Malta día 4: Comino y Gozo

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En barco a Comino y Gozo

Como ya conté aquí y aquí lo peor de Malta es el transporte. Por eso ese día estuvimos dándole muchas vueltas a cómo hacer nuestra excursión a Comino y Gozo. 

Si lo hacíamos por nuestra cuenta teníamos que coger un bus durante una hora para luego coger un ferry de otra media hora que nos acercase a Gozo y de ahí otro ferry a Comino. Otra idea era hacer un día Gozo y otro Comino, pero tendríamos que repetir viaje las dos veces con la de tiempo que llevaba. 

Al final, decidimos hacer un crucero que duraba el día entero. Tenía la ventaja de que de esa manera teníamos el bus al llegar a Gozo (aunque con tan sólo un par de paradas), nos acercaba a Comino y además la hora de viaje tanto de la ida como de la vuelta sería más amena con la peque porque iríamos por mar y en un barco con visión submarina. Nos costo 40€ por persona y la peque no pagó por ser menos de 3 años.  Al principio lo de la visión submarina nos hizo mucha gracia, pero sólo se veía bien cuando el barco estaba parado o iba despacio. Si iba a toda máquina, la corriente de agua que generaba impedía ver nada. Aún así pasamos un rato entretenidos viendo peces y medusas antes de arrancar. Sin título  Sin título  Sin título 
Zarpamos a las 10 y el trayecto duró una hora y media. Hacía tanto viento y tantas olas que el catamarán se movía mucho y mucha gente acabó vomitando. Nosotros también acabamos con el estómago algo revuelto. 

Gozo

A las 11:30 llegamos a Gozo y nos distribuyeron en minibuses. A pesar de que Malta cuenta con varias islas, Gozo, Malta y Comino son las únicas que están habitadas. En Malta, la isla principal, vive casi el 90% de los casi 400.000 habitantes totales del país. En Gozo (Għawdex), que no llega a los 70 km², tan sólo hay 30.000 personas y en la pequeña Comino apenas 3.

Gozo, al igual que Malta, estuvo habitada desde tiempos prehistóricos y prueba de ello son los templos megalíticos de Ġgantija, que, por desgracia, no tuvimos ocasión de visitar en este viaje.
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Vista del Puerto de Mgarr, en Gozo

Acantilados de Djerwa y ventana azul

Tras un trayecto de 20 mintuos en autobús (¿ya os dije que el transporte en Malta es lo peor?) llegamos a los Acantilados de Djerwa. Estos acantilados de roca caliza han sido esculpidos por el mar y uno de los principales atractivos turísicos de la isla, la ventana azul, se encontraba aquí. Se trataba de un arco formado tras el derrumbe de una cueva por acción del oleaje. Lamentablemente se derrumbó en 2017 después de una tormenta.
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Paisaje en Djerwa
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Acantilados y restos de la ventana azul
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La ventana azul formaría un arco justo a mi derecha
Bien se notaba que aquí el viento batía fuerte y el oleaje era intenso. Aunque no se recomendaba acercarse al borde de los acantilados, mucha gente desobedecía la recomendación y se acercaban peligrosamente para captar las instantáneas más deseadas o satisfacer su curiosidad. Nuestra parada aquí duró tan solo media hora, lo justo para hacer unas fotos, usar el baño los que necesitaron y poco más.
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Agujero azul, conecta la laguna interior con el mar y cuando está tranquilo se puede bucear.
 

Victoria

A continuación nos llevaron hasta la ciudadela de Victoria, la capital de Gozo. A pesar de ser la capital, tan sólo 6.000 de sus 30.00 habitantes viven aquí, así que como os podéis imaginar es más bien un pueblo pequeño según nuestros estándares. Se encuentra en el centro de la isla, en lo alto de un promontorio. El autobús nos dejó en un aparcamiento cercano y tan sólo disponíamos de una hora para visitarla, así que subimos a toda prisa para que nos diese tiempo a ver algo. 
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Puertas de Victoria y cara de cansancio tras subir las empinadas cuestas de acceso.
Uno de los recorridos más interesantes de la ciudadela es subir por las murallas y recorrer su perímetro mientras vamos viendo las vistas a las distintas partes de la isla y, al mismo tiempo, al interior de la ciudadela. 
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Catedral de San Pablo
  
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Ciudadela de Victoria
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Vistas desde las murallas
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Recorrido por las murallas

Poco más nos dio tiempo a ver. Mientras bajábamos de vuelta al bus paramos a comprar unos pastizzi en una pastelería cercana, porque no nos habían dado ni tiempo para comer. 

Comino

El bus nos llevó de vuelta al puerto de Gozo desde donde volvimos al barco para llegar a Comino. Por si los estáis pensando, efectivamente el nombre de esta isla viene de la abundancia de esta especie en sus tierras, tanto, que incluso se puede oler. Lamentablemente yo no fui capaz de encontrarla ni de olerla, ¡con la ilusión que me hubiera hecho!.
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Vista de Comino y la Blue Laggon desde el barco
La isla está formada por acantilados y rocosas calas. En invierno apenas hay gente, pero en verano es un destino de baño muy popular y el único hotel de la isla se llena.
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Atracando en Comino
El sitio más famoso de Comino es la Blue Lagoon o la Laguna azul, una laguna natural famosas por sus transparentes y azules aguas. Por ello, es un excelente destino para practicar el buceo y en verano está a rebosar de turistas. Nosotros, al ir en invierno, pudimos ver un paisaje más tranquilo. A pesar de que el tiempo no invitaba a bañarse, algunos turistas de nuestro barco se animaron y se metieron en el agua por eso de aprovechar la ocasión, aunque por sus gritos y el poco tiempo que estuvieron se adivinaba que el agua estaba bastante fría xD.  Desde el barco, aquí sí, pudimos ver muchos peces y medusas.
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El característico color de las aguas
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La pequeña cala rocosa de la Laguna Azul.
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Vistas submarinas

Antes de volver a la isla de Malta nos hicieron un pequeño recorrido en barco por los acantilados de Cominotto, la vecina isla de Comino.
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Cuevas en Cominotto
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Acantilados de Cominotto
Finalmente, regresamos a Sliema a donde llegamos a las 17:00 y aprovechamos para visitar algún centro comercial, comprar algo de cenar, etc.

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