantas cosas: Que lo había construído la North British Railway para dar servicio a la estación de tren de Princes Street, y que era rival del Hotel Caledonian construido por la competencia Caledonian Railway en el otro extremo de la calle. Y más recientemente que J.K. Rowling había terminado de escribir aquí su famosa saga de Harry Potter.
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Balmoral de día
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Balmoral de noche
Finalmente regresamos al hotel para descansar y cenar allí mientras veíamos anochecer por nuestra ventana.

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