Una subida fallida
Aprovechamos un fin de semana de septiembre en el que todavía hacía calor pero hacía demasiado viento para estar en la playa para hacer un poco de ejercicio subiendo el Monte Pindo. El monte tiene 627 metros de altura e íbamos súper motivados.Mi padre, que ya lo había subido a principios de agosto, nos dijo que había un camino más corto por la zona de Quilmas, así que empezaríamos desde allí.
La primera cuesta ya me dejó ahogada, era empinadísima (aunque no se aprecie en las fotos) y parecía no tener fin.