Museo de la Catedral
La visita guiada a la tribuna de la catedral nos dio derecho a entrar también al Museo, al que se accede por una puerta a ras de suelo en la Plaza del Obradoiro, a mano derecha según miras a la Catedral. Si venís a Santiago os recomiendo que lo visitéis aunque no os gusten los museos. Y es que vale la pena por tres cosas, dos de las cuales no son intrínsecamente "el museo". Pero vayamos por partes, la entrada, como decía, se puede adquirir sola, combinada con los tejados (opción que más recomiendo) o con la visita a la Tribuna. En esta web podeís ver los distintos tipos de entradas disponibles.
Planta baja y planta primera: Historia de la catedral y coro pétreo
Según accedes al museo puedes visitar varias salas que hablan de la construcción de la catedral y ver diferentes restos arqueológicos encontrados. También se puede ver el rosetón original de la fachada románica.Rosetón de la antigua fachada románica |
Pero sin duda lo mejor de la pequeña planta baja (y una de las tres razones que antes os di para visitarlo) es la reconstrucción del antiguo coro pétreo del Maestro Mateo. El original se construyó en el siglo XIII, totalmente en piedra, y ocupaba la parte central de la catedral (más o menos, venía a estar en medio y medio de la nave según entrabas por la Puerta del Obradoiro). El coro es espectacular sin duda, no en vano pocos coros de piedra se suelen ver hoy en día, la gran mayoría son de madera. La piedra, además, estaba policromada, se puede apreciar restos de color en las fotos. La reconstrucción fue un trabajo laborioso, a base de fragmentos que se guardaban en el Museo de la Catedral, y completando las faltantes con piezas de escayola.
El coro fue desmontado durante el siglo XVII, y reemplazado por otro de madera. Este también fue desmontado a mediados del siglo XX, ya que bloqueaba la vista del Altar Mayor e impedía a los peregrinos poder seguir la misa, además de que ocupaba excesivo espacio para una catedral de peregrinación, que debía acoger a multitud de gente. Las figuras del coro pétreo fueron aprovechadas en otras partes de la catedral, como la Puerta Santa o la Fachada de Platerías.
La planta primera expone más figuras románicas en piedra y en madera.
Planta segunda: Claustro
El segundo motivo para visitar el museo es éste: el preciosismo claustro de la Catedral. Se construyó en el siglo XVI y es de estilo plateresco gótico-renacentista. En la zona central del claustro, llaman la atención las antiguas campanas de la Torre del Reloj, entre ellas la famosa Berenguela original, que le da nombre a la propia Torre del Reloj. De hecho, casi nadie llama a esta torre por ese nombre, sino que se le conoce por la "Torre de la Berenguela".En el centro está la Fons Mirabilis, una fuente románica de granito que originalmente se encontraba situada en la Puerta del Paraíso, en la entrada norte, y en la que según se cuenta en el Códice Calixtino, se aseaban los peregrinos para entrar limpios a la Catedral.
Aquí se encuentran también las tumbas de los canónigos de la catedral, que a día de hoy todavía siguen enterrándose aquí. A un lado del claustro se encuentra la capilla del Alba y el archivo, no visitable.
En uno de los lados nos encontramos con el Tesoro catedralicio. Aquí se exponen cálices, cruces y demás joyas regaladas a la catedral por diferentes personas, países, etc. También se encuentra aquí la Capilla de las Reliquias, que cuenta con un retablo neogótico en madera cubierto de reliquias en sus correspondientes cofres, así como sepulcros de Reyes como Berenguela de Barcelona, Fernando II o Alfonso IX. Desde esta planta se puede acceder a la catedral. Parece increíble que esté al mismo nivel, pues en realidad uno piensa que está mucho más arriba debido a que la propia catedral se construyó sobre un gran desnivel (hay que subir escaleras desde el Obradoiro o Platerías para llegar hasta la catedral, y sin embargo desde la Azabachería hay que bajarlas). Pero, como digo, lo más bonito sin duda es el propio claustro. Nosotros tuvimos la suerte de que empezara a anochecer y pudimos verlo de día y de noche.
Tercera planta: Tapices y vistas
La última planta guarda la tercera y última razón para visitar el Museo: ¡las maravillosas vistas al Obradoiro!. La planta donde se guardan los tapices tiene una pequeña puerta que da una de las balconadas de la catedral y desde allí hay una vista magnifica no sólo del Obradoiro, sino también de la Alameda y de la rúa de Fonseca. Sin duda merece muchísimo la pena: era mi tercera visita y cada vez me gusta más. No os podéis imaginar mi cara de felicidad durante toda la visita. Como os digo que me encanta el Museo, me encanta la Catedral y tengo la inmensa suerte de vivir en Santiago y poder ver esto cada vez que quiera :)Una de las características del Obradoiro es que puedes girar la cabeza 360 grados y ver diferentes estilos arquitectónicos. El Pazo de Raxoi, justo enfrente del a catedral, es de estilo neoclásico, la fachada del Hostal dos Reis Católicos, a su izquierda, es plateresca, la Catedral es barroca y el Pazo de San Xerome, frente al Hostal, actual sede del Rectorado de la Universidad, que es románico tardío.
Vistas del Pazo de Raxoi desde la Catedral |
El Hostal dos Reis Católicos, al fondo |
La balconada del museo |
Tejados de Compostela |
Detalle de uno de los techos |
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