Nuestro último día en Amsterdam. El vuelo salía a mediodía y nos daba tiempo a ver poco. Decidimos ir hasta la Westerkerk y admirar las vistas desde lo alto. A la iglesia no pudimos a entrar porque estaba cerrada. La vista desde las alturas nos encantó, y es que Amsterdam es muy especial, y si ya nos había enamorado desde el suelo, desde lo alto también nos encantó. Se podína ver perfectamente los canales entre los grupos de casas, y todas esas casas con esa forma tan característica, estrecha y bonita.
Amsterdam en bici
No podíamos pasar sin probar a andar en bici por las calles de Amsterdam, así que el tercer día alquilamos una bici cerca en la Estación Central y comprobamos lo bien que se andaba por el carril bici. Resulta que las bicicletas tiene preferencia sobre peatones y coches. Una gozada. Si alguien se metía delante tan sólo había que tocar la campana y mágicamente se apartaba.
Nos vamos de excursión
Ese día decidimos contratar una excursión de una día para hacer un mini recorrido por Holanda. En el folleto ponía que te llevaban a Rotterdam y La Haya, pero luego la verdad es que sólo los vimos de pasada, porque ni siquiera nos pararon para poder dar una vuelta.
Subasta de flores
La primera parada de la excursión era la visita a la subasta de flores. Aunque a esas horas estaba prácticamente vacía, pues empiezan a subastar a las 6 de la mañana. Nos dejaron dar una vuelta libremente por la gigantesca nave, donde pudimos ver algunas de las salas de subastas y el funcionamiento interno del mercado.
Paseando por el Barrio Rojo
Después de cargarnos las pilas con un buen desayuno nos pusimos en marcha para ver Amsterdam, que a esas horas de la mañana y atravesando el Barrio Rojo, estaba muy tranquilo. La tranquilidad de las calles con los canales y la gente paseando en sus bicis era increíble. Amsterdam nos encantó desde le minuto cero, era absolutamente precioso.
Una de las cosas que más llaman la atención son las fachadas de las casas, alargadas y diferentes pero a la vez muy similares unas de otras. Además, suelen estar ligeramente inclinadas hacia delante y suelen contar con un gancho en lo alto, para ayudar a subir los muebles que de otra forma sería mucho más difícil.
En esta parte del centro apenas hay coches, pero sí muchas bicis. Y hay que tener cuidado porque las bicis tienen tal preferencia que la mayoría de los conductores ni paraban a los peatones en los pasos de cebra. Las bicicletas tienen prioridad absoluta en Amsterdam. Muchas se encontraban aparcadas al lado del canal, y la gente las usaba para todo. No era extraño ver a los padres cargando con sus niños en un portabebés especial, o volviendo de la compra. [Tip: Una experiencia imprescindible es alquilar una bici y pasear la ciudad]
Bicis atadas a las vallas del canal |
La primera fábrica de Heineken se encuentra aquí y hoy en día acoge un museo dedicado a la marca (Heineken Experience), pero como ninguno éramos amantes de al cerveza ni nos lo planteamos.
Museumplein
Fuimos andando y saboreando los canales hasta el Museumplein o Plaza de los Museos, la plaza donde están todos los museos importantes y las famosísimas letras "I amsterdam" (que leído sería algo así como I am Amsterdam- yo soy Amsterdam). Esto comenzó siendo una campaña de marketing pero la respuesta positiva ha sido tal que hoy en día es casi el lema de la ciudad.Una de las actividades más comunes consiste en hacerse fotos subidos en las letras con todas las poses que se te ocurran. Nosotros no dejamos pasar la oportunidad xD
Cuando nos cansamos fuimos a lo que habíamos ido: visitar el Rijksmuseum. Este es el Museo Nacional de Amsterdam, y entre sus obras más famosas destaca la "Ronda de Noche" de Rembrandt. Por desgracia estaba en obras y muchas de las obras estaban colocadas en las salas de cualquier manera mientras no se terminaban.
Rijksmuseum, al fondo, en obras |
También quisimos visitar el Stedelijk Museum, el museo de arte contemporánea, pero resulta que estaba cerrado por reformas hasta el 2010 y mientras sus obras estaban viajando por el mundo.
Tarde de paseo
Por la tarde nos dimos una vuelta por la calle Pieter Cornelisz, que viene a ser donde están todas las tiendas de lujo. También nos acercamos hasta el Vondelpark y hasta Waterloo Plein. Y es que, sin duda, lo mejor de Amsterdam es pasearla.Pieter Cornelisz Hooftstraat |
Partida de ajedrez en plena calle |
Tiendas de souvenirs |
Mercado de las flores |
Waterloo plein |
Waterloo plein |
Muy temprano hubo que levantarse para coger el primer vuelo de la mañana con destino a Madrid para hacer escala con el que nos llevaría a Amsterdam. Íbamos de viaje con nuestro amigo A. por segunda vez. Como no hay vuelo directo desde Santiago, hicimos escala en el aeropuerto de Barajas.
Estuvimos horas en la T4 esperando la salida de nuestro vuelo. Menos mal que había por allí unas cuantas piezas de lego que nos tuvieron entretenidos durante un buen rato.
Llegamos a Amsterdam sobre las 6 de la tarde, pero estábamos rendidos. El hotel (Hotel Floris France: mi crítica en Tripadvisor aquí) era supercutre y además estaba bastante sucio (la primera vez que nos pasaba algo así). Nos resignamos porque sabíamos que era uno de los pocos que tenían plazas libres para esos días y tenía una localización estupenda, en pleno barrio rojo.
Esperando embarcar en Santiago |
Esperando embarcar en Barajas |