Pazo de Meirás y Pazo de Mariñán
Pazo de Meirás
Si hay algún pazo famoso en Galicia, sin duda es el Pazo de Meirás. En origen es un pazo del siglo XIX, construído por una de las escritoras gallegas más ilustres: Emilia Pardo Bazán. Con la guerra civil y la muerte de ésta, el pazo pasó a manos de Franco como residencia veraniega en un proceso de "compra" que está hoy bajo la lupa de la justicia, que se acabó declarandolo bien nacional y no privativo de la familia Franco. Por esta razón el pazo debe estar abierto al público, si bien no se ha conseguido del todo. La visita es muy interesante y muy amena, pero a día de hoy sólo se pueden visitar los jardines y el vestíbulo del pazo, a través de una visita guiada.
Lo primero que llama la atención son sus dos torres y el estilo de la construcción, de imitación medieval. La finca había pasado a manos de Emilia y allí se había casado ella en la capilla de un espacio que era poco más que una granja. Fue ella la que mandó construir esta fortaleza romántica donde pasaba unos 4 meses al año, ya que el resto del tiempo lo repartía entre Madrid y A Coruña.
Al pazo se entra por un lateral, lo que permite ver la parte de atrás de la fachada, bastante menos magnífica y más mundana. En la planta baja se encuentra el comedor, y frente a el una mesa y unos bancos de piedra donde de vez en cuando gustaban de comer los señores al aire libre.
Dentro de la capilla un sarcófago de granito blanco donde Emilia esperaba ser enterrada. Sin embargo, se encuentra enterrada en Madrid.
Llama la atención que esta parte de atrás sea tan poco señorial, la verdad. Eso sí, los jardines son un sueño.
Cuando el pazo pasó a manos de Franco, éste lo embelleció a su gusto. Entre otras cosas, se "trajeron" (otros dirán robado) partes de otros pazos, como el Pazo de Dodro. Balaustradas, blasones, pináculos... Que aún siguen allí y que sus respectivos concellos empiezan a reclamar legalmente aún ahora. Dos estatuas del pórtico de la gloria de la catedral de Santiago acaban de ser devueltas.
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| Fuente en los jardines con elementos provenientes de otros pazos |
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| Posible balaustrada perteneciente al Pazo de Dodro |
Como decimos, una vez muerta Emilia, la propiedad fue más o menos abandonada y terminó en manos de Franco. En plena guerra civil, el gobernador de Coruña, Barrié de la Maza (conde de Fenosa) y otros políticos decidieron juntar dinero para "regalarle" a Franco este pazo y así asegurarse una posición de privilegio en su nuevo gobierno, pues parecía que sería el vencedor. Al final, la cantidad que estos "listos" pusieron fue un poco irrisoria, así que decidieron recaudar el resto sacándoselo del sueldo de los funcionarios a razón de una peseta de la época durante 4 años. Así cualquiera regala cosas...
A los herederos de Emilia Pardo Bazán tampoco les dejaron ir a recoger sus propiedades familiares, que ahí siguen. En especial, la biblioteca de la escritora, así como algunos muebles.
Por fortuna, más de 70 años después la justicia ha dictaminado que esta "donación" era nula, y por tanto el pazo es propiedad del estado. Por supuesto, la familia Franco lo está peleando en los tribunales, y esa es la razón por la que a día de hoy sólo se pueda acceder al vestíbulo del edificio y no se pueda entrar en su interior.
En su poder, Franco pasaba aquí sus vacaciones estivales, pescando y disfrutando de las vistas y de la familia. Una vez muerto Franco el pazo quedó en manos de su familia, pensando que era un bien privativo. Aquí han celebrado bodas, banquetes, retiros...y el pazo ha salido por tanto en algunos números de revistas del papel cuché.
Aunque en el centro del vestíbulo el escudo de armas de los Pardo-Bazán sigue presente, un busto de Franco y trofeos de caza todavía nos recuerda la última época. Da un poco de repelús.
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| Vestíbulo del pazo, con Franco presidiendo la escalera |
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| Escudo de los Pardo-Bazán |
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| Retrato de Franco y su esposa Carmen "la collares" |
Aunque sólo se puede acceder al vestíbulo algo más se intuye de las otras habitaciones. Como por ejemplo la tétrica decoración de una de las alas laterales, llena de más trofeos de caza.
También te puedes asomar a lo que era el antiguo despacho de Emilia, en la planta baja.
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| Despacho de Emilia con un cuadro de la escritora presidiendo el espacio |
Llama también la atención algunas antigüedades traídas de varias partes de España, para uso privativo de los Franco.
En el lateral del pazo se encuentra la capilla, donde figuraban las estatuas del Pórtico de la Gloria en el momento de realizar la visita.
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| Capilla (exterior) |
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| Capilla (interior) |
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| Una de las estatuas pertenecientes al Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela |
Ya de nuevo en los jardines, nos volvemos a encontrar elementos expoliados como cruceiros, pilas bautismales a modo de macetas y un exótico bosque de bambú.
También hay otra edificiación denominada "La Granja", que era la antigua casa de los Pardo Bazán y que una vez en manos de Franco fue rehabilitada.
Una de las cosas más impresionantes de la zona es la vista infinita de cielo y hierba, sin prácticamente ninguna edificación alrededor. La sensación de inmensidad es impresionante.
Pazo de Mariñán
No muy lejos de allí se encuentra el Pazo de Mariñán (o Pazo de Bergondo por estar situado en este municipio). Se construyó en el siglo XV y fue residencia de importantes familias hidalgas gallegas con apellidos tan ilustres en alquel momento como Oca, Láncara, Lemos, Sarmiento...Según fue pasando de manos se fue también ampliando. En el siglo XX pasó a manos de la diputación coruñesa, al morir su último propietario sin descendencia.
El pazo en sí es una construcción bastante sencilla y limpia, aunque tiene algunos elementos barrocos como la escalera doble de la entrada y un bonito jardín francés que se añadió en el siglo XIX. La sencillez y blancura de los edificios contrasta con los elementos arquitectónicos de piedra gris y bruta.
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En manos de la diputación sirvió como hospicio (mi madre y sus compañeras del internado de monjas de Coruña pasaban algunos días aquí en verano).
El pazo se encuentra en al desembocadura del río Mandeo, que forma a ría de Betanzos. La parte posterior del pazo tiene una inmensa galería con estas vistas. Su jardín tiene algunas especies singulares, aunque no están identificadas, lo cual es una pena.
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