Coimbra día 3: Conímibriga y Coimbra (Monasterio de Santa Clara-a-Nova y Sé Velha)
Conímbriga
Nuestro último día nos acercamos a la antigua ciudad de Conímbriga, a 20 minutos en coche de Coimbra. Lo primero que nos llamó la atención al comprar las entradas fue un curioso juego de origen romano, el Juego del Molino, que estaba a la venta junto con otros juegos ancenstrales como el ajedrez.
Aunque por su nombre lo pudiera parecer, no fue la predecesora de Coimbra, si no que fue anterior y ambas convivieron en el tiempo hasta la decadencia de la primera. Es uno de los yacimientos mejor conservados no sólo de Portugal, sino de toda la península ibérica.
Ruinas de Conimbriga
Conímbriga era la antigua ciudad romana que se ocupó en tiempos de Décimo Junio Bruto y su conquista del sur de Galicia y norte de Portugal y que sería la capital de la provincia lusitana. En el siglo II a.c. comenzó su esplendor, construyéndose el foro, las termas, el acueducto y magníficas casas nobles con suelos de mosaico. Posteriormente se leventó una muralla defensiva para protegerse de los invasores y cuando el imperio romano cayó se abandonó.
El conjunto es amplísimo, y, aunque nosotros lo hicimos por libre, bien vale una pena acordar una visita guiada para enterarte de lo que estás viendo si no te puedes perder parte del encanto. En esta web hay reconstrucciones de la antigua ciudad, muy útiles para hacerse una idea de cómo debió de lucir en el pasado.
Ruinas de Conímbriga |
Pavimento de mosaico |
Casa dos Repuxos
Sin duda la parte más llamativa y mejor conservada es la Casa dos Repuxos o Casa de las Fuentes. Se trata de una casa que primeramente se usaba para el comercio y que después fue convertida en una majestuosa residencia privada. La parte central de la case es un peristilo ajardinado con estanques y fuentes alrededor del cual se distribuyen las habitaciones. Los mosaicos datan del siglo II a.C.
Peristilo central y mosaicos |
Peristilo |
Mosaico de una de las habitaciones |
Mosaicos |
La casa tenía unos almacenes en la parte de abajo
Hay más ruinas de casas aristocráticas como la Casa de Cantaber o la Casa de la Cruz Gamada.
Casa de Cantaber |
Casa de la Cruz Gamada |
Esqueleto de una columna redonda |
Atravesamos también la antigua muralla, en dirección a la zona del foro y las termas, pero esta zona que quedó extramuros está peor conservada y en medio del recorrido nos empezó a llover, así que corrimos a refugiarnos en el museo.
Museo de Conímbriga
En el museo se exponen los objetos que se recuperaron de las ruinas, ordenados temáticamente.
Dentor de este museo nos llamó la atención el Cuadrado Sator, un multipalíndromo de 5 palabras latinas que se leen igual de izquierda a derecha que de arriba a abajo.
Tras la visita al museo decidimos quedarnos a comer ya allí, porque no había muchas opciones disponibles cerca. Al final fue un acierto, porque comimos muy bien en el restaurante del museo (Museo Conímbriga: mi crítica en Tripadvisor aquí).
Monasterio de Santa Clara-a-Nova
Tras la visita a Conímbriga volvimos a Coimbra, pero esta vez a la zona del otro lado del río a visitar el Monasterio de Santa Clara-a-Nova o Convento de la Reina Isabel. La Reina Isabel, esposa de Dionisio I (el fundador de la Universidad), había fundado un convento (el actual Monasterio de Santa Clara-a-Velha) a orillas del Mondego a comienzos del siglo XIV, donde quería enterrarse. Sin embargo, las crecidas del río inundaban frecuentemente este convento, por lo que en el siglo XVII se tomó la decisión de construir otro en un lugar más elevado a salvo de las crecidas.
Exterior del convento, con la estatua de la Reina Isabel |
Su iglesia es de estilo manierista, y contiene un sepulcro de plata con los restos de la reina tras el retablo mayor, bajo una efigie de la misma.
Iglesia |
Vidriera con la imagen de la Reina Isabel |
Retablo Mayor |
Detalle de la urna plateada |
En la tienda se venden exvotos de cera representando distintas partes del cuerpo para pedir curaciones y favores a la santa.
El precioso claustro de dos alturas es de estilo barroco y tiene un pequeño jardín. En cada esquina hay una fuente que representa los ríos del paraíso.
Desde el monasterio y al otro lado del río divisamos la singular configuración de Coimbra, apreciando las zonas alta y baja de la ciudad, dominada por la torre de la universidad en lo alto.
Sé Velha
Aprovechando que aún nos quedaba algo de tarde fuimos a visitar por dentro la Sé Velha, ya que anteriormente no habíamos podido. La verdad es que nos sorprendió mucho su imponente y bonito interior en contraste con su sobria portada.
El retablo gótico flamígero de madera dorada y profusamente policromada es espectacular.
Retablo Mayor |
También la Capilla del Santísimo Sacramento tiene otro impresionante retablo en piedra rematado con una cúpula de linterna.
Capilla del Santísimo Sacramento |
Finalmente cuenta con un original claustro con arcos ojibales a su vez compuestos de arcos dobles de medio punto. En medio de estos un rosetón, diferente para cada par de arcos.
Fado de Coimbra
Para terminar nuestro viaje quisimos ir a un lugar de Fados. El fado es el máximo exponente tradicional de la música portuguesa. El fado de Coimbra es característico por estar cantado exclusivamente por hombres ataviados de negro y con capa, herencia directa del uniforme universitario. Los temas hacen referencia a amores estudiantes y a la ciudad. Lo pudimos disfrutar en Fado ao Centro, un centro cultural que todos los días a las 18 horas ofrece un concierto. Una hora perfecta para ir con las niñas, por cierto.
El ambiente es muy íntimo, y a esa hora estábamos prácticamente sólos, con lo que fue una experiencia fantástica. En un determinado momento yo me tuve que salir porque las niñas ya no aguantaban. Detrás de una de llas (afanada en subir todas las escaleras que encontrara) llegamos a la parte de atrás de la casa de fados, donde los intérpretes esperaban detrás del escenario. Después vino a relevarme una de las abuelas y yo volví al espectáculo precisamente por ahí y acabé apareciendo a mi familia entre bambalinas detrás de los músicos xDDD
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