Norte de Portugal 2: Caminha, Vilanova da Cerveira y Valença do Minho
Cruzando la frontera
El lunes por la mañana seguimos recorriendo la costa norte de Portugal por donde nos habíamos quedado el día anterior. Para evitar problemas con las autopistas de pago (habíamos quedado escarmentados con la multa que nos iba a llegar por tratar de llegar a Viana por autopista) decidimos seguir de nuevo la ruta por la carretera. De nuevo todas las aplicaciones GPS que teníamos se perdían y nos mandaban a dar una vuelta de 20 minutos para cruzar de Tui hasta Valença do Minho, que está justo enfrente. Menos mal que esta vez nos dimos cuenta e insistí a Mr. Knook en que eso no tenía sentido, que se tarda tan solo 1 minuto en cruzar entre ambas ciudades y que el GPS no tenía ni idea. Después de deshacer un tramo de camino encontramos por fin el famoso Puente Internacional de Tui, que conecta España con Portugal y que fue construido a finales del siglo XIX por orden de Isabel II. El puente se puede cruzar a pie o en coche, y por encima pasa el tren. Hasta 1991 para poder entrar en Portugal había que parar en la aduana. Todavía recuerdo cómo cuando era niña teníamos que parar para enseñar nuestra identificación a la policía portuguesa, y esperar cola durante bastante tiempo.Cruzando el Puente Internacional de Tui |
Al otro extremo del puente nos saludaba la caseta portuguesa y la famosa señal bien cuidadita (al volver veríamos la España en deplorable estado del otro lado). Estábamos en Valença de Minho.
Caminha
Hicimos el trayecto de Tui a Caminha en poco más de media hora. La carretera es bastante lenta porque es un población detrás de otra y casi todo el camino se hace a 50km/h. Los portugueses, además, siempre tienen prisa, así que se nos pegaban y nos adelantaban a la primera de cambio saltándose las normas.... Con el cambio de hora entre España y Portugal llegamos allí a las 10 de la mañana, y claro, todo estaba todavía muy tranquilo.Caminha es un pequeño municipio de apenas 2.500 habitantes situado en la desembocadura del Río Miño, que forma un estuario. Al otro lado del río se divisa A Guarda. Un ferry une a diario las dos localidades. Lo que más me llamó la atención en ese momento es que el móvil todavía seguía con la señal de España, con lo que teníamos datos y eso nos vino muy bien a efectos de GPS y mapas y para buscar recomendaciones de restaurantes :)
Desembocadura del Miño y alucinada porque el movil pillaba la señal de España. |
Costa de Galicia, desde Caminha |
Iglesia Matriz |
Torre do Relógio |
Y en frente de la Torre nos encontramos la Praça Conselheiro Silva Torres, rodeada de cafés en la que algún autóctona y algún turista desayunaba con calma a esas horas.
Ahí nos perdimos por las calles, hasta llegar a un alto donde se encontraba el cementerio y desde allí volvimos de nuevo al pueblo dando un rodeo. Poco más nos ofrecía la ciudad, así que cogimos el coche y pusimos rumbo a Vilanova da Cerveira.
Vilanova da Cerveira
Vilanova también es una villa pequeñita que no llega a los 10.000 habitantes, situada un poco después de Caminha en dirección Valença. La visita se resumió en un paseo por las principales calles de la ciudad, que disfrutamos bastantes porque eran bonitas, aunque se ve en muy poco tiempo.Valença de Minho (Fortaleza)
Tras Vilanova da Cerveira pusimos rumbo a Valença do Minho, concretamente a la zona de Fortaleza, conocidísima para los gallegos porque todos veníamos a su mercadillo a comprar toallas y paños. Recuerdo de niña el calor que hacía en pleno agosto, que era cuando veníamos, y esperar con mi hermana jugando por las calles mientras mi madre y mi tía abuela compraban. Me apetecía mucho ver la ciudad con ojos de adulto. Descubrí que poco era como lo recordaba, pero me encantó. Subimos en coche hasta Fortaleza y entramos andando por uno de los accesos. La Fortaleza es una construcción defensiva a orillas del Miño, que protegía en su interior una aldea y que se divide en dos áreas que se comunican por la Porta do Meio. A su vez cuenta con varios bastiones bastiones que le confieren su característica forma estrellada.Porta do Medio, que comunica las dos partes de la Fortaleza. |
Murallas y bastiones defensivos |
Vista desde Tui, al otro lado del río Miño |
Cañones defensivos |
Y no sé que me pasa con las fortalezas, los castillos y demás, que me encantan y me tengo que subir a todos los altos como si fuera una cabra. Así que eso fue lo que hice, intentar no dejar rincón de la muralla sin explorar, y maravillarme con las vistas infinitas.
Cuando llegó la hora de la comida, intentamos buscar algún sitio al sol aprovechando el día, pero no encontramos ninguno, así que nos conformamos con un sitio que recomendaban mucho y que nos encantó (Restaurante Fortaleza: mi crítica en Tripadvisor aquí). De primero pedimos el famoso Caldo Verde, originario de esta región. Se trata de un caldo con berza y patata bastante suave y rico.
De segundo pedimos un bacalhau á fortaleza (no nos podíamos ir de Portugal sin probar el bacalao, claro). Se trata de una bacalao gratinado al horno con mayonesa, pimientos, langostinos y patatas. Estaba exquisito, y las patatas probablemente sean las más ricas que haya comido hasta ahora.
Para acompañar nos pusieron una especie de ensalada de col.
Después de comer ya estábamos bastante cansados, así que pusimos rumbo a casa. Volvimos a atravesar el Puente Internacional, esta vez en sentido contrario, para volver a España, que nos recibía con un cartel cutre...
0 comentarios