Un destino muy improvisado
El viaje a Cantabria en el puente de la Ascensión fue totalmente improvisado. Al principio habíamos pensado en ir a Castilla (Burgos, Valladolid...), pero finalmente nos decidimos por Cantabria casi 12 horas antes de marchar. Fuimos en coche desde Santiago y la primera parada que hicimos fue en Gijón, donde paramos a comer en el restaurante Entreplazas. A pesar de que llovía, nos encantó el ambiente.
Santillana del Mar
Habíamos elegido nuestro hotel en el bonito pueblo de Santillana del Mar, en una preciosa posada (Posada la Solana: mi crítica en Tripadvisor aquí) .Tras dejar nuestras cosas en al posada dimos una vuelta por el pueblo para conocerlo mejor.
Nuestra posada |
Vistas desde la habitación |
Santillana del Mar es la villa de las tres mentiras, porque ni es llana, ni santa ni tiene mar. Pero sí está declarado Conjunto Histórico Artístico, está muy conservada y es una delicia de pasear. Es uno de los pueblos más bonitos de España, y con razón.
Colegiata de Santillana |
Después cenamos tranquilamente en uno de los restaurantes de los alrededores.
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