Viernes 28 de Febrero, iba a ser un día bastante estresante. El vuelo no salía hasta la noche, así que tuvimos toda la tarde para organizarnos. Con tanto tiempo, como es normal, se me olvidaron varias cosas.
Para empezar se me ocurrió comprar los vuelos para el próximo viaje a Sevilla, porque estaban bien de precio, y cuando al fin los tenía comprados me di cuenta de que había puesto mal uno de los apellidos del pasajero. Y es Ryanair. Horror!!! Cambiar de titular costaba 120€ (más caro que el propio billete), pero tras bucear por la web me enteré de que ahora daban 24 horas de gracia para cambiar algún fallo como este. Desgraciadamente son las 8 de la tarde, y el horario del teléfono de atención para estos casos es de 9:00 a 19:00 de lunes a viernes y de 10:00 a 17:00 los sábados. Me las iba a tener que arreglar al día siguiente en el aeropuerto mientras esperaba la salida del vuelo a Marrakech...
En fin, con un poco de angustia vital nos recogió mi padre para llevarnos al aeropuerto junto con mi madre, que también se había apuntado al viaje. El vuelo salía a las 22:15, pero a las 22:00 ni siquiera había aterrizado el avión, obviamente estaba retrasado.
Era la primera vez que volábamos en Ryanair con las nuevas medidas implantadas. Pensábamos que con los asientos numerados dejaría de haber esas colas infinitas pero no, resulta que ahora la gente hacía cola para entrar antes y tener sitio donde dejar la maleta de mano, ya que si eras de los últimos y el vuelo está lleno es muy probable que te la requisasen para bodega (eso sí, sin cargo adicional y dándote prioridad de embarque, algo que descubriríamos en el vuelo de vuelta porque nos tocó a nosotros).
Para empezar se me ocurrió comprar los vuelos para el próximo viaje a Sevilla, porque estaban bien de precio, y cuando al fin los tenía comprados me di cuenta de que había puesto mal uno de los apellidos del pasajero. Y es Ryanair. Horror!!! Cambiar de titular costaba 120€ (más caro que el propio billete), pero tras bucear por la web me enteré de que ahora daban 24 horas de gracia para cambiar algún fallo como este. Desgraciadamente son las 8 de la tarde, y el horario del teléfono de atención para estos casos es de 9:00 a 19:00 de lunes a viernes y de 10:00 a 17:00 los sábados. Me las iba a tener que arreglar al día siguiente en el aeropuerto mientras esperaba la salida del vuelo a Marrakech...
En fin, con un poco de angustia vital nos recogió mi padre para llevarnos al aeropuerto junto con mi madre, que también se había apuntado al viaje. El vuelo salía a las 22:15, pero a las 22:00 ni siquiera había aterrizado el avión, obviamente estaba retrasado.
Era la primera vez que volábamos en Ryanair con las nuevas medidas implantadas. Pensábamos que con los asientos numerados dejaría de haber esas colas infinitas pero no, resulta que ahora la gente hacía cola para entrar antes y tener sitio donde dejar la maleta de mano, ya que si eras de los últimos y el vuelo está lleno es muy probable que te la requisasen para bodega (eso sí, sin cargo adicional y dándote prioridad de embarque, algo que descubriríamos en el vuelo de vuelta porque nos tocó a nosotros).