Fervenza do Toxa
A media hora de Santiago tenemos una maravilla natural que bien vale una excursión. Se trata de la Fervenza do río Toxa, un afluente del río Deza que cae en caída libre unos 30 metros, haciendo que sea la casacada más alta de Galicia en caída libre.
Para llegar hasta la cascada hay que descender por un camino en medio del tupido bosque. Fuimos un día de muchísimo calor, así que caminar entre los frondosos árboles fue muy refrescante, porque la temperatura era mucho menor y más agradable.
Al final del camino se encuentra un merendero y, al fondo, la cascada, cuyo ruido es como un bálsamo de paz.
Había ido muchas veces a esta fervenza y no me había entusiasmado demasiado, pero este día fue muy especial porque caía con bastante fuerza y el paisaje parecía totalmente distinto. De hecho, no me pude resistir y me metí en el agua, a pesar de que no llevaba bañador, ni chanclas ni nada. Pero es que el agua estaba tan deliciosa que no podía dejar de pasar la oportunidad de remojar los pies.
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| La fervenza do Toxa |
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| Refrescándome |
La verdad es que pasamos un rato muy agradable y tranquilo. Había algo de gente que se arremolinaba a la entrada de la poza, pero no perjudicaba el ambiente de calma que la cascada y el bosque aportaban. Le dimos la merienda a la peque en una de las mesas y estuvimos largo rato relajándonos allí. Después, emprendimos el camino de vuelta que fue un poco más sacrificado porque es todo cuesta arriba y la peque no colaboró mucho (vamos, que la hubo que subir en brazos).
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| Merendero |
En vez de volver al aparcamiento, nos desviamos hacia el mirador, en el que nunca habíamos estado. Fue todo un acierto, las vistas son preciosas desde allí de todo el bosque y de la cascada.
