Después de nuestra experiencia con la Ruta Norte, volvimos a repetir con Malta Sightseeing Tour para hacer la ruta sur. Sin embargo, hubiera sido mejor hacer cogido el Citysightseeing Tour porque la frecuencia de paso de los autobuses era cada media hora siempre. El nuestro, a partir de las 14, pasaba cada hora y hacía más paradas, así que tardamos mucho más en llegar a los sitios. 

Como ya os hablé aquí, aquí y aquí el transporte en Malta es horrible. Esta vez tardamos hora y media en recorrer los 13 kilómetros que separan Sliema de Marsaxlokk, el pueblecito de pescadores que fue nuestra primera parada. Menos mal que durante el recorrido te dan unos cascos y te van comentando las paradas para que se haga más ameno.

Marsaxlokk es un pequeño pueblo de pescadores en donde parece que se ha detenido el tiempo. Fue uno de los primeros asentamientos de la isla, en concreto, de los comerciantes fenicios en el siglo IX a.C. Es un pueblo muy colorido y tranquilo, y en pleno enero fue para nosotros un refugio de paz y tranquilidad maravillosamente soleado.

En Marsaxlokk todo es colorido  y alegre. Los bancos están pintados con los mismos colores de las barcas tradicionales, llamadas Luzzu. Estas embarcaciones tienen un ojo de Osiris pintado a cada lado de la proa para ahuyentar a los malos espíritus y traer la buena suerte a la pesca. El luzzu es uno de los símbolos de Malta (aparece hasta en su escudo de armas) y en Marsaxlokk están por todas partes. 

Por supuesto, al ser un puerto pesquero, se dedican a la pesca. La gran mayoría del pescado que se come en Malta procede de este puerto. Lo que más se pesca es pez espada, atún y lampuki o dorada. A lo largo de la bahía hay multitud de restaurantes que ofrecen -y exponen- platos de pescado y marisco fresco.

También encontramos un mini mercado donde se vendían dulces tradicionales a base de frutos secos, artesanía o textiles.

Aunque es muy mono, el pueblecito poco más tiene que ver. Como el desayuno del hotel era tan malo, casi no comíamos nada y enseguida teníamos hambre. Aunque era algo temprano aprovechamos que el autobús aún tardaba en pasar para comer algo en uno de los restaurantes (Restaurante La Nostra Padrona: mi crítica en Tripadvisor aquí). Hay muchos platos de pescado en casi todos los restaurantes pero es bastante caro (sobre 25€ por persona) así que optamos por platos de pasta.

 

Después de comer cogimos el bus para la última parada del día. Se trataba de los Templos de Hagar Quim y Mnajandra, dos templos megalíticos de la era neolítica que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Los vestigios prehistóricos de Malta son impresionantes, y eso que sólo pudimos visitar éste y ver algunas de las piezas de otros en el Museo Arqueológico Nacional. Otro de los atractivos prehistóricos de la isla es el Hipogeo de Half Saflieni, pero lamentablemente las entradas diarias están restrigindas a 80 personas, por lo que hay que reservar con muchísima antelación y nosotros no pudimos.

Los Templos de Hagar Quim y Mnajandra tienen más de 3000 años de antigüedad. En ellos se han encontrado distintas estatuillas que representan deidades, la fertilidad, altares, adornos de concha y piedra, etc. La entrada da derecho a una audioguía y primero se accede al centro de interpretación donde se proyecta un video sobre los templos y la civilización de la época. El resto del recorrido explica la construcción de los templos y su relación con los solsticios y equinocios solares. Después se puede acceder al parque donde se visitan los yacimientos. 

El centro interpretativo al fondo con el característico autobús turístico

Templo de Hagar Quim

Entrada al templo

Altar