Coimbra día 2: Coimbra y Portugal dos Pequenitos

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 Coimbra

Ese día nos dedicamos plenamente a la bonita ciudad de Coimbra. Coimbra es una ciudad particular. Es la ciudad universitaria por excelencia de Portugal, lo que se nota en su ambiente dinámico, sus peculiares grafittis con mensajes reivindicadores y en la hostelería. Por otro lado tiene un pasado histórico que se deja ver en las iglesias, monasterio y calles y un lado más moderno en las nuevas construcciones urbanas. Podemos dividirla en dos partes, la parte baja, llana y accesible, y la parte alta, en lo alto de la colina, que es la zona histórica. Esta configuración es una de las características más llamativas de la ciudad, ya que las calles y las casa se van apiñando y estrechando a medida que ascendemos.

Fundada por lo romanos, y cercana a la antigua ciudad de Conímbriga (que también visitaríamos), fue creciendo en importancia y en el siglo XII el primer rey de Portugal, Afonso Henriques, decidió convertirla en capital.

Parte baja

Empezamos nuestro recorrido por el Mosteiro de Santa Cruz, que era de lo poco que recordaba de nuestra anterior visita a la ciudad. Esta iglesia, aledaña al monasterio es uno de los principales monumentos de Portugal, y Panteón Nacional. Se trata de un monasterio del s. XII en el que se encuentra enterrado, precisamente, el primer rey de Portugal, Afonso Henriques y su hijo Sancho I.
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Exterior de la Iglesia de Santa Cruz
Por desgracia no pudimos adentrarnos en el claustro ni ver las tumbas, ya que cuando entramos estaban en misa y a continuación cerraban. Aunque pasamos todos los días por delante no volvimos a entrar porque no nos cuadró el horario.
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Interior de la iglesia, con los característicos azulejos portugueses.
Desde la emblemática Praça 8 de maio, donde se encuentra la iglesia, continuamos por la Rua Visconde da Luz, una calle peatonal comercial siempre muy animada y en la que llaman la atención las coloridas y vistosas fachadas.
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Parte Alta

Seguimos por el Arco da Almedina para adentrarnos en el casco histórico. Este arco es el único que queda de las tres puertas de la muralla que guardaban la ciudad en el siglo XI.
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Desde el arco, la empinadísima y larga Rúa Quebra Costas asciende la colina hasta las dos catedrales. 
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Rúa Quebra Costas, con sus chorrocientas escaleras
Por el camino, abundan las repúblicas, una suerte de comunas alternativas a las residencias de estudiantes, cuyo origen se remonta a la Edad Media. Desde fuera pueden parecer un poco casas okupadas, pero en realidad se trata de esta singular forma de estancia universitaria que se rige por sus propias normas y que en más de una ocasión han sido fuente de conflictos con el decanato universitario por sus fiestas y desmadres.
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De este ambiente universitario bebe toda esta parte de la ciudad, con lo que nos extraño encontrar grafittis reivindicativos o artísticos por la calles.
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Sin título Aquí también estudió José Afonso, en una de las casas que mira a la catedral vieja, y una placa en una de las casas recuerda esta efeméride.
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Coimbra es sede episcopal desde el siglo V, sucediendo a la antigua Conímbriga después de la invasión por los suevos. Afonso Henriques decide financiar la construcción de una nueva catedral en el siglo XII, y en ella se coronaría su hijo Sancho I (¿Los recordáis? Están enterrados en la Iglesia de Santa Cruz).  

Lo primero que llama la atención de la Sé Velha es su mundano emplazamiento, su sobria fachada románica y su parecido con una fortaleza. Y esto es así porque se construye en plena reconquista. Es de estilo románico, y uno de los pocos ejemplos que ha llegado tal cual hasta nuestros días, sin alteraciones o añadidos posteriores que modifiquen su esencia románica. Tampoco la pudimos visitar por dentro hasta dos días después, ya que estaban en misa y después cerraban.
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La catedral nueva se instala en el antiguo Colégio das Onze Mil Virgens, construido en el siglo XVI después de que los jesuítas se instalasen en la ciudad. En el siglo XVIII, tras la expulsión de los jesuitas de Portugal, se decide mover la catedral vieja a la antigua iglesia de los jesuitas por temas de espacio, convirtiéndose en la Sé Nova y concatedral de la diócesis.
Fachada de la Sé Nova. Fuente: wikipedia
El interior de la nave es muy amplio, y, de nuevo, estaban en misa, así que tampoco pudimos deambular para visitarla mejor.
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Universidad de Coimbra

En vista de que con las iglesias no estábamos teniendo demasiada suerte, nos pasamos al otro edificio histórico por excelencia en Coimbra: la universidad.

La Universidad de Coimbra es una de las más antiguas de Europa y está declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Aunque tiene truco. En realidad la universidad fue fundada en Lisboa en 1290, y posteriormente se traslado a Coimbra, en el siglo XVI, al antiguo palacio del rey Afonso. Curiosamente, este Pazo Real fue comprado a Felipe II de España, que por entonces gobernaba el país. En un primer momento los estudios se ceñían a teología, medicina y leyes. No fue hasta el siglo XVIII con la reforma del Marqués de Pombal (cuyo legado, como el del rey Afonso, también está por todas partes) que se amplío el currículum de estudios. Actualmente cuenta con 7 facultades: Letras, Derecho, Medicina, Ciencias y Tecnología, Farmacia, Economía y Psicología y Ciencias de la Educación.

Comenzamos la visita por el Laboratorio Químico y el Museo de Ciencia. Este edificio fue construido en el siglo XVIII tras la reforma pombalina para acoger los nuevos estudios. Dimos una vuelta rápida, porque no nos daba tiempo a ver todo antes de que cerrase.    
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 La universidad de encuentra en lo alto de la colina, con vistas a toda la ciudad.  
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Vistas desde la universidad
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Estatua de Don Dinis, fundador de la Universidad.
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Facultad de Medicina
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Facultad de Letras
La entrada a la zona más antigua de la universidad se hace por la Porta Férrea, que da acceso a una gran plaza central donde se encuentran los edificios históricos. Esta plaza llamada Paço das Escolas o Paços da Universidade es el núcleo de la universidad. Por desgracia,  tanto la Porta Férrea como una parte de los edificios se encontraban en obras.

La Via Latina es el elegante edificio balaustrado con columnas neoclásicas, al lado de la torre. 
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 Entrando al lado de la torre se accede a la Sala dos Capelos, llamada así por las capas que usaban los doctores en las ocasiones solemnes. En esta sala se realizan los actos más ceremoniosos como la apertura del curso académico, la investidura del rector o los reconocimientos de los doctorados. Pero, antes de su uso universitario, era la sala del trono del palacio, y aquí se coronó João I de Portugal. Los retratos de los antiguos reyes intercalados entre las ventanas nos recuerdan este pasado más regio.
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Sala dos Capelos, antiguo salón del trono.
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Cabe destacar el impresionante techo de madera que corona la sala:
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Anexo a esta sala se encuentra la Sala de Armas y la Sala do Exame Privado. La primera alberga las armas de la Guarda Real Académica que aún se utilizan en los actos solemnes. La segunda era utilizada como cámara real. El techo está profusamente decorado y de sus paredes cuelgan los retratos de los primeros 38 rectores de la universidad.
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Sala de Armas
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Sala do Exame Privado
    También hay una pequeña terraza exterior con vistas al río Mondego y a la zona vieja:
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La visita a esta parte termina en el ex-claustro, cuyos laterales se encuentran decorados con azulejos.
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Aledaña a la torre se encuentra la Capela de São Miguel. la iglesia de la universidad. Lamentablemente no pudimos entrar a verla porque ese día estaba cerrada. Se iba a  celebrar una boda. Nos encontramos a los novios poco después.

La última parte que visitamos fue la Biblioteca Joanina, llamada así por su benefactor, João V. Esta parte es la única que para entrar tiene control de aforo y un horario específico para visitarla que debes elegir al comprar las entradas, por lo que hay que estar atento. Hay que bajar por las Escaleras de Minerva y esperar el turno, ya que van dejando entrar a grupos reducidos. 

El edificio se construyo en el siglo XVIII como un añadido. Una de las cosas que más nos gustó de la visita fue el magnífico folleto informativo que te situaba muy bien en cada parte.
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La visita comienza por la Prisión, donde los estudiantes cumplían las penas impuestas. Después se sube a la planta intermedia, a donde sólo determinados empleados podían entrar. 
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Por último se accede a la imponente planta principal, compuesta de tres salas doradas. Las mesas de estudio y las estanterías son de maderas exóticas, importadas de las colonias. Aquí se guardan más de 300.000 volúmenes. Para salvaguardarlos del deterioro, hay una colonia de murciélagos (supuestamente, no los vimos) que mantienen a raya los insectos que podrían comerse el papel.
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Todo está profusamente decorado y ornamentado con temas alegóricos a las disciplinas estudiadas y referencias a João V.
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La salida es por la puerta principal de la biblioteca, con un gran escudo de armas de João V.
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Fachada de la Biblioteca Joanina
Se nos había pasado la mañana, así que decidimos ir a comer en el primer lugar con buena pinta que encontrásemos. Fue más difícil de lo que parecía, porque por esta zona alta no abundan tanto los restaurantes como en la zona baja. Si acaso algún local orientado a estudiantes con sandwiches y cervezas. No obstante, al final dimos con un sitio y allí comimos muy bien, mientras el camarero nos contaba sus peripecias por España y por Coimbra. (Restaurante Arcada: mi crítica en Tripadvisor aquí)
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Jardim Botánico de Coimbra

Después de comer fuimos a pasear por el Jardim Botânico Universidade de Coimbra ¡vaya maravilla! Son los jardines más grandes de Portugal, creados cuando la reforma pombalina introdujo el estudio de la botánica. El jardín se divide en dos zonas: el jardín clásico y la mata.

Nostros accedimos por la puerta de hierro del Jardín Clásico, distribuido a lo largo de seis parterres de estilo neoclásico. En la terraza superior hay coníferas, cipreses, secuoyas...También hay un invernadero para el estudio de plantas tropicales. 
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Entrada al Jardín Botánico
Una inmensa higuera domina la terraza intermedia, donde aprovechamos para hacer algunas fotos. 
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Después bajamos al centro neurálgico del jardín que son el cuadrado central y su fuente. De aquí hay varios caminos posibles y nos perdimos cada cual por donde mejor le pareció. Los abuelos aprovecharon para descansar un poco en uno de los bancos.
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Posteriormente accedimos a la zona de la Mata (bosque en portugués), 8 hectáreas de especies más exóticas y de crecimiento más libre. Una de las cosas que más nos gustó fue el pequeño bosque de bambú, que nos recordó a nuestro viaje por Japón.
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Esta zona de bosque conecta la parte alta con la baja de la ciudad, por lo que terminamos saliendo a orillas del Mondego.
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Desde ahí cruzamos a la otra parte del río a través del Puente de Santa Clara en dirección a nuestro próximo destino. Las niñas se habían portado fenomenal y ahora era tiempo de dejarlas disfrutar a ellas.
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Vistas del Río Mondego desde el Puente de Santa Clara

Portugal dos Pequenitos

Nuestro destino era Portugal dos Pequenitos, el primer parque temático de Portugal. Aquí se reproducen en miniatura edificios nacionales portugueses y casas tradicionales pero también templos y pagodas de allende los mares tras la conquista portugesa. La entrada, no vamos a mentir, es bastante cara, y cuando nosotros fuimos había algunas miniaturas cerradas (aún así nos cobraron el precio entero), pero las niñas lo pasaron en grande.
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Entrada a Portugal dos Pequenitos

Álem-Mar

Un enorme mural de las expediciones portuguesas preside el espacio central alrededor del cual se exhiben miniaturas de edificios representativos de Timor, Macao, Brasil o India, todos ellos ex-colonias portuguesas.
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"E se mais Mundo houvera, lá chegara" extraído de Os Lusíadas de Luiz Vaz de Camões.
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Pabellón de Macao
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Pagoda de Timor
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Iglesia de las misiones

Portugal insular 

Otra parte representa las zonas insulares de Azores y Madeira, rodeados por lagos simulando el océano Atlántico. Precisamente en uno de estos lagos acabó mi mapa después de que una ráfaga de viento me lo arrancara de las manos...
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Pabellón de Azores
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Pabellón de Madeira

Portugal Monumental y Coimbra

Otra zona del parque estaba dedicada a la propia ciudad de Coimbra, con una reproducción de los Paços da Universidade, además de la Sé Velha. Además también hay más monumentos como el Mosteiro dos Jeronimos en Lisboa, Castillo de Guimarães, el Palacio Nacional da Pena en Sintra...
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Reproducción de la Vía latina y la torre de la Universidad de Coimbra
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Reproducción de la Biblioteca Joaninha y la Capilla de Sao Miguel.

Casas Regionais

La casas regionais son representaciones en miniatura de casas y aldeas tradicionales de todas partes del país. Junto con Portugal monumental y Coimbra eran las partes más divertidas porque te podías perder por entre los edificios y las calles, entrar y salir por ellos, abrir y cerrar puerta y ventanas, etc. Así que dejamos que las dos peques corriera y se entretuvieran libremente hasta la hora de cerrar.
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Casa da Serra do Caramulo
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Casas do abade

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Casa do ribatejo
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De izquierda a derecha: Casa de Buarcos, Azenha y Casa da Beira Baixa
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Iglesia y Casa do Algarve
¿He dicho que sólo se divirtieron las niñas? Porque sus papás (sobre todo su mamá) también se lo pasó como una niña. A los hechos me remito:
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Jugando en la casa de Amarante I

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Jugando en la casa de Amarante I
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Sé velha de Coimbra
Para terminar el día cenamos de nuevo en el restaurante del día anterior.

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