Venecia día 3: Murano, Burano, Torcello y Lido
Desde el principio habíamos planeado pasar un día conociendo las islas de la laguna de Venecia, pero nos había gustado tanto la propia Venecia que el día anterior estuvimos reconsiderándolo. Menos mal que no lo hicimos, porque fue una experiencia única. Nos encantaron todas las islas y era todo tan bucólico que lo recomiendo enormemente.
La Gallerie dell'Accademia y Santa María della Salute
Empezamos el día saltándonos el desayuno del hotel (que ya dije que era malísimo y que no empezaba hasta las 8:30) para poder estar a las 8:15 en la Gallerie dell'Accademia. Es el primer museo que conozco que abra tan temprano, y lo agradecimos, porque eso nos permitió aprovechar mejor el tiempo. En Venecia amanece muy temprano, a las 5:45 a.m. ya es de día (frente a las 7:30 de Santiago de Compostela) y anochece relativamente temprano (20:30 frente a las 21:45 de Santiago).
Después de una breve parada para un capuccino y un cornetto llegamos al museo a las 8.30.
El museo está nada más cruzar el Ponte dell'Accademia (por algo se llama así) y tiene una vasta colección de pintura italiana y obras maestra de la pintura veneciana de artistas como Bellini, Canaletto, Tiepolo, Tintoretto, Tiziano o Veronese. |
| Entrada a la Gallerie Dell'Accademia |
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| Iglesia de Santa María della Sallute. |
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| Interior del a Iglesia, de planta circular. |
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| Detalle de la cúpula. |
A esas horas el Puente de la Academia no estaba tan lleno de turistas:
Personajes ilustres en la Basílica di San Giovanni e Paolo
Venecia es pequeñita, se recorre fácilmente de punta a punta en unos 20 minutos. Nuestro destino ahora era Fuondamenta Nuova, en la parte oriental, desde donde salen los vaporettos rumbo a Murano. Antes nos detuvimos en la Basilica di San Giovanni e Paolo. En esta iglesia están enterrados 25 dogos entre otros personajes ilustres. La iglesia también era muy grande y luminosa. |
| Interior de la basílica. |
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| Detalle del interior. |
Llegando a Murano
Al llegar a Fundamenta Nuova pedimos un ticket de día entero válido hasta las 19:00 que permitía navegar por todas las islas y que costaban 18€ cada uno. [Tip: En realidad lo mejor es coger un billete de vaporetto válido por 72 horas, que también permite la navegación entre islas y al aeropuerto, en vez de pagar 3 veces como hicimos nosotros.] Tras un trayecto de unos 10 minutos llegamos a Murano, la isla famosa por su cristal. [Tip: En los vaporettos el personal es muy amable, y siempre informan de la parada que toca o de cómo llegar a los sitios]. Por todas partes se pueden encontrar talleres donde ver a los artesanos trabajando. Nosotros elegimos uno cualquiera y nos explicaron en perfecto español todo el proceso.
Después te pasaban a la tienda, por si querías comprar algo. Había cosas chulas, pero eran caras y además estaba el inconveniente de tener que ir cargando con ello hasta la noche, así que nos abstuvimos. Además, la mayoría de mi familia ya tenía cositas de cristal de murano, así que no iba a ser nada original.
Todo el mundo me había comentado que en Murano no había nada que ver salvo las fábricas y el cristal, pero realmente Murano para mi es más que eso. Es como una Venecia en miniatura, yo creo que vale la pena visitarla y además es que está cerquísima. A diferencia de Venecia, se respiraba un ambiente más rural, la gente paseaba tranquila y muchas calles estaban desiertas. Era como estar de vacaciones en un precioso pueblecito marino. Sin duda la parte más bonita era el canal:
Burano y Mazzorbo
En la parada del Faro, en Murano, es donde se coge el vaporetto hacia Burano. Eso fue lo que hicimos, aunque cuando llegamos estaba saliendo y nos tocó esperar 20 minutos hasta que viniera otro. |
| Faro de Murano. |
Burano nos encantó nada más bajar. Casitas de colorines y el mismo ambiente tranquilo -sino más- que se respiraba en Murano.
Nos detuvimos a comer a orillas del canal (Ristorante Pizzeria Principe: mi crítica en Tripadvisor aquí). Pizza y spritz, todo buenísimo. La verdad es que era una gozada eso de comer al lado del canal y con un tiempo tan magnífico.
Después paseamos con calma por la isla, todos los rincones eran encantadores.
La isla de Mazzorbo está unida a Burano por un puente, así que allá nos fuimos a pasear por esta pequeñísima isla conocida por sus huertos y sus viñedos.
Torcello
Volvimos a coger el vaporetto para acercarnos hasta Torcello, que está a 5 minutos de Burano. Fue una de las primeras islas en ser habitadas, pero hoy en día apenas tiene 20 habitantes. La principal atracción es su iglesia bizantina y su campanile, al que no pudimos subir por estar en obras. Más que una isla era unos restos arqueológicos. Ya nos habían advertido en el vaporetto con sorna: Torcello, 2 iglesias (1 bizantina), 4 casas y 2 restaurantes. Bueno, pues tenían razón... |
| La iglesai de Torcello |
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| Torcello |
Lido
Volvimos a coger el vaporetto hacia Burano y desde allí tuvimos que coger otro dirección Punta Sabona, donde teníamos que hacer transbordo para llegar hasta Lido. El viaje de Punta Sabona a Lido lo hicimos en un vaporetto de tres pisos, nada que ver con los pequeñitos de una sola planta en los que habíamos ido hasta ahora.
Llegar a Lido fue un poco raro. Por un lado no había indicaciones por ninguna parte, y por otro era como una ciudad de vacaciones, con sus coches de lujo, la gente bien, etc. Lo que más extraño se me hizo fue volver a encontrarme una carretera, después de dos días de canal en canal. Hasta cruzar en los pasos de cebra se me hacía raro.
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| Lido, la parte menos veneciana de Venecia. |
Nuestra idea era ir a Lido sólo para ver la playa, pero cuando llegamos ya se estaba poniendo el sol y la arena estaba invadida por sombrillas de los diferentes clubs de playa. Ya sólo acceder fue un infierno, los clubs tenían la arena parcelada con vallas y estaba todo bastante sucio. A mi que me encantan las playas salvajes me horrorizó. Al final dimos un pequeño paseo, me mojé los pies en el Adriático y nos fuimos.
Al volver en vaporetto de Lido a San Marco vimos una de las puestas de sol más bonitas que haya visto. El sol se iba escondiendo mientras que San Marco iba apareciendo en la distancia.
Para terminar el día dimos una vuelta por la Piazza de San Marco, donde a esas horas siempre hay música en las terrazas de los cafés. Ésta es la del mítico Café Florian.
Y para poner punto y final a este maravilloso día dimos cuenta de unos deliciosos gnocchis acompañados de un cóctel Bellini en un restaurante de los alrededores (Rossopomodoro: mi crítica en Tripadvisor aquí).
2 comentarios
Gracias por contar tu experiencia.
ResponderEliminarVoy mañana a Venecia a pasar el finde y tengo muchas ganas de ir a Burano, Mazzorbo y Torcello.
Un beso!
De nada! Espero que te sirva para algo. Pásalo muy bien!!!! :)
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