Viena día 0: Llegada
El día 29 de Diciembre embarcábamos rumbo a Viena desde el aeropuerto de Santiago, con una pequeña escala en Madrid. Cuando facturamos me olvidé de pedir que nos pusieran en ventanilla (qué rabia, siempre me olvido!!), pero el chico al que le tocaba viajaba con otra pareja y se cambió de sitio, así que yo pude ir hasta Madrid con vistas, después ya no. También me había olvidado los pendientes, nada grave pero me fastidió. Menos mal que esta vez habíamos sido previsores, y llevábamos sandwiches para la comida y la cena hechos de casa. Volábamos con Iberia, y, casualmente, la revista del mes de Diciembre incluía un pequeño reportaje sobre la ciudad destino. El vuelo fue muy aburrido y me dormí tras leer un rato.
Revista de Iberia, con información sobre Viena |
Abrigándose para temperaturas bajo cero
Los pronósticos meteorológicos daban mucho frío, con temperaturas mínimas que rondaban los 8 grados bajo cero. La maleta iba cargada de jerseys y calcetines de lana, camisetas interiores, abrigos de plumas, long-johns y leggins para llevar por debajo de los pantalones, guantes, bufandas, gorros y orejeras. Además de un buen calzado con suela de goma para que aislase mejor, y mis botas Ugg, una de las mejores compras que haya hecho y que para estas temperaturas son G-L-O-R-I-A. Tal y como nos fijaríamos después el 90% de la gente usaba estas botas, y yo no tuve frio en los pies ni un sólo momento :)Temperaturas previstas en Viena |
Aterrizando en Viena
Tras aterrizar en el aeropuerto de Viena y recoger la maleta que habíamos facturado pusimos rumbo al hotel. Para llegar hasta el centro de la ciudad se puede ir en taxi, bus o tren. Nosotros escogimos el tren por rapidez y comodidad. Hay dos trenes principales:- El tren CAT (City Airport Train) que cuesta 11€ por persona (17€ ida y vuelta). Es un tren que va directo a la estación de Wien Mitte sin paradas en 16 minutos.
- El tren rápido S7, que cuesta 4,40€ y llega a Wien Mitte haciendo paradas en 25 minutos.
Nosotros íbamos a coger el CAT, pero Mr. Knook se confundió a la hora de coger los tickets y acabó comprando los del S7. La verdad es que nos vino bien, porque nos ahorramos bastante dinero (y nos vendría my bien en días posteriores viendo lo caro que era todo) y tampoco ganábamos nada por llegar al centro 10 minutos antes.
Una vez en Wien Mitte enganchamos con el metro hasta la parada más cercana al hotel. A esas horas (las ocho de la tarde), apenas había gente por la calle. Las calles estaban cubiertas de nieve (de hecho, nevaba un poco) y las aceras estaban llenas de grava para evitar resbalones. Arrastrar las maletas por la grava era bastante complicado, y las pobres llegaron al hotel llenas de nieve y sal.
El hotel (Hotel 200m zum Prater: mi crítica en Tripadvisor aquí) estaba bastante a desmano y no era gran cosa, pero era lo poco que quedaba libre en esas fechas. Como ya nos había pasado en Moscú, la habitación estaba a 1.500 grados, y en contraste con el frío de fuera nos achicharrábamos y no había forma de bajar la temperatura. Desde las dos grandes ventanas de la habitación hicimos la primera foto que documentaba que ya estábamos en Viena.
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