Milán día 3: Cementerio Monumental y Bérgamo

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Cementerio Monumental

Ese día visitaríamos Bérgamo, pero antes aprovechamos para hacer una visita al Cementerio Monumental de Milán. Como abría muy temprano apenas nos quitaría tiempo y era el día que mejor nos venía para verlo. Este enorme cementerio es famoso por sus monumentales tumbas y panteones familiares. Había mucha niebla, y apenas se distinguía nada a dos metros, perfecto para visitar el cementerio xD. El cementerio es bastante extenso, así que es buena idea llevar un mapa para no perderse, que puede obtenerse en la oficina de información, a la entrada del cementerio. [Tip: El cementerio abre a las 8:00 pero la oficina de información donde se pueden conseguir el mapa no abre hasta las 9:30]
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Entrada al cementerio, completamente cubierto de niebla
La entrada se hace por el famedio, la capilla principal del cementerio y que hace las veces de salón de la fama. En su interior se encuentran las tumbas de destacados italianos ilustres y tiene una decoración bastante singular.
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Exterior del famedio
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Laterales del famedio
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Decoración interior del famedio
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Detalle  de la decoración
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Cúpula
El camposanto está plagado de panteones a cada cual más impresionante, cada una con el nombre de la familia correspondiente y con un estilo particular: templo griego, cristiano, pirámides, obeliscos...Aunque teníamos el mapa sólo lo usamos de referencia y paseamos sin rumbo por entre las tumbas [Tip: Hay varios aseos repartidos por el cementerio, bien indicados. Info fundamental para una embarazada xD]
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También las tumbas individuales estaban exquisitamente decoradas con diferentes esculturas de bronce o de mármol.
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Representación de la última cena, de la familia Campari (sí, la del aperitivo alcohólico)
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Aparte de esta entrada que es la principal, hay dos entradas más a cada lado, una para los judíos y otra para los agnóstico. Como ya nos habíamos entretenido demasiado, ya no los visitamos.

Bérgamo

La visita que nos ocuparía el resto del día era la ciudad de Bérgamo, que se encuentra a tan sólo una hora de Milán. Desde Milán se puede ir a muchos destinos interesantes como Pavía, Verona, los lagos, Mantua, Parma... Pero como queríamos un trayecto corto para que no fuera mucha paliza (por si me pasaba algo o me cansaba mucho) nos decidimos por Bérgamo que era la más cercana e interesante.

En tren a Bérgamo

Desde la estación central sacamos los billetes en una de las máquinas cercanas al andén. Nos hicieron elegir la hora de salida del tren, pero una vez obtenidos los billetes no aparecía en ninguna parte la hora, así que suponemos que podemos coger cualquier tren, como siempre. Eso sí, como no tiene asiento reservado tuvimos que validarlo antes de subir en unas máquinas que estampan la fecha y la hora que había al principio de cada andén. En tan sólo una hora llegamos a destino. Durante el trayecto pasamos por el sitio donde había descarrilado un tren causando cientos de heridos y varios muertos hacía pocos días, y ver los restos de la tragedia nos dio escalofríos.

Al llegar a Bérgamo en tren se llega a la ciudad baja (Città Bassa) y no éramos capaces de encontrar la parada de bus que llevaba al centro histórico, que está en la ciudad alta (Città Alta). Perdimos 20 minutos buscando, y eso que teníamos la estación de autobuses justo enfrente. Pero por lo visto de allí solo salían autobuses para otras ciudades y por más que preguntamos nadie nos supo (o nos quiso) indicar nada. Tuvimos que preguntar por los alrededores hasta que alguien nos indicó una parada detrás del edificio [Tip: También se puede subir/bajar a la ciudad alta en funicular. El autobús para justo delante]. Para cuando llegamos a la ciudad alta ya se había hecho bastante tarde y decidimos que lo mejor era ir a comer y visitar la ciudad después.

267 - Bérgamo
Pizzochero in un raviolo (abajo)
Nos metimos en un restaurante muy acogedor (Vineria Cozzi; mi crítica en Tripadvisor aquí) y, una vez más, pedimos los platos de la carta más típicos de la región.
266 - Bérgamo
Casoncelli alla bergamasca (con pancetta, burro e salvia)
268 - Bérgamo
Polentina bergamasca ripiena al formaggio, fonduta e funghi
271 - Bérgamo
La singular decoración del local
272 - Bérgamo
Bérgamo tiene una historia curiosa. En un principio fue un asentamiento romano, después pasó a ser controlada por Milán entre los siglos XIII y XV, tras lo cual llegaron los venecianos que la fortificaron y ocuparon hasta el siglo XVIII para posteriormente pasar a manos austríacas hasta el siglo XIX en que Garibaldi pone fin a esta dominación y comienza la unificación italiana.

Su centro histórico está completamente rodeado por murallas, que se encuentra en la parte alta de la ciudad. El corazón de la ciudad es la Piazza Vecchia en la que destaca el Palazzo della Ragione, sede del gobierno de la ciudad durante la Edad Media.
275 - Piazza Vechia
Palazzo della Ragione
314 - Piazza Vechia
La fuente de los leones
Pero es detrás de este edificio donde se encuentran las auténticas joyas de Bérgamo: la Basílica de Santa María Maggiore, la Capilla Colleoni y la catedral.

Capilla Colleone

La Capilla Colleoni tiene un preciosísimo exterior con medallones y rosetones de mármol a la que estar mirando durante horas. En compración su interior es pequeñisimo y no llama tanto la atención. Sirve de mausoleo para la familia Colleoni.
276 - Piazza Vechia
Capilla Colleoni
 Anexa a la capilla se encuentra la Basílica de Santa María Maggiore, cuya entrada se confunde con la propia capilla. Se trata de una pequeña loggia decorada pegada al lateral del edificio
277 - Piazza Vechia
La pequeña entrada a la basílica (en medio), entre la catedral (izquierda) y la capilla (derecha).
El interior, sin embargo, fue toda una sorpresa. De hecho, nos dejó boquiabiertos. La profusa decoración de suelo a techo no se adivina tras el sencillo exterior, y supone sin duda todo un contraste y un deleite para los sentidos. Frescos, dorados y mucha luz nos reciben nada más pasar el umbral de la puerta.
282 - Basílica de Santa María la Mayor 283 - Basílica de Santa María la Mayor 284 - Basílica de Santa María la Mayor 285 - Basílica de Santa María la Mayor 286 - Basílica de Santa María la Mayor 288 - Basílica de Santa María la Mayor
A continuación visitamos la Catedral de San Alejandro, patrón de la ciudad, que también era muy bonita:
294 - Catedral de Bérgamo 297 - Catedral de Bérgamo 299 - Catedral de Bérgamo
Tras dar una vuelta por las calles aledañas y deleitarnos con los hermosos escaparates de tiendas gourmet y pastelerías subimos a lo alto del Campanone. Tuvimos que hacerlo en ascensor porque las escaleras estaban estropeadas, pero a mi me vino genial porque por las escaleras no habría podido subir ni de broma. Desde lo alto se tiene una vista fantástica de la ciudad alta y de los edificios de los alrededores.
306 - Torre del Gombito
Vistas de Bérgamo
307 - Torre del Gombito
Capilla Colleoni desde las alturas
308 - Torre del Gombito
Bérgamo desde las alturas
310 - Torre del Gombito
Vista de la Piazza Vecchia
311 - Torre del Gombito
Panorama de Bérgamo
Después seguimos paseando y nos topamos con la parada del funicular y, por la gracia, decidimos usarlo para bajar y volver a Milán porque yo ya estaba muy cansada. Fue una mala idea porque tuvimos que hacer muchísima cola y después bajar apretados como sardinas en lata. Pero lo peor fue que una vez abajo el autobús que tenía que pasar para llevarnos a la estación de tren no aparecía, y estuvimos a punto de perder el tren de vuelta.  320 - Funicular 321 - Funicular
 Después de media hora esperando (cuando se suponía que la frecuencia era cada 10 minutos) por fin apareció, pero llegamos por los pelos a la estación. Como el tren ya estaba en el andén nos subimos corriendo y ni validamos los tickets. Cuando vino el revisor creo que se estuvo pensando si ponernos una multa o no, pero al final lo que hace es escribirnos a mano la fecha y hora en el billete. Con todo ese estrés me quedó un recuerdo muy malo de Bérgamo, ya que aunque la ciudad es muy bonita y bien vale la pena una visita hay que armarse de paciencia porque la movilidad fue difícil (el ser domingo y que hubiera muchos turistas supongo que también influyó).

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