Para mí Marruecos es lo más parecido al paraíso y estoy segura de que, si tuviera que ir hasta la otra punta del mundo para hacerlo, me parecería lo más.Esta frase de El blog de Anita, resumen bastante bien mi pensamiento también. Marruecos es tan diferente y a la vez está tan cerca que no le damos la importancia que se merece y muchas veces lo consideramos un destino "menor". Se merece desde luego una visita, porque verdaderamente es un paraíso muy cercano.
Éste es un post que intenta resumir las experiencias del viaje, esas cosas que luego se olvidan con el tiempo y que realmente constituyen casi la esencia del viaje. Éstas han sido las nuestras:
NOS HA ENCANTADO
- La comida marroquí: La mezcla de especias proporciona unos sabores y olores difíciles de olvidar. La fruta y la verdura también eran de calidad. Y esos msemen o rghaif del desayuno...¡qué ricos!
- El té moruno: Ya fuera con té o sólo infusión de hierbabuena estaba bueno, aunque a veces se pasaban con el azúcar.
- El ambiente de los zocos y la plaza, directamente de otra época. En los zocos es difícil no dejarse llevar, yo me hubiera traído tajines, alfombras, set de tetera y vasos y farolillos. ¡Son tan chulos!
- La arquitectura de los palacios, las madrazas, los hoteles: Palacio Bahia, Museo dar Si Said, Mamounia... ¡Qué tendrán esos azulejos zelij que me enamoran!
- Los cafés y restaurantes, especialmente los más guiris, auténticos remansos de paz donde relajarse y disfrutar.
- La experiencia riad, no es un hotel de 5 estrellas, pero es el alojamiento típico y vale mucho la pena. Si además podéis desayunar en la terraza al sol ya es lo más.
- Los olores: Cada vez que me acuerdo del riad me viene el olor del azahar de los naranjos del patio.
- Essaouira: A 3 horas en taxi o 2 horas en autobús desde Marrakech se encuentra esta maravillosa ciudad a orillas del Atlántico, donde se respira un aire muy distinto, más bohemio y tranquilo.