Nos despertamos temprano porque, a pesar de que el avión no salía hasta las 12:00, queríamos llegar con tiempo al aeropuerto. A las 07:00 a.m. ya habíamos hecho check-out en el hotel, dijimos adiós a las calles de Ueno (desiertas a esa hora de la mañana) y nos dirigimos a la estación JR Ueno para coger el Keisei. Era completamente de día.
Calles de Ueno, desiertas a primera hora de la mañana de un sábado. |