Tailandia y Camboya con bebé: Preparativos previos

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Destino sudeste asiático

Las ganas de hacer un gran viaje rondaban mi cabeza desde hacía mucho. Hacía tiempo que no salíamos de Europa y me apetecía conocer algún destino lejano. Japón es un gran destino para ir con niños y bebés, pero ya habíamos estado. Corea del Sur también se nos pasó por la mente pero al final por temas laborales no pudimos y Canadá por temas de precio.

Cuando encontré la posibilidad de ir a Tailandia en un vuelo cómodo nocturno con una sola escala desde Santiago le di algunas vueltas pero me lancé ¡ahora o nunca! Y como mamá reciente ni se me pasaba por la cabeza dejarle a mi niña a nadie, todo lo contrario, se venía con nosotros aprovechando que hasta los 2 años no pagan billete aéreo.

Cuando los familiares y amigos se fueron enterando del destino algunos se asustaron un poco, aunque tampoco es que nos tildaran de locos ni mucho menos, confiaban en nosotros. Por supuesto yo había hecho mis investigaciones y sabía que Tailandia era un país muy seguro para ir con un bebé y sobre todo para iniciarse en el sudeste asiático y no me equivoqué, ¡fue un gran viaje!

Itinerario y vuelos internos

Una vez con comprados los billetes de ida y vuelta a Tailandia (¡qué subidón!), comenzamos a darle forma al itinerario. Teníamos un total de 18 días, de los cuales nos quedaban 11 días completos descontando los días que perdíamos en los vuelos intercontinentales y los desplazamientos internos que decidimos dejar libres por lo que pudiera surgir y para tener un poco de margen con el bebé. Así esos días nos servirían para recuperar entre visitas. Al final la ruta quedó así:

4 días completos en Bangkok: 3 días para visitar la ciudad y uno para ir hasta Ayuthaya, la antigua capital de Siam.
2 días y medio en Siem Reap (Camboya) para visitar los templos de Angkor
2 días completos en Chiang Mai
3 días completos en Ao Nang (Krabi)

Los vuelos internos los hicimos casi todos con Air Asia, una low cost bastante recomendable, del estilo de Ryanair pero con mejor trato. Otro trayecto lo hicimos con Bangkok Airways, que de largo fue la mejor, tanto en puntualidad como en atención y servicios en vuelo. Nos dieron pegatinas para entretener a la niña durante el vuelo, nos dieron de comer (y eso que el trayecto era de tan sólo hora y media) y los TCP's fueron atentísimos durante todo el vuelo.

El vuelo intercontinental lo hicimos con Lufthansa, que también fue genial. Nos pusieron una cunita para la peque y le regalaron un peluche avión que le gustó mucho y nos fue muy útil durante el viaje.
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La cunita que nos pusieron en el avión

Medicina preventiva: vacunas y consejos generales

Como un mes antes de ir de viaje pedimos cita en el departamento de medicina preventiva de nuestro hospital. Allí nos atendió un médico muy majo que nos pidió que le detalláramos nuestro recorrido. Después de oírlo nos aseguró que no íbamos a tener ningún problema porque tanto Tailandia como Siem Reap eran destinos muy turísticos, con buenas infraestructuras y atención sanitaria. De hecho, prácticamente nos vino a decir que aquello ya era demasiado turístico (y no le faltaba razón).

Nos dio 3 muy buenos consejos para nuestra estancia:
  • Agua: Beber agua embotellada y no tomar bebidas con hielo ni fruta que no hubiéramos pelado nosotros. En casi todos los hoteles te dejaban diaria y gratuitamente una botella de agua por persona y hay tiendas de conveniencia por todas partes. El agua embotellada, además, es barata, incluso en los mini-bares de los hoteles. Eso sí, no esperéis encontrarla mineral, en la mayoría de los sitios era agua de la traída purificada con ozono o sometida a algún otro tipo de tratamiento.
  • Mosquitos: Usar repelente de mosquitos en la zona norte, es decir, Chiang Mai. Es verdad que aquí como había más vegetación encontramos más mosquitos porque ni en Bangkok ni en Siem Reap encontramos prácticamente ninguno. Para más información ver el siguiente apartado.
  • Sol: Las principales consultas médicas de la gente al volver de esta zona del trópico son principalmente por quemaduras solares. Así que nos recomendó protección 50 especialmente en la zona de playas.
Por lo demás, sentido común y nada más.

Con respecto a las vacunas, nos señaló que no hay ninguna vacuna obligatoria, pero que se recomendaban dos, la de la Hepatitis A y la de la Fiebre Tifoidea. Como ni la niña (por ser menor de 3 años) ni yo (por estar todavía con lactancia materna) podíamos ponernos la de la fiebre tifoidea, nos pusieron tan sólo la de la Hepatitis A, avisándonos además de que tendríamos que poner un recuerdo 6 meses después.

Mosquitos

He de confesar que el tema de mosquitos nos traía un poco de cabeza, pero tras haber ido a medicina preventiva nos quedamos mucho más tranquilos. Allí nos explicaron que la malaria, el dengue e incluso el zika son raros allí, que hay brotes pero normalmente en las zonas más rurales. 

Hay que protegerse de los mosquitos principalmente durante la puesta y la salida del sol y por la noche. En principio no fue un problema porque nos recogíamos temprano y rara vez salimos por la noche ¡acabábamos agotados! Además al haber ido en temporada seca no vimos muchos mosquitos, salvo en Chiang Mai. En Bangkok y en Siem Reap no nos echamos nada y no tuvimos problema, en 
Chiang Mai sí hay más porque es más verde, así que aquí sí nos untábamos de repelente de día porque ya se veían a simple vista. En la zona de Krabi nos echábamos al amanecer y al anochecer.

Por otra parte, la mayoría de los repelentes estaban desaconsejados para niños de 3 años y madres lactantes. Nuestra solución fue usar repelentes con aceites naturales que compramos en la página de Planeta Huerto, que tienen productos ecológicos y bio. Después de investigar las diferentes opciones compramos un repelente para la ropa y otro para la piel de la marca Aries. El recuento de picaduras fue de 3 para cada padre y 0 para la niña así que muy bien.

Ropa

El tema ropa influye mucho tanto el sol como los mosquitos y las normas de decoro del país.

Para poder entrar en los sitios reales como el Palacio de Bangkok o el Palacio de Bubhing en Chiang Mai son muy estrictos con la vestimenta y no se permite pantalón corto, ni enseñar hombros, barriga ni escote. Tampoco transparencias, cubrirse con un chal, pantalones deshilachados...Pero por suerte por todas partes hay puestecillos para comprar un pantalón que cumpla por menos de 3€. En el resto de los templos la cosa se relaja un poco más y se permite pantalón que cubra hasta la rodilla. Yo me llevé 3 faldas largas y 1 pantalón finito y no tuve problema en ningún lado.

Por otro lado es muy recomendable llevar ropa floja y transpirable, preferentemente de algodón para no sudar demasiado. Olvidaos de cosas pegadas al cuerpo, no las vais a aguantar. Respecto al tema calzado y a no ser que se vaya a hacer algún trekking o algo muy específico valen unas sandalias. Mucha gente opta por tenis con calcetines, pero con el calor que hace y el calor que yo tengo en los pies lo descarté totalmente y estuve bien cómoda con mis dos pares de sandalias de verano.

También es muy recomendable unas gafas de sol y un sombrero, ya que en algunos sitios el sol es abrasador.
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Cartel en Bubhing Palace informando de los "proper outfits"

Equipaje con bebé

El sudeste asiático es un destino fantástico para iniciarse como mochilero, ya que no es necesario llevar gran cantidad de ropa y lavarla o comprarla allí es muy barato. Dicho esto, nosotros no somos nada de mochila y menos yendo con una niña, así que llevamos una maleta de mano y una maleta facturada tamaño mediano-grande. La mitad de la maleta facturada eran provisiones para el bebé: pañales, toallitas y algún snack que al final nos sobraron. Aunque es fácil encontrar pañales porque hay tiendas de conveniencia por todas partes, no queríamos perder tiempo y total, teníamos sitio de sobra. Lo que no se encuentra fácil son los típicos bañador-pañal desechables, así que es recomendable optar por llevar uno de neopreno (que además es más ecológico) o llevarlos de casa.

A mayores llevábamos un bolso mochila pequeño de mujer y una mochila pañalera. No tuvimos ningún problema con el tamaño del equipaje de mano ni de las mochilas en ninguno de los vuelos internos que cogimos, y eso que el tamaño de la maleta de mano excedía un poco el permitido por las aerolíneas.

Comidas y picante

La comida tanto en Camboya como en Tailandia nos pareció deliciosa, llena de sabores y con ingredientes totalmente exóticos, algunos de los cuales ni conocíamos: galanga, hierba sosa, hierba limón, hojas de lima kaffir, albahaca tailandesa, durian, papaya verde... Y sí, pican mucho, pero te acabas acostumbrando y dicen que el picante espanta a los mosquitos. Yo me aficioné al curry verde ¡es sabrosísimo! y de Camboya nos encantó el Fish Amok. Y qué decir de las frutas, nada que ver los mangos o los plátanos, con esa textura que se deshace en la boca y además ¡muy barata!
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Algunos ingredientes de la cocina local tailandesa

Sim local

Para poder disponer de datos compramos dos tarjetas SIM en Holafly. Una era de 8 días sólo para Tailandia y otra de 12 días multipaís porque era la mejor combinación posible. Fueron bastante caras, la verdad, aunque funcionaron bien y la ventaja fue que no tuvimos que andar mirando y comparando allí y el soporte era en español. También se pueden comprara en destino y son muchísimo más baratas.

Seguro

Para viajes internacionales no nos la jugamos y llevamos siempre un seguro. En esta ocasión, al ir con nuestra hija compramos uno bastante completo (y por tanto, más caro) en IATI. Fue la primera vez que tuvimos que tirar de seguro durante el viaje, y la respuesta fue razonablemente rápida y satisfactoria.

Visados

Por último, para el tema visados, la cosa es muy fácil.

En Tailandia no es necesario visado. Hay que cubrir un formulario de inmigración al llegar (si llegas por aire te lo reparten en el avión), te ponen un sellito al ingresar al país con la fecha máxima de estancia y tienes que guardar el resguardo del formulario que debes entregar a la salida del país, donde te volverán a sellar la salida. También te registrarán las huellas digitales de cada mano y una foto. Es totalmente gratuito todo el proceso.

En Camboya sí se exige visado para entrar al país, pero se hace al llegar (on-arrival). También hay que cubrir un formulario de inmigración (un poco más lioso que el de Tailandia), entregarlo en los mostradores de aduanas junto con el pasaporte y esperar a que te llamen para darte el pasaporte con el visado. El coste es de 30 dólares por persona y no hace falta nada más. Antiguamente era necesario una foto carnet pero hoy en día te hacen ellos una foto al llegar con una cámara y santas pascuas.

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