Tailandia y Camboya día 10: Más templos de Chiang Mai y vuelo a Krabi

by - 14:50

Más templos de Chiang Mai 

Ya llevábamos 10 días en el sudeste asiático y tocaba la parte más de relax del viaje. Ese día cogeríamos un vuelo a la provincia de Krabi para pasar unos días en la playa. Pero antes aprovechamos la hora que teníamos libre antes de ir al aeropuerto para visitar algunos templos en Chiang Mai que quedaban cerca de nuestro hotel.

Del templo de Wat Pha Bong nos llamó la atención encontrar una tienda de campaña al lado del chedi y una estatua de un monje gafotas dándonos la bienvenida. Tocamos el gong tres veces para tener prosperidad, salud y felicidad y nos divertimos enseñándole a la peque las estatuas de animales que decoraban el templo.
Sin título Sin título
Sin título Sin título
El wihan del Wat Prasat es de estilo lanna, en madera y decorado con motivos florales. Los chofas del techo tienen forma de dragón.
Sin título Sin título

Al aeropuerto por los pelos

Para ir al aeropuerto preguntamos precios en el hotel pero eran muy caros. Al salir nos abordó el tuk-tuk que estaba siempre en la entrada por si queríamos ir a algún sitio. Amablemente le dijimos que no. Teníamos pensado parar un taxi, ya que habíamos visto muchos mientras visitábamos los templos. Imposible, no aparecía ninguno. Miramos en Grab, que tan bien nos había funcionado en Bangkok. Había muchos y ninguno se ofrecía porque estaban muy lejos.

Al cabo de unos minutos por fin alguien se ofreció a recogernos, tardaría 10 minutos. Pero esos 10 minutos pasaron y seguía sin venir. No pasa nada, hay un poco de tráfico y la calle está cortada, nos decía por el chat de la app. Otros 10 minutos y nada, no lo veíamos avanzar en la pantalla. Mientras, seguíamos intentando parar algún taxi por la calle. Nada. Al final, el conductor de Grab nos canceló la recogida y nos vimos allí tirados y cada vez un poco más agobiados. Volvimos al tuk-tukero de enfrente al hotel y negociamos con él. No era lo que habíamos pensado pero ya no teníamos muchas más opciones. Empezaba a hacerse tarde.

El tuk-tukero iba conduciendo su moto tuk-tuk que no pasaba de 50 km/h (s es que llegaba), con su hijo a la espalda comiendo y con la tablet y nosotros tres en la parte de atrás con 2 maletas. El trayecto se nos hizo desesperadamente lento. Todo el mundo nos adelantaba y el trayecto que se nos había hecho tan corto al llegar se nos estaba haciendo infinito al volver sólo por ir en un medio de transporte distinto. Yo iba ya medio ansiosa y Mr. Knook que es más inconsciente y menos nervioso que yo iba grabando toda mi angustia y alucinando con el tuk-tukero y su hijo xD
Sin título
Nuestro tuk-tuk de vuelta al aeropuerto
Para entrar al aeropuerto tuvimos que pasar un control de seguridad en la propia entrada, donde nos sellaron las maletas. Una vez dentro, no encontrábamos el mostrador de Bangkok Airways para poder hacer el check-in. Después de dar unas cuantas vueltas lo encontramos escondido detrás de unas escaleras. Una vez facturados, ya podíamos empezar a respirar.

Pasamos el control de seguridad y exploramos un poco la terminal que era muy pequeñita, casi de juguete. Había pocos puestos de tiendas y restauración y los que había eran muy pequeñitos. La zona de espera también era pequeña y estaban todas las puertas juntas.
Sin título
Esta vez volábamos con Bangkok Airways que no era una low cost y eso lo notamos. Embarcamos los primeros por ir con un bebé y en primera fila del avión, como reyes. Además nos dieron pegatinas para la niña y hasta comida, con lo que no contábamos ¡genial!
Sin título
Pegatinas para jugar, cortesía de Bangkok Airways
Sin título
Langostinos hiper picantes con arroz y pastel de ciruela.

Aterrizaje y bajón en Krabi

Llegamos a Krabi sobre las 13:30 y buscamos un taxi para ir hasta nuestro hotel. En el hotel nos habían pedido 500Bath y como nos pareció caro, preferimos intentarlo por nuestra cuenta. De nuevo, fue mala idea. Grab no localizaba nuestro hotel porque era bastante nuevo, así que no pudimos usar la aplicación para solicitar una recogida. El autobús no nos convencía nada porque es muy lento (hace muchas paradas) y terminamos pagando un taxi por 600 Baths, 100 más de lo que nos había pedido el hotel. Estaba claro que no era nuestro día...

El trayecto del aeropuerto al hotel fue de unos 35 minutos lloviendo. Nuestro hotel parecía una casa de pueblo o la entrada de un camping y fue un gran bajón. Aunque el bungalow/habitación era decente y al final nos acabó gustando no era lo que habíamos previsto.
Sin título
La entrada al hotel
Sin título
Alrededores del hotel en Ao Nang, glamouroso, ¿verdad? xD
Sin título
La habitación en Ao Nang
Sin título
Exterior de la habitación
Sin título
Piscina
Salimos a dar un paseo y Ao Nang nos pareció un agujero turístico que constaba de una sola calle cuajada de hoteles, restaurantes, agencias de viaje y tiendas de alquiler de motos. Seguía sin salir el sol, aunque el calor era terrible debido a la humedad. Los días siguientes descubriríamos que no era tan terrible y que es una base genial para explorar los alrededores, pero esa bienvenida con lluvia fue nuestra primera impresión. [Tip: Mucha gente opta por quedarse en Railay, pero hay que llegar por barco y el embarque es desde el agua, así que con niños y maletas puede ser complicado]

Fuimos a echar un vistazo a un super cercano y allí tuvimos nuestra segunda experiencia religiosa con el durian. Como lo vendían fresco todo el super apestaba ¡ya desde la calle!.
Sin título
Durian fresco (derecha)
También fuimos hasta la playa a informarnos de cómo funcionaban las barcas llamadas longtails y qué excursiones se podían hacer.
Sin título
Playa de Ao Nang
Sin título
Precios de los longtails
Después compramos comida para llevar y cenamos en la habitación del hotel. Entre otras cosas, probamos el famoso mango sticky rice, que es como un arroz con leche de coco y mango. Aprovechamos para informarnos un poco más de las excursiones mirando internet y algunos diarios.
Sin título
Mang osticky rice

Te puede interesar

0 comentarios