Egipto Día 1: Llegada

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Un destino improvisado

Ah, ¡Egipto! Junto con Nueva York uno de mis destinos soñados. Y al igual que NY no planeado. ¿Os he contado alguna vez que de pequeña quería ser arqueóloga? Egipto me tenía fascinada. Era de esos sitios a los que quería ir tanto, tanto, que parecía como que lo iba dejando porque así tenía más gracia y más lo deseaba (que fuera caro también influía, no creáis). Me había leído libros y libros, tenía pergaminos en casa y hasta una representación de Bastet adornando mi salón, pero el viaje no entraba en mis planes más inmediatos.  Nuestras vacaciones se habían visto truncadas por culpa del cambio de IVA del mes de Septiembre, así que en vez de irnos a la playa tres semanas sólo nos pudimos ir dos. Eso nos dejaba otros 15 días para viajar. Empezamos a planear a lo grande: ¡la Costa Oeste!, no, hay que planearlo muy bien y es más divertido si vamos con más gente... ¡Circuito Florencia, Pisa, Milán! no, ya habíamos estado en Venecia en mayo y no nos apetecía repetir Italia tan pronto...¡Rusia! Sí, estaría genial, pero es un poco caro, ¿no?...¿Estambul? ¡Perfecto! Pero resulta que no, que tras semanas mirando un circuito por Turquía y cuando ya nos habíamos hecho a la idea, los precios que nos daban y los horarios de los vuelos no nos gustaban nada. Así que le pregunté a Sandra de viajedemivida por su reciente viaje a Egipto y me recomendó Karnak Travels. Después de ver las buenas críticas que tenían en el foro de los viajeros me animé y reservé con ellos la oferta Egipto Clásico en barco de lujo con Abu Simbel. 8 días de viaje, 4 noches de Crucero por el Nilo y 3 noches en el Cairo. A mayores contratamos por 150€ varias excursiones opcionales: la visita al poblado Nubio, al Cairo y a Menfis y Saqqara. El resto de excursiones estaban incluidas (pirámides, Abu Simbel, Luxor, Valle de los Reyes, etc.). Al final salió todo por unos 900€ (680€ del viaje + 150€ de excursiones opcionales + 70€ de gastos de agencia, gestión de visados, seguro y otros) pero dependiendo del momento y la oferta que haya puede ser más barato.

No os voy a engañar, la idea del viaje con el otoño bien entrado en España y las temperaturas tan bajas no me tenía loca de contenta, lo que tenía eran ganas de meterme bajo una manta con una infusión calentita. Hasta decidir qué ropa meter en la maleta para temperaturas de 30 y pico grados cuando me estaba congelando en mi casa con la calefacción puesta me daba pereza. Entre mis conocidos sólo había dos tipos de opiniones: los que me decían que estaba loca, que cómo me iba a Egipto con la que estaba cayendo, y los que me aseguraban que era un destino mágico y que estaban muertos de envidia. A ellos les agradezco todos los ánimos previos y todos los consejos.

Destino: Luxor

El día llegó, por fin, de tomar el vuelo destino a Luxor. Salimos de Madrid a la una del mediodía, nos esperaba un vuelo de 5 horas. Aún no lo sabíamos pero en ese avión viajaban gran parte de la gente que también había contratado con Karnak y con el que acabaríamos formando un grupito de lo más majo. En el avión nos dieron mantita y almohada. Volábamos con Egypt Air y todos los avisos se hacían en árabe y en inglés. De esos avisos distinguí una palabra en árabe: Shukran (gracias).

Durante el trayecto fui viendo por la ventanilla cómo nos alejábamos de España, viendo Valencia y una isla que creo que era Mallorca.
001 - Llegando a Luxor
Al poco de despegar nos ofrecieron la comida, preludio de lo que nos esperaba el resto del viaje: pollo y arroz.
002 - Llegando a Luxor 004 - Llegando a Luxor
En las pantallas del avión pusieron películas, un documental sobre el museo egipcio y dibujos de Tom y Jerry. Yo caí rendida y me dormí. De vez en cuando despertaba y echaba un vistazo por la ventanilla. Apenas eran las cinco y ya era de noche, no se veía nada. Al rato nos dieron un papelito para entregar a la llegada donde debíamos poner nuestro nombre, pasaporte y número de vuelo. Había más campos para cubrir pero nadie nos da ninguna explicación, así que los dejamos en blanco.

Aterrizaje en Luxor y cambio de moneda

A las 07:00, hora local, aterrizamos en Luxor. La primera impresión fue un poco extraña. Nos bajamos en el medio de la pista y sólo vimos cemento a nuestro alrededor. El aeropuerto parecía más bien pequeño y holía a humo por todas partes. Nos montaron en un autobús último modelo (nótese el tono irónico) y nos llevan a la terminal.
005 - Llegando a Luxor
Era mi primer viaje organizado, así que no sabía muy bien qué tenía que hacer, salvo encontrar al representante de la agencia entre los varios que allí había. El señor sabía poco español, si es que sabía algo, y nos pidió que nos buscáramos en la lista que tenía para tacharnos. Después nos señaló a la derecha para pasar el control de pasaportes. Con el visado sellado pasamos a otra sala para recoger las maletas. Yo me metí en el baño donde me encontré con una chica egipcia que me pidió dinero a cambio de papel. Dudo, pero le acabo dando un euro. Como la moneda que le di estaba un poco sucia me decía que no, que le tenía que dar otro, se pensaba que no era un euro. Intenté explicarle que era lo mismo, pero no hablaba español y yo no entendía árabe, así que se lo cambié porque estaba muy cansada y no quería líos. Ya con la maleta nos recibió otro representante de la agencia, que tampoco hablaba mucho español. Le preguntamos si había que declarar la cámara de vídeo como habíamos leído, sorió y nos dijo que no hacía falta. Le preguntamos por el banco para cambiar dinero. Sin responder se llevó a Mr. Knook, saltándose todos los controles, y yo me quedé con las maletas fuera, un poco mosca. Lo llevó hasta la primera zona donde habíamos llegado y se aseguró que le hicieran un buen cambio. Mr. Knook le quiso dar 10LE de propina pero el chico señaló el billete de 20LE. Una vez más por no discutir y porque todavía no sabíamos bien cómo funcionaba todo, cedió y ambos volvieron hacia donde estaba yo.

Traslado a la motonave y presentación del circuito

Cuando salimos del aeropuerto nos recibió otra persona, el guía, que sí hablaba español. Hizo un recuento para asegurarse que estábamos todos y nos llevó a un minibús. Mientras cargaban las maletas en el techo del mismo, nos fuimos acomodando abajo. El guía se presentó, se llamaba Hisham. Nos adviertió de que no diésemos propina a los maleteros, que ya esaban pagados, pero alguno ponía igual la mano por si caía algo y se llevó un reprimenda por su parte.
008 - Llegando a Luxor
En el interior del minibús
El autobús arrancó rumbo a Luxor, e Hisham nos dijo que iba a ser nuestro guía durante todo el viaje. Nos contó cómo se repartían los camarotes, la cena y el plan del día siguiente. También nos dijo que nos esperaba una "sorpresa" que no era más que el madrugón del día siguiente (nos tocaba levantarnos a las 4:45). Mientras, fuimos recorriendo las calles de Luxor. Niños en moto, coches viejos, calles polvorientas de la arena del desierto y casas destartaladas iban sucediéndose por la ventanilla del minibús. Pasamos también por delante del templo de Luxor y ahí por fin me di cuenta de que ya estaba en Egipto, por fin. Me entraron ganas de llorar.

Al fin llegamos a nuestro barco, el Nile Dolphin. Para llegar hasta él teníamos que ir pasando de barco en barco (pueden aparcar uno al lado de otro hasta 7 barcos, así que teníamos que entrar y salir de varios para llegar hasta el nuestro.). El guía nos contó que estaban navegando pocos barcos por culpa de la caída del turismo. El nuestro tenía capacidad para 147 personas e iba casi lleno. Mientras nos traían las maletas al barco, nos reunimos en el bar, donde nos ofrecieorn un karkadé (infusión de hibisco, también llamada agua de Jamaica en México).
009 - En el barco
Mr. Knook, brindando con su karkadé
Nos asignaron los camarotes por sorteo y nos dieron las hojas para firmar y dejar los pasaportes en recepción. Nos dieron también unas pegatinas para poner en la maleta, con el número de camarote, para que los mozos nos las llevases hasta allí. Echamos un rápido vistazo al camarote y bajamos a cenar. El restaurante está en la planta más baja. A nuestro grupo le asignaron unas mesas a la derecha del comedor, donde debíamos comer todos los días (los días siguiente los camareros se hicieron un poco de lío y nos andaban preguntando todo el rato por la mesa asignada, eran un poco pesados). La primera impresión fue un poco rara, nos sentamos en una mesa en la que, evidentemente, no conocíamos a nadie. Nos presentamos los unos a los otros y echamos un vistazo a la comida. En el crucero está todo incluido salvo las bebidas, que se pagan al final. Una botella de agua grande (marca Nestlé, mira tú) cuesta 12LE (1,5€). La cena es tipo buffet y estaba buena, pero los postres en particular estaban buenísimos. Nos habían advertido de que no comiésemos cosas crudas por si nos sentaba mal, pero yo lo primero que hago es zamparme una ensalada (y no me pasó nada).
013 - En el barco
Restaurante del crucero
Después de cenar exploramos la terraza del barco, aunque no se distinguía mucho. La temperatura era ideal, debíamos estar a 20 y pico grados.
014 - En el barco
La piscina del barco, iluminada de noche
016 - En el barco
Luxor, al fondo
A lo lejos distinguimos el Valle de los Reyes en una orilla:
015 - En el barco Y el templo de Luxor en la otra:011 - En el barco
Después de hacernos una idea general volvimos al camarote. Tenía el aire acondicionado puesto y hacía muchísimo frío. Lo apagamos, pero yo acabé durmiendo con pijama de invierno (el pijama de invierno lo llevaba porque el fin de semana nos habíamos quedado a dormir en Madrid en casa de unos amigos, para no tener que madrugar tanto el lunes). Me lavé los dientes con el agua de la botella, como nos habían recomendado, pero me pareció que era un desperdicio y al final me acabé enjuagando con el agua del grifo (sin que me pasase nada tampoco). [Tip: El agua corriente se puede beber (de hecho los egipcios la beben) pero como nosotros no estamos acostumbrados nos puede sentar mal. Es cuestión de probar, yo no tuve ningún problema (no la bebí, pero me lavé los dientes, tomé ensaladas y frutas, etc).]

En el barco había wi-fi, aunque no gratis. En recepción hay un cartel que dice que por 15 minutos cobran 15LE (casi 2€). Tampoco había ningún enchufe en el baño y en la habitación sólo hay dos y fatal situados. Pequeños detalles incómodos. Además nuestro camarote estaba al final de todo, con lo que oíamos todo el ruido de las máquinas, pero estaba tan cansada que me dormí en cuanto toqué la cama.

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2 comentarios

  1. empezasteis por Luxor! que impresión llegar y ver el templo por fuera,no??? nosotros empezamos por el Cairo.
    Ais la lástima es que en el 2009 yo no llevaba la libreta para apuntar los detalles U.U así que ese viaje mes tá quedando flojillo de info xD
    habrá que volver!! jaja

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    1. Sí! Por lo visto hay de todo: gente que empieza por El Cairo, otros por Luxor y otros por Aswan y hacen el recorrido al revés! :)

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