Parque Natural de Galicia

En una de las visitas al pueblo de Mr. Knook aprovechamos para visitar el Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra, en la provincia de Ourense. Se trata de uno de los Parques Naturales con los que cuenta Galicia, encajado entre los valles del Sil y la Serra da Lastra. Lo curioso de este parque es que al estar en el oriente gallego, casi lindando con León, tiene un paisaje muy diferente al del resto. No se trata de un paisaje atlántico, sino más bien mediterráneo, y así lo atestiguan la roca caliza y la vegetación. El parque tiene varios recorridos de diversas dificultad y duración.

Encinas, castaños y cerezos nos acompañaron durante el recorrido. También es reserva de murciélagos y refugio ornitológico. Durante nuestra visita avistamos incluso algún ave rapaz sobrevolando la sierra.

Vista del Parque atravesado por el río Sil

Nosotros hicimos una ruta muy cortita, ya que íbamos varios familiares de distinta forma física y Mr. Knook y yo íbamos porteando a la niña que al principio de la caminata estaba dormida.

Árbore senlleira (árbol singular)

El Catálogo Galego de árbores senlleiras reúne aquellos ejemplares de flora que por sus  características extraordinarias o destacables (tamaño, edad, significación histórica o cultural, rareza, belleza, etc) son considerados reliquias botánicas y que tienen un valor científico, cultural, didáctico, paisajístico u ornamental. Una de las encinas de la sierra cuenta con esta consideración. Se estima que tiene más de 500 años.

La vieja encina, árbol singular

También son característicos de este parque las palas o cuevas en la roca caliza donde podemos encontrar grandes colonias de murciélagos. Las cuevas se pueden visitar a pie o en kayak, por el río.

Y de la piedra caliza se obtenía la cal, así que también podemos ver los hornos en los que tenía lugar este proceso.

Horno de cal

Una de las mejores cosas del paseo fue encontrarnos con muchísimos cerezos cargadísimos de fruta y ponerlos las botas degustando las diferentes variedades de cereza: más dulce, más amargas...¡um qué ricas!. Sin duda valió la pena la caminata sólo por eso.

El parque es lugar privilegiado para ver orquídeas, ya que cuenta con más de 25 especies diferentes. Nosotros no pudimos verlas, pero nos lo apuntamos para la próxima vez, seguro que el paseo con el olor a flores es una experiencia única. En definitiva, un parque muy recomendable y muy poco conocido.