Paris Día 2: Montmatre, Opera Garnier, Pompidou

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Montmatre

Amaneció un día muy lluvioso y gris que chafaba un poco nuestros planes. Después de desayunar en el hotel (zumito, café con leche, tostadas, un mini croissant y una mini napolitana que sabían a pura gloria), pensamos que lo mejor sería ir a un museo par resguardarnos de la lluvia. El problema era que era lunes, y los únicos museos abiertos los lunes en París son el Louvre (al que ya habíamos ido el día anterior) y el centro Pompidou. El resto cerraban todos. Estos dos cerraban el martes.

Al final nos decidimos por seguir viendo París y dejarnos de museos, así que nos pusimos las botas de agua y nos fuimos a patear París. Empezamos yendo a la Basilique du Sacré-Coeur de Montmartre. La basílica está en lo alto de la colina, y tiene un estilo muy característico, que recuerda a las iglesias bizantinas de Venecia o Estambul. Se levantó con las donaciones católicas para rememorar a los caídos en las guerras franco-prusianas y está construido en un material llamado travertino. La verdad es que aunque llovía y mucho, fuimos deliberadamente, ya que  se supone que la lluvia favorece la filtración de calcita, lo que asegura una blancura exterior constante. Es decir, si llueve, la piedra se lava a sí misma. La basílica me encantó. La lluvia, la calma y la paz (no había ni un solo turista del mal día que hacía), hacían de ella en ese momento un lugar muy especial. Eso sí, en Montmatre y sus calles supuestamente tan animadas, no había un alma. [Tip: Se puede subir a lo alto de la cúpula para apreciar de vistas sobre París, o bajar a la cripta donde está el tesoro. En mi opinión ambas visitas son prescindibles, ya que no son demasiado interesantes.]Sacre Coeur
Sacre Coeur
Después hicimos una rápida visita al Moulin Rouge, el famoso cabaret, que por lo visto era propiedad de un español. Aquí se hacían distintos espectáculos y danzas (es la cuna del can-can) durante la belle époque. También fue un lugar de reunión para los artistas, el más famoso sin duda Toulouse-Latrec, que inmortalizó el ambiente en muchos de sus cuadres y diseño algunos de los carteles.  Hoy en día sigue ofreciendo espectáculos, pero son bastante caros (normalmente las entradas suelen costar de 90€ para arriba).Moulin Rouge

La Ópera Garnier

Posteriormente nos dirigimos hacia la Ópera Garnier o Palais Garnier, la antigua ópera de París, ya que han construido otra mucho más moderna en la Bastilla. No la habíamos incluido en nuestras previsiones, pero ya que estábamos allí y llovía, era una buena manera de entretenerse. La visita no estaba incluida en el Paris Museum Pass, pero por 4 euros que valía para menores de 26, valía la pena. Es una de las óperas más famosas del mundo, sobre todo gracias a la obra "El fantasma de la ópera".
Opéra Garnier
Entrada a la Ópera, en obras.
El interior era magnífico, precioso, con una escalinata de mármol blanco muy bonita de la que, por desgarcia, no tenemos ninguna foto decente porque nuestra cámara no era demasiado buena y nosotros aún no habíamos desarrollado ningún tipo de "ojo fotográfico" (es increíble cómo hemos mejorado desde entonces).
Opéra Garnier
La escalinata central
Ópera Garnier
Los balcones de la escalinata
Ópera Garnier
Detalle del suelo
Las salas del interior también eran preciosas, aunque no tenemos ninguna foto, no recuerdo si es que no se podían hacer o es que no hicimos ninguna porque la cámara en interiores hacía muy malas fotos. Se visitan diferentes estancias, entre ellas el propio auditorio donde está el escenario y las butacas, así como las salas colindantes y pasillos ricamente decorados.

Las Galerías Lafayette, uno de los grandes almacenes más conocidos de París, estaban muy cerca, de la Ópera, pero nosotros sólo las vimos por fuera.  Lo de ir de tiendas no nos llama demasiado la atención.
Galerías Lafayette
Galerías Lafayette

Madeleine y Centro Pompidou

Después de la Ópera hicimos una rápida visita a la Iglesia de La Madeleine antes de ir a comer. Esta iglesia de estilo neoclásico está prácticamente plantada en medio de la calle, y desde la escalinata se ve la Rue Royale y el obelisco de la Plaza de la Concordia. En un principio se construyó como símbolo del ejército francés napoleónico, antes de que se construyera el Arco del Triunfo para esta misma función.
La Madeleine
Iglesia de la Madeleine, bajo una intensa lluvia.
Place de la Madeleine
Vistas de la Rue Royal
Hicimos una parada para comer en un restaurante cercano, donde nos comimos un hamburguesa italiana con la que sigo soñando a día de hoy. Para beber, nos pusieron una jarra de agua del grifo, que es gratuita. [Tip: En todos los restaurantes se puede pedir un carafe d'eau, una jarra de agua, de forma totalmente gratuita].

Tras la comida fuimos al Centro Pompidou. Nada más llegar, se divisaba una cola larguíiiiiisima. Menos mal que nosotro teníamos el Paris Museum Pass, con el que nos dejaron entrar sin hacer cola. Yuju!
El Pompidou
El Pompidou por fuera, adornado con tuberías de colores.    
Básicamente hay que dirigirse a las dos últimas plantas (4ª y 5ª), que es donde está la colección permanente de pintura contemporánea. En la 3ª había una exposición temporal (lo que significa que había que pagar) de Alberto Giacometti, que no visitamos.
Centro Pompidou
La cola de entrada daba la vuelta a la manzana, y llovía a cántaros.
Centre Pompidou
Las originales escaleras del museo.
En la 5ª planta vimos cuadros de Pollock, Braque, Kandinsky, Picasso, Miró, De Chirico, Matisse y tantos otros. En la 4ª planta había cuadros más actuales, pero los vimos más de pasada, principalmente porque requiere de mucho más tiempo del que nosotros teníamos, y era más importante ver los de la 5ª.
Centre Pompidou Centre Pompidou 
La lluvia no cesaba, así que lo de ir a ver las famosas esculturas de la plaza fue imposible. Las divisamos desde la ventana, bien resguardaditos.
Centre Pompidou


Tras salir del Pompidou fuimos a dar una vuelta por el Forum de Les Halles, un mercado cubierto que estaba muy cerca. 
Les Halles  

También visitamos la Iglesia de San Eustaquio, que estaba al lado del mercado y que es considerada una obra maestra del gótico.
Eglise de St. Eustache
Iglesia de San Eustaquio

Iglesia de St. Eustache
Escultura "Écoute" en la plaza

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